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Capitán Pijama en acción

Por Chito Wett

El principal motor de la música electrónica en México arrancó a mi muy particular punto de vista en los años 70; pocas bandas y artistas claves son recordados y reconocidos por la incipiente escena electrónica, que se ha preocupado más por aspectos retóricos que por aspectos técnicos.

Jesus Bojalil, mejor conocido como Capitán Pijama, fue uno de esos personajes que se atrevió a desafiar el estándar de cómo hacer e interpretar canciones: usando sintetizadores, cajas de ritmos y máquinas de efectos; que en esos ayeres era un acto casi ofensivo para las cuadradas mentes que solo concebían como música alternativa al Rock & Roll, y bandas como Kraftwerk, Neu o Silver Apples apenas eran reconocidas por melómanos.

Su primer escupitajo hacia la cultura establecida se dio en los 70 con su banda Como México No Hay 2, en honor al  slogan de la política mediática de esos días. Además, tuvo otra banda: Los Pijamas A go-gó, en la que el cantante era el famoso curador mexicano Guillermo Santamarina.

Entre otros, también trabajó con uno de los íconos del rock mexicano: el Dr. Fanatik.

El Capi, como le llamamos de cariño los fans, se adentró de lleno a seguir produciendo música siempre en la misma línea visceral y vanguardista, pasando por el techno, la psicodelia, noise y electrónica con grupos como Los Pijamas A Go-Go (1980), El Escuadrón del Ritmo (1982),  Groovy People And The Love Freaks (1989); y a partir de la década de los noventa, reside en California y regresa a México para seguir produciendo hasta el día de hoy una cantidad industrial de discos en proyecto solista y realizando diversas presentaciones conjugando tecnología audiovisual.

Podría escribir muchas líneas más de sus últimos trabajos actuales, de su producción en el escenario como en sus discos, de sus influencias Dada, o de cómo aporta su grano de arena queriendo lograr un cambio en nuestro país a  través del arte, la filosofía, la política o la religión; pero no me gusta quitarle la labor al Wikipedia, mejor te invito a que te unas a los Chipotles Espaciales porque con el Capitán Pijama es imposible flotar en el espacio, es ser jalado por un hoyo negro a otra dimensión más onírica que tangible, más aguda que complaciente, más honesta que pretenciosa.

En verdad les digo que si eres un melómano; o mejor aún, dices ser amante de la música electrónica y no asimilas o reconoces el trabajo del Capi, tira tus discos y tus aditamentos de DJ, porque quien no conoce la historia musical de su país, está condenado a escuchar lo que le dice Beatport.


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