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A río revuelto, ganancia de la cultura

Es de todos bien sabido que la fatídica noche del 15 de septiembre del 2008 Michoacán (y todo México) comenzó una carrera en descenso en el ámbito político, social y económico.

Esta vertiginosa carrera hacia el desastre, ha sido encabezada por los dirigentes políticos y sus secuaces principalmente, seguidos de algunos malosos amantes del dinero y el poder. Todos hemos resentido de una u otra forma las consecuencias de estos nefastos entes vampíricos que no dejan de mamar del erario público unos y del mercado negro otros.

Desde entonces presidentes van, presidentes vienen; gobernadores van, gobernadores vienen, alcaldes llegan, alcaldes se van; secretarios entran, secretarios salen; y con ellos, todo un mundillo de contratos de confianza.

Funcionarios, burócratas, asalariados, sindicalizados…van y vienen…bueno, los sindicalizados nada más vienen; y nunca se van. Por supuesto que existen muchos servidores públicos que hacen bien su trabajo y algunos hasta lo hacen de forma excelente, pero siendo honestos; no son todos.

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Sin embargo, hay dos puntos que afortunadamente han tomado fuerza y brillo en estos años de crisis en Michoacán: la destacada presencia y acción de agentes culturales independientes, y las alianzas que nos hemos visto “forzados” a valorar, a falta de suficientes apoyos institucionales. Poco a poco se van fortaleciendo las uniones, camaraderías y complicidades entre personas, grupos y bandas de diversas edades, gustos y áreas de creación. Y esto tiene un valor muy significativo para el futuro inmediato del arte y la cultura en Michoacán.

Nuestro Estado, a pesar de que es cuna de grandes artistas desde la época precolombina, la colonia y más recientemente con artistas como Félix Parra, Feliciano Béjar, Adolfo Mexiac, Alfredo Zalce, Javier Marín y otros en la plástica; músicos desde Miguel Bernal Jiménez, Chucho Monge hasta Juan Gabriel, actores como Damian Alcázar y Fanny Cano, y muchos otros que han destacado a lo largo de la historia.

Pero hay que aceptarlo; han sido garbanzos de a libra que si bien ponen en alto el nombre de nuestra tierra, no necesariamente representan o han representado a una generación que destaque como tal, colectivamente, como ha ocurrido por ejemplo en Oaxaca, con su reconocida escuela de artes plásticas en la que la diversidad de creadores se unifica para dar fuerza a una generación que internacionaliza su trabajo desde su lugar de origen, retomando y valorando su bagaje cultural. Lo mismo ocurrió en la Tijuana de los noventa, en Guadalajara en la misma década, en Monterrey principios de este siglo.

Y el gremio artístico en Michoacán los últimos veinte años… bien gracias. Hundido en el chisme de lavadero, las puñaladas traperas, la filosofía del cangrejo, la envidia. Claro, claro, hay trabajo muy valioso de algunos colectivos (el Colectivo Artístico Morelia, por ejemplo) y de muchos artistas con su trabajo individual; pero a lo que me refiero es a “dar un trancazo colectivo” a que Michoacán levante su voz a través del arte en un momento histórico de nuestro país en el que –otra vez-, Michoacán está siendo pieza clave.

En los últimos dos años, primero con el surgimiento del conflicto en la Meseta Purépecha y la fabulosa (y no por eso menos complicada) solución que lograron los cheranenses para protegerse y proteger su patrimonio tangible e intangible, el posterior surgimiento de las autodefensas, con la estrepitosa caída de varios politiquillos de pacotilla ventaneados en vídeos, y la arrogancia de algunos funcionarios (no todos, repito) con los agentes artísticos y culturales, el desdén de los artistas que logran algún reconocimiento y optan por salir huyendo de Michoacán, en lugar de apoyar y fomentar la profesionalización de sus colegas y pisanos menos afortunados.

En fin, en los últimos dos años que hemos tocado fondo en cuestión de falta de apoyo institucional y corta visión en lo que la cultura ES, en medio de este sentimiento de ahogo, de encabronamiento generalizado, es IMPERANTE, NECESARIO e INELUDIBLE que los muchos creadores y promotores artísticos unamos esfuerzos.

Mierntras escribo esto transcurre el último día de una serie de actividades que el neólogo Felipe Ehrenberg vino, invitado por una servidora, a realizar en Michoacán. Y uno de los temas centrales de sus pláticas ha sido precisamente este: -Artistas, creadores, promotores, productores: hagan gremio, únanse. Apóyense. Profesionalícense. No hay de otra. A él le escuché esta frase: “A río revuelto, ganancia de la cultura”, y me dejó pensando y pensando, y sí, creo que es verdad.

En todas las crisis, de todos los países y regiones, de todos los tiempos, los artistas y pensadores han sacado la casta. Muchas veces han sido ellos, sus ideas, sus propuestas, parteaguas en situaciones y paradigmas de opresión y confusión.

Nos toca hacer lo propio, colegas. Es ahora nuestro deber sentar los cimientos para que en un muy corto plazo ocurra algo inédito en la historia del arte mexicano: que se escuche la voz –el grito- de los artistas desde Michoacán. Yo sé que todos andamos “correteando la chuleta” (en mi caso es “la zanahoria” porque soy vegetariana), pero eso no debe ser excusa para no darle un tiempo al trabajo en coordinación con otros, a dar apoyo a proyectos e ideas de nuestros colegas ya sea económico, en especie, en ideas. Nos toca quitar cualquier sesgo de envidia que pueda haber entre nosotros. Hay que hacer gremio, y más entre los que trabajamos de forma independiente.

Estoy segura que, ahora que hemos tocado fondo en Michoacán, no hay otra opción más que fortalecernos con alianzas sinceras que nos permitan andar hombro con hombro, cada uno desde su trinchera, avanzando y trabajando para hacernos escuchar de aquí al cielo. El arte es poderoso, y puede abonar a los cambios sociales, económicos y espirituales. Todos nos beneficiaremos si conservamos y fomentamos esta actitud que la crisis nos ha hecho descubrir. Tenemos que unirnos. Debemos tomar la responsabilidad histórica que nos toca como generación.

Y es en este marco que Revés renace.

¡Qué mejor momento! Con una carrera ya encaminada, toma fuerza y reclama su lugar como referente del arte y la cultura desde Morelia, nuestra hermosa ciudad ombligo del mundo. Sirva entonces esta plataforma llena de letras, imágenes, un humor irreverente y peculiar, y sobre todo, buena vibra; sirva para como punto de encuentro para todos los creativos y productivos michoacanos, mexicanos y extranjeros.

Que Revés, sus colaboradores y lectores gocen de larga vida y gran fortuna. Que esta crisis nos la va a pelar si hacemos lo que el deber manda, y eso es: ser profesionales, trabajadores, generosos y valientes. A darle, queridos artistas, a darle que es mole de olla.

Y por último…¡Felicitaciones, Revés!

Erandi Avalos

Morelia, cerca de la primavera.

Imágenes tomadas de https://www.etsy.com/market/iq_studio 

 

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