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Analizamos el nuevo disco de Arjona track por track (es en serio)

En la cultura pop digital (no sé si tal cosa exista pero suena bien) uno de los personajes más trolleados es el guatemalteco Ricardo Arjona, un tipo ya entrado en años precursor de metáforas vilipendiadas tales como “Dime que no y lánzame un sí camuflajeado”, o bien “Cómo encontrarle una pestaña a lo que nunca tuvo ojos”. Esas composiciones tan sui géneris han llevado incluso a señalar (haciendo un mashup internacional de antología) que Maná es una banda de 4 Arjonas, mientras que los más carrillas tuitean que, en otras tristes noticias, Arjona fue hallado vivo en su departamento.

Injustas o no, las críticas que por años se ha cargado el cantante centroamericano tuvieron un punto de ebullición hace algunos días cuando el conductor de CNN Camilo Egaña más o menos le insinuó que hay una legión de usuarios digitales que lo atacan sin piedad. Molesto, Arjona lo regañó por entrevistarlo sin escuchar su nuevo disco y segundos después abandonó el set.

Entre varias reflexiones que se han escrito sobre el incidente, el crítico Arturo J. Flores reprobó la actitud del conductor y de paso expresa abiertamente su deseo por entrevistar a don Ricardo y desde luego su curiosidad por escuchar el disco, que por cierto se llama Circo Soledad.

Flores exige más periodismo y menos pose, así que siguiendo sus consejos me he dado a la tarea de escuchar el Circo Soledad de principio a fin y compartirles mis impresiones de cada track.

Vamos, acompáñenme por este espectáculo de magos, poetas y trapecistas.

Intro

Como todo buen disco conceptual, Arjona pone un pequeñísimo intro que nos abre la carpa de su circo solitario, tan solo una notas instrumentales que no rebasan los 20 segundos.

Ella

Ricardo decide sorprendernos con toques de blues y rock de motocicletas para contarnos la historia de una mujer que ha decidido darle rienda suelta a su sexualidad. El punto más poético de la rola es el siguiente: “Ella quiere besos en la esquina, sexo en la cocina, gimnasia en el sillón”.

El que olvida

Dejemos los guitarrazos atrás, llegó la hora de una pieza suave, una balada totalmente arjonesca donde otra vez la protagonista es una mujer, quien al parecer está rodeada de lujos, choferes y millas de avión. “Parece que estás bien, parece que parece… parece que estoy mal, y no es lo que parece”. Sin duda una joya, o al menos lo parece.

Señorita

Pareciera que se repitió la rola de Ella, pero no, solo se parece poquito. En esta ocasión, es el relato sobre una chica que los martes se llamaba Margarita, los viernes por la noche era Lola, y cuando Arjona se la encontraba le decía “señorita, usted no tiene por qué estar tan sola”. Hay otra parte genial en la composición: “Un lunes era Julieta, el instinto pudo más que el seso, cosa que no entienden los poetas”.

Remiendo al corazón

Una chica de 26 años decide terminar su relación amorosa, por lo que expulsa al hombre con el que compartía su vida. ¿Qué recursos líricos utiliza Arjona para explicárnoslo?

“Dividió los platos, hasta el ajedrez

fotos y zapatos sin que hubiera un juez

cambió cerradura, lo bloqueó del Face”

Cosas que pasan en esta sociedad moderna.

Porque puedo

Basta de tanta sobriedad, es hora de que Arjona saque lo más mexicano de su pecho y en un claro homenaje a José Alfredo, pero una vez más aludiendo a nuestra era contemporánea, canta lo siguiente acompañado de varios mezcales: “Ya te vi en el celular, en tus fotos de Instagram, coqueteándole a un espejo. Yo te voy a recordar, que la que busca un Superman termina con un pendejo”. ¿Qué es esto? ¿Arjona o Molotov?

Hasta que la muerte los separe

Nuestro héroe rompe con los dogmas religiosos y cuestiona al matrimonio católico, pues éste solo trae rutina y “asusta al pecado”.

*A estas alturas ya estoy harto de su voz, pero respiro y les sigo contando, porque soy un profesional.

Vivir

Se trata de una melodía bien intensa, de esas donde de pronto todos los instrumentos se van hasta arriba, donde los violines se ponen violentos y el compositor solo desea volar, ver morir el reloj y mirar (otra vez) a los fantasmas de la noche.

*Spotify metió un anuncio de Mercado Libre, es la primera vez que agradezco no tener la versión Premium.

Sixto Pérez

Si este trotamundos ya nos regaló una canción ranchera en tiempos de Instagram, ahora se pone cubano y reta en la cara a Buena Vista Social Club y otros entes sobrevalorados.

El cielo a mi favor

Hay mujeres que son tan buenas que incluso aman al hombre equivocado: “Tengo claro que no me merezco el milagro del permiso de su boca”, recita el poeta.

Dime tú

Otra vez tengo la sensación de que esta rola ya la escuché, pero seguro son prejuicios míos, porque ahora el cantautor se enfrenta a un problema existencial, por lo que pregunta: “Y dime tú, a dónde va el pasado, que se fue sin un pecado”.

Correr

Messenger, Amazon, PC, emoticons y otras bestias milenials se cantan a ritmo caribeño por un, ahora lo sabemos, Arjona 2.0

No preguntes cómo estoy

Ya casi se acaba el disco, ha pasado más de media hora entre letras ingeniosas y ritmos del mundo. Es el momento en que Arjona continúa en terrenos reflexivos porque vive al otro lado de la luna, lo cual lo explica (casi) todo.

Circo soledad

¿Pensaban que ningún tema era homónimo al disco? Pues se equivocaron, de hecho el intro era en realidad un extracto de este tema. ¿Qué decir de él? Violines tristísimos para decirnos que han jubilado al poeta, que el alma muere si eres marioneta.

*Se acabó el disco, juro que no lo vuelvo a hacer.

 

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