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16 trastornos mentales en monstruosas ilustraciones

Hay muchas personas que viven con uno o varios trastornos mentales que generalmente no dificultan el desempeño en el trabajo o vida diaria, pero no siempre es así; son enfermedades que justamente las personas que las padecen las piensan como monstruos invisibles que no están tan seguros de poder controlarlos. Incluso hay gente que vive con estos trastornos y nunca se dan cuenta, sobre todo con los cambios del ritmo en la vida.

FotoJet Collage

El británico Toby Allen decidió que pondría rostro a estos seres que nos habitan y muchas veces controlan, por lo que realizó en el 2013 una serie de dibujos donde explica las características de estos problemas mentales que aquejan a gran parte de la población mundial, como una manera de dar un sentido real para aquellas personas que no las comprenden o hasta para quien las padecen. La serie se titula The mental illness Monsters, y mezcla las ilustraciones con pequeños textos fantásticos utilizando los padecimientos como personajes.

Allen es un ilustrador que desde sus inicios ha preferido romper las reglas y no seguir los cánones, definir un estilo propio inspirado en sus propias búsquedas, que van desde la mitología hasta el manga y el cómic. Ha ilustrado libros infantiles, pero también se involucra con el desarrollo de juegos artísticos en 2D aplicados a tablets y computadoras. Su lema es llevar a la realidad aquellos mundos que solo existen en la cabeza de los artistas.

Ansiedad

El monstruo de la ansiedad es pequeño para poder sentarse en los hombros de su víctima y susurrarle cosas a su inconsciente, provocándole pensamientos de miedo y preocupaciones irracionales. El monstruo de la ansiedad se suele decir que es débil en comparación a otros, pero es uno de los más comunes y es muy difícil de eliminarlo.

Depresión

El monstruo de la Depresión pulula sin fin, siempre cubriendo sus ojos para esconderse del mundo exterior. Por eso se tropieza con la gente o con otros monstruos, provocándose cada vez más angustia. Su único alivio es envolver su cola líquida alrededor de su víctima y compartir su depresión con ellos. La víctima no es consciente del monstruo pero puede notar abatimiento y desarrollar un estado de depresión profunda. Mientras tanto, el monstruo absorbe cualquier emoción positiva de su portador hasta que se llena y se va a por otro.

Paranoia

El monstruo de la paranoia usa su largas orejas como radar, escaneando el área por alguna actividad. Sin embargo, las orejas del monstruo son inútiles debido al apretado cartílago y espeso pelo. Por eso los sonidos normalmente se confunden y son sordos significando que la paranoia normalmente escucha las cosas equivocadas que después transmite a sus víctimas.

Ezquizofrenia

El monstruo de la Esquizofrenia es una criatura vil que manipula a sus víctimas para que hagan lo que les ordena. Para ello usa gases alucinógenos secretados sobre los poros de sus partes más vulnerables para controlar e influenciar a otros. Sus víctimas relatan que el monstruo es poderoso y controla una voz dentro de sus subconscientes.

Ansiedad Social

El monstruo de la Ansiedad Social pasa la mayoría de su vida en la clandestinidad o protegido en áreas aisladas. Debido a esto, su piel aparece pálida y anémica, con escamas que le sirven como un medio de defensa innecesario. Son de la misma familia biológica que los monstruos de la Ansiedad y la Paranoia, pero debido a su extremo modo de vida tienen un aspecto muy diferente.

Trastorno Obsesivo Compulsivo

El monstruo Obsesivo Compulsivo es un titiritero cruel y manipulador que usa el miedo para controlar a sus portadores. Repetidamente golpea su bastón contra el suelo y usa sus plumas estampadas y sus muchos ojos para hipnotizar a su víctima, creando intensas y aterradoras obsesiones, a menudo conectadas con su propia seguridad o con la de sus allegados. Los que sufren esta enfermedad desarrollan compulsiones para realizar tareas repetitivas o actos mentales que previenen que la obsesión se haga realidad o para intentar reducir el miedo temporalmente.

