Voces por la vida, el gran eco femenino
Motivadas por el hartazgo, el hastío y las precarias condiciones inhumanas a las que a diario se enfrentan, las mujeres llevan a cabo hoy el paro nacional ‘Un día sin nosotras’. Por ello, no saldrán a sus centros de trabajo, escuelas ni espacios de recreación o esparcimiento, como protesta de los gritos ahogados por abusos, humillaciones y, sobre todo, la imbatible ola de feminicidios en el territorio mexicano. Y para que se revalorice el importante papel que juegan las mujeres en la sociedad mexicana, esto, un día después del Día Internacional de la Mujer, en donde también miles de mujeres salieron a las calles de México para protestar contra la violencia de género en una marcha multitudinaria.
Aquí, algunos testimonios y expresiones vivas de mujeres libres de pensamiento.
«Estoy totalmente a favor de la libre manifestación. Me daría mucho coraje ver, que detrás de mí, cuando yo esté marchando, haya un grupo de personas que determinado grupo político llevó. No. Las mujeres tenemos que abrir los ojos, tenemos que ver por nosotras mismas. Quiero manifestarme por mí: porque me molesta, me asusta, me llena de coraje. Me llena de impotencia y frustración tener miedo y sentirme intimidada, de dejar mi vehículo y no poder caminar a la puerta de la escuela donde trabajo porque está lleno de varones, específicamente cortadores de aguacate, que voltean, me ven y me dicen, me faltan al respeto y me intimidan por el simple hecho de que soy una mujer». (María del Pilar, docente, Uruapan, Michoacán).
«Yo apoyo la marcha. Y mi opinión es que vamos por temas muy simples: nos están matando y a nuestras niñas. Me vale si son conservadores, de derecha, provida o proaborto. A todas nos duele. Y no deberían decir que porque asista equis persona se invalidan nuestros reclamos. Unas taradas, por decir lo menos, decían que no había congruencia si estabas a favor del aborto; que fueras a reclamar los asesinatos. ¡Puff! Y otros que los de derecha desaprueban el feminismo, así que tampoco era válido. Chale con ambos. Yo, por ejemplo, estoy a favor de la despenalización del aborto, pero no voy con pañuelo verde, porque no voy a eso. Punto». (Olga, abogada, Ciudad de México).
«De hecho, a mi cargo está una becaria y quiero hablar con nuestra jefa que también pueda participar en el paro del 9. Mi mamá y mi tía no abrirán sus negocios: una tienda de abarrotes y una farmacia homeopática». (Lilia, ingeniera química, Guadalajara, Jalisco).
«Sí al paro del 9 del marzo. Y a la marcha. Aunque guardo muchas discrepancias con el neofeminismo. Siempre me estoy cagando de sus mamadas e ideas fascistas, pero al final estoy por completo convencida de la ausencia de políticas públicas porque al gobierno le vale verga. Y ya estuvo. Desde mi trinchera, con mis ideas libres y con el ejemplo». (Aglaé, abogada, Ciudad de México).
«Al final hay una gran desinformación y caos porque están los que se quieren subir por raja política al movimiento, están los que quieren destruirlo por dentro, están las hordas de focas aplaudidoras. Pero ojo, muy importante, varios grupos y colectivos feministas se ponen el pie, hay una lucha de egos terrible y al final hay divisiones y más divisiones, y olvidan la única verdad absoluta: nos están matando y no se hace nada al respecto. Unión y exigencias, no egos. Yo también estoy a favor de la despenalización del aborto y no tengo pañuelo verde, las únicas que deben decidir del aborto son las mujeres, y es muy personal y privada. Todo lo demás es ruido y jaloneos». (Nora, editora, Ciudad de México).
«Se me hace una buena iniciativa que creo genera menos polarización que las marchas. Todos reconocen el derecho a la huelga y no van a estar lamentándose por las paredes. Creo que las mujeres necesitan profundizar y reflexionar el porqué de la huelga y el impacto que puede tener. Me parece una falta de respeto esos lugares que dicen ‘nos unimos a la causa’ cuando no atienden cosas como la brecha salarial y el acoso. Se me hace un gesto de condescendencia que sólo le resta fuerza e impacto a la huelga. Además, que esto demuestra la poca importancia que se nos da». (Fernanda, bióloga, Florida, Estados Unidos).
«La marcha del 8 es un acto político de importancia acumulativa, pues se vuelve un referente del movimiento feminista desde su motivación histórica hasta su permanencia y actualización anual. Lo veo totalmente necesario, dado que es un espacio que las feministas ya han conquistado. No hay que dejarlo perder. En lo que compete al paro del 9 de marzo, se trata de un acto político también, pero este de nueva adquisición para el movimiento feminista y por ello vale mucho defenderlo hasta convertirlo en un espacio igualmente nuestro. La conquista de esta fecha viene a refrescar nuestros ideales, a añadir momentos históricos liderados por las mujeres de nuestra época. En ese sentido, 8 y 9 son complementarios: la historia que cimentó el feminismo en sus orígenes, recordándonos la lucha de las que nos heredaron sus anhelos de libertad, y los nuevos caminos de quienes estamos librando las luchas urgentes de toda una generación sorora que no descansará hasta hacer una nueva historia de dignidad para todas». (Itzi, lingüista, Morelia, Michoacán).
«Creo que la violencia es un monstruo que consume todo, hasta el género y la edad. La impunidad, corrupción y apatía es su caldo de cultivo. Hablando de género, se añade el contexto en que a las mujeres se les educa desde la fragilidad y a los hombres desde un ‘poder’, donde como país todo es tema de burla y las enfermedades psicológicas o mentales no reciben un diagnóstico ni tratamiento apto/accesible. No exijo ningún tipo de privilegio, exijo indubitables derechos humanos; evidenciando nuestro hartazgo de no poseer libertad, ni paz, ni justicia. Resignarse a la violencia es morirse desde ya. Para mí el tema es quien no puede defenderse; los agresores rompen personas que no son violentas o que no pueden responderles el abuso. Mi motivo de lucha es el derecho a vivir sin miedo, no sólo por las mujeres, también por los niños o cualquier persona que sea vulnerable. Quiero respeto y pido castigo justo para cualquiera que ejerza violencia, porque cada cadáver hallado o persona desaparecida, es uno mismo o alguien que amamos». (Anntoine, historiadora del arte y comunicóloga, Ciudad de México).
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