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BB King en Morelia: la verdad sobre su concierto

Una de las actuaciones más recordadas de BB King en México ocurrió en mayo de 1978. El invitado de lujo al Festival Cervantino, que entonces celebraba su sexta edición, dejó impresionada a la nutrida asistencia que escuchaba por primera vez al rey del blues.

Para entonces, aquella bestia de los escenarios ya contaba con 12 discos grabados y un montón de éxitos que le generaba una legión de fanáticos alrededor del mundo. Imposible no estremecerse ante temas como Long Nights o Lucille, piezas que dejan en claro por qué con el blues las guitarras lloran y los humanos se deprimen. 

Aquella actuación resultó histórica y aún es recordada por los afortunados que pudieron presenciarla. Incluso, en el marco de su aniversario, el Festival publicó una foto en su cuenta de Twitter donde se aprecia al nacido en Misisipi mientras toca enfundado en un impecable traje gris y su guitarra con la cinta que llevaba su nombre. 

¿Leyenda urbana o realidad?

Lo que pocos sabían, y que incluso llegó a considerarse un mito urbano, es que BB King también tocó en Morelia, que hasta 1978 no había visto un solo concierto que se preciara de ser digno. 

En una entrega anterior, el escritor Raúl Mejía recordó entre nubarrones aquella tocada que de forma insólita se llevó a cabo en el Auditorio Municipal. Para quienes no vivan en la capital michoacana eso podría sonar bien, pero quienes han habitado esta ciudad de canteras sabe que el Auditorio Municipal siempre ha sido un lugar horrible, una bodega para hacer un montón de cosas, excepto para albergar un concierto.

Pero ahí tocó el rey del blues y uno de los hombres que ayudó para que eso fuera posible se llama Salvador Munguía. En pleno verano de 2023, desde su casa en Austin, Texas, toma la llamada telefónica y se mete en los recuerdos más profundos para revivir ese accidentado concierto realizado pocos días después del Cervantino.

“Se hizo al vapor; la gente no estaba preparada para algo así”, dice Munguía, quien acepta que en aquella época el blues era poco conocido en Morelia. Rockero irremediable, él mismo acudió al recital de Guanajuato, donde vivió cada tema al lado de Armando Nava, integrante de Los Dug Dug´s. 

BB king
BB king en Guanajuato

Fue el gobierno del estado el que se encargó de traer al dios bluesero a la capital. La iniciativa corrió a cargo de Humberto Urquiza Marín, entonces alto funcionario, quien le llamó a Salvador para que le ayudara a conseguir un equipo de sonido. “Él mismo era un poco escéptico con el rock, pero también de una mente abierta y no se opuso a que se hiciera el concierto”. 

De la Casa de la Cultura al Auditorio Municipal

Al inicio BB King se iba a presentar en la Casa de la Cultura, pero por motivos que ya nadie recuerda muy bien se movió al muladar llamado Auditorio Municipal. “Un lugar pésimo para un evento de ese nivel; estaba el teatro Ocampo, por ejemplo, con buena acústica, pero no se tomó en cuenta”. 

Con todo y las adversidades, el norteamericano se subió a una improvisada tarima del Auditorio. “Estaba vestido de blanco, con su inseparable guitarra Lucille, que era su musa inspiradora”, dice Munguía, quien recuerda que se cobró una cantidad simbólica para verlo en directo, pero a final de cuentas la puerta estaba abierta “y todos entraban y salían, como si fuera una kermés”.

En una época donde todo era muy fácil, al Audi entraron vecinos de la colonia Ventura Puente, Obrera, Santiaguito o Capuchinas sin mayores retenes de seguridad. Hubo quien prefirió estar afuera bebiendo caguamas mientras adentro la leyenda seguía con el blues más triste del mundo. 

“La verdad es que nadie apreció ese concierto, fue un evento más de domingo, con un sonido horrible”, dice Salvador, con mucha dosis de incredulidad.  “Es una pena, porque BB King está a la altura de grandes leyendas como The Rolling Stones, Elvis Presley o The Beatles, personajes que revolucionaron al mundo del rock”. 

Luego, BB King llenaría el Auditorio Nacional en la Ciudad de México, donde sí supieron de quién se trataba.

Epílogo

En Guanajuato se siguieron presentando leyendas de la música. Ella Fitzgerald en 1979 y Ray Charles en 1980 son solo un par de ejemplos. En Morelia nunca lo ha hecho una figura internacional vigente.

A menos que se crea que Luis Miguel es nuestro BB King.

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