Bipolar

El monstruo Bipolar de hecho está formado por dos consciencias opuestas que luchan por el control de un cuerpo. Una consciencia expresa un constante estado de manía, sentimientos de excitación y sobreactividad, mientras que la otra está siempre en un estado depresivo. A menudo, solo una personalidad tiene el control, mientras que el lado durmiente lucha por quedarse a cargo del cuerpo.

Mutismo Selectivo

El monstruo del mutismo selectivo no es una criatura inherentemente malvada sino que es más un carroñero travieso. Viven en una comunidad de ruidosos y gritones compañeros, pero nacen sin la habilidad natural de hablar. Para ser aceptados en su sociedad roban voces y las guardan en una bellota ahuecada que se cuelgan en su cuello. El monstruo luego puede hablar usando la bellota como una especie de silbato.

Trastorno del sueño

El monstruo del Desorden del Sueño es una criatura juguetona que nunca descansa. Tratará de buscar a un compañero de juegos en medio de la noche y mantenerlo despierto para saciar su eterno aburrimiento. Muy a menudo, la víctima dormirá poco o nada, estresándose y fomentando que otros monstruos se unan al del Desorden del Sueño en sus juegos.

Anorexia Nerviosa

Como un parásito asesino, la Anorexia Nerviosa lentamente mata a sus víctimas desde el interior. Este monstruo es casi invisible gracias a su cuerpo traslúcido, pero proyecta sus sombras en aquellos en los que habita, causando que sus víctimas vean una imagen distorsionada de sí mismas. Ella manipula y controla a sus víctimas, convenciéndoles de que mantengan el mínimo peso corporal mediante la restricción de la ingesta de alimentos y animándoles a hacer excesivo ejercicio para perder lo que ella percibe que son kilos de más.

Estrés Postraumático

Los monstruos del Estrés Postraumático fueron una vez parte de una raza de benevolentes guardianes que se corrompieron por un problema doloroso y desconocido. Crearon un caparazón perverso sobre la persona que sufrió, y los monstruos comenzaron a anhelar, como si fuera una droga, la intensa oleada de miedo y el trauma para calmar su propio dolor.

Trastorno de la Personalidad por Evitación

El monstruo de la Personalidad por Evitación es similar al de la Ansiedad Social pero mucho más pequeño, y prefiere vivir sobre el suelo. Gastan mucho de su tiempo escondiéndose en árboles, usando sus alas en forma de hoja para camuflarse y ocultarse de cualquier persona o cosa que esté a su alrededor.

Misofonía

Este monstruo pequeño y aparentemente inofensivo, solo quiere causar molestias o sensación de disgusto e ira. Con sus grandes orejas recoge en ciertos sonidos como el crujido, el sorber, e incluso la respiración y los refleja en los oídos de sus víctimas. Estos sonidos amplificados e intensos pueden hacer que el receptor reaccione irracionalmente y causar síntomas tales como la tensión muscular y un aumento de la sudación y latido del corazón. También puede reunir los estímulos visuales con sus alas, y luego aumentar la reacción de sus víctimas mediante la imitación del movimiento.

Trastorno de identidad disociativo

Este monstruo (también conocido como síndrome de personalidad múltiple) puede ser caracterizado por su habilidad para cambiar su forma en cualquier cosa que desee. También puede cambiar físicamente. La criatura también se transforma en diferentes personajes de sí mismo, cada uno con su propia personalidad.

Trastorno Dismórfico Corporal

Como el maestro de la decepción, el Desorden Dismórfico Corporal adora trabajar junto a otros monstruos como el Desorden Obsesivo Compulsivo, la Ansiedad o la Anorexia, amplificando sus efectos. Tiene la esquirla de un cristal roto en su abdomen, y actua como un espejo distorsionado, irradiando una imagen falsa de quien se mira sobre su superficie. Este monstruo reflectante teje una telaraña para atrapar a su víctima como una araña, y lentamente carcome su autoestima y su bienestar.

Trastorno de Límite de la personalidad

Estos monstruos son de los más delicados pero quizás también los más siniestros. Ellos se reúnen en pequeños enjambres alrededor de sus víctimas y usan feromonas para aumentar sus emociones antes de alimentarse de sus energías emocionales. Dan de comer a cualquier emoción, pero tienden a favorecer los sentimientos de depresión.

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