Por Reveco Gallo
Llevo más de 40 minutos en este sitio y ya me arrepentí de no haberme drogado antes de entrar a un lugar que se encuentra lleno de hipsters, posers, fresi-rockers y demás personajes tan variados para ver a una banda que perdió su esencia después del segundo disco.
Y es que antes ver un concierto de Zoé era llenarse de fiesta, de muchachas dispuestas a todo, de ver a un vocalista que estaba perdido en las drogas y ahora no es más que un acústico aburrido, lineal y con breves chispazos rescatables.
De no ser porque yo vengo con una chica que trae un vestido ajustadísimo acompañado de unas medias de encaje y unas botas que resaltan su figura de una forma inigualable, todo se habría ido al carajo desde el principio. Y es que llevar a una mujer a un concierto de una banda de moda que ha lanzado un álbum que MTV puso de moda te da muchos puntos para después rodearla de caricias, besos y abrazos, después de besos, luego caricias, luego besos otra vez y así sucesivamente hasta que ella te dice: ¡Me encantas Reveco!
Bueno bueno, regreso a lo principal, venir a un concierto de Zoé durante la gira acústica se ha convertido en una serie de enunciados llenos de adjetivos calificativos, compuestos y aseveraciones que a muchos de sus fans buena onda les molestará:
- Zoé se ha convertido en una banda aburrida.
- La mayoría de las personas que han asistido a la gira lo han hecho por decir: YO FUI A LA GIRA DE ZOÉ BROTHER! (o en su caso wey)
- Ver a León (que por cierto antes era mi compañero de línea) sobrio, bailador y tranquilo no es nada divertido.
- Creer que Zoé ha cambiado la historia del rock mexicano con este nuevo disco es más erróneo que pensar que México va a ganar la Copa América
- No hay nada peor que soportar la música del pedante de Chetes
He de confesar, que antes a mí me gustaba mucho la banda, inclusive los llegue a ver varias veces en distintos lugares del planeta, incluyendo la primera visita a la ciudad de Morelia aquel 30 de septiembre del 2002 cuando a León Larreguí lo orinaron en la cara después de pasarