Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se realizará el juicio oral para definir la condena o absolución de David Domínguez Huerta, preso por el feminicidio de Lucía Ugalde, cometido el 28 marzo de 2019.
Tras casi dos años de luchar por encontrar justicia, la familia espera que se encuentre culpable al esposo de la víctima, quien la estranguló en un departamento. Ireri Ugalde, hermana de Lucía, ha encabezado la parte legal del caso y sin duda tendrá el día más importante de su vida, pues un juez habrá de determinar si hay los suficientes elementos para declarar culpable al imputado. De ser así, la condena se sabrá posteriormente.
Luego de seis años de noviazgo, Lucía decidió casarse con David, un hombre adicto a las apuestas en los casinos, cuestión que desestabilizó el matrimonio que solo tuvo dos años de convivencia. En ese lapso, él se destacó por no tener un trabajo fijo y por lo tanto los ingresos eran aportados por ella. Además, cargaba con un divorcio y un hijo al que no le daba la pensión, escenario que finalmente rompió la relación.
A David la justicia ya lo había señalado como cómplice de un crimen contra un hombre de la comunidad LGBT, a quien habrían quemado al interior de un auto.
Entre 2017 y 2018 Lucía se fue a vivir con sus padres mientras le resolvían un crédito para obtener una casa en Infonavit, lo que por fin logró a inicios de 2019 y así tenía la ansiada independencia. Sin embargo, estaban por llegar capítulos de violencia. En enero de ese año decidió acudir al cumpleaños de su aún esposo, pero todo terminó en un secuestro al interior de un motel donde, ebrio, intentó estrangularla. A pesar de ello, determinó no denunciar ante las autoridades, luego de que su suegra la disuadiera con la promesa de llevárselo a la Ciudad de México.
Convencida de romper con esa relación, Lucía promovió el divorcio, pero encontró trabas jurídicas absurdas, como que el notificador no encontrara el domicilio del demandado.
El crimen
El miércoles 27 de marzo, Lucía acudió como todos los días a su trabajo en Ceconexo. Por la noche, informó a su familia que no la llamaran el jueves, pues tenía que prepararse para un ascenso laboral. Así llegó el viernes, pero cuando su madre la llamó para verse y comer, ya no contestó llamadas ni mensajes. Al comunicarse al trabajo, Ireri supo que su hermana no trabajó el jueves, al argumentar a sus jefes que tenía que atender una enfermedad. Ante la rareza de la situación, decidieron interponer una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y tras una intensa búsqueda la encontraron muerta en su propio departamento, con signos de estrangulación y tortura.
David logró huir, pero nueve meses después de su crimen fue localizado en la Ciudad de México, mientras apostaba en un casino. Posteriormente se le trasladó a Morelia, donde espera su sentencia en el penal David Franco Rodríguez. Lucía tenía 36 años de edad, contaba con una licenciatura en mercadotecnia y dos maestrías en el mismo ramo, además de cursar la licenciatura en Comunicación. Su familia la recuerda como una mujer muy preparada, con ganas de seguir ascendiendo en los planos laborales, pero quien fuera su esposo terminó con todos sus planes.