Por Omar Arriaga Garcés
Casi cualquier fusión de estilos puede aglutinarse bajo la genérica denominación “rock alternativo”: desde Café Tacuba, pasando por Manu Chao, Azul Violeta, Los Fabulosos Cadillacs, Smashing Pumpkins, Radiohead o lo que sea; si le tuercen al cisne tantito todo puede ser alternativo, hasta los Ángeles Azules o Paquita la del Barrio. El Vive Latino puede dar constancia.
Felipe el Hombre no es la excepción. Esta banda de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, que integran Mario Murillo (guitarra y voz), Alejandro Flores (guitarra) y Daniel Pliego (batería) -sí, sin bajo-, podría fácilmente catalogarse como rock alternativo; como pudo constatarse en su presentación en Morelia el sábado 28 de marzo en el Bar Cactux.
En realidad era ya Domingo de Ramos porque pasaban de las doce de la noche cuando los músicos conectaban sus instrumentos y hacían la última prueba de sonido, luego de que Fieebre -banda de la Ciudad de México- y los Mougle’s -banda moreliana- hicieran de las suyas sobre el escenario, con muy buena nota por parte de los cronistas.
La sala de conciertos Gilberto Asinomás del Bar Cactux lucía una media entrada, pero apenas al comenzar Felipe el Hombre el respetable -en su mayoría- se levantó de sus asientos y fue a bailar, y a mover la cabeza arriba y abajo -algunos en círculos. Nuevos parroquianos ingresaron al recinto y abarcaron hasta tres cuartos de la sala.
Algunos asistentes coreaban la letra de las canciones mostrando su conocimiento y beneplácito por los acordes de rock de garage, con toques de jazz o blues, unos riffs de progresivo por esta parte y algunos destiempos e improvisación por esta otra.
Habrá pasado hora y diez cuando algunos comenzaron a gritar: “Otro día más”, “Otro día más”; “ya la tocamos”, respondió Mario Murillo, “ya tocamos todo”. Es decir: “Otro día”, “Más” -eran canciones distintas pero se escuchaba como si fueran una sola-, “Temporal”, “Despertar”, “Cuando”, “El camino (no cambio)”, “Felipe el Hombre”, “Lo mejor de hoy”, “Mareo”, “Ritual”, y alguna que se nos escapa.
Los intérpretes se despedían porque el tiempo se les acababa pero el público pedía más y, para complacer a los segundos, los primeros tocaron nuevamente “Otro día”, dejando buena vibra entre quienes acudieron al concierto de Felipe el Hombre, que sin ser una propuesta muy elaborada carga de energía con su concepto directo e hipnótico por el ritmo de Daniel Pliego.
Lo dijimos en una reseña anterior y lo repetimos: faltan lugares a los que se pueda ir a ver una banda en vivo que no toque los mismos covers de hace 20 años cada fin de semana (y faltan no sólo en Morelia, sino en México (y quizá en el universo).
Desde aquí mi agradecimiento a Indie Life por organizar conciertos de excelente nivel, y un reconocimiento a la labor del Bar Cactux.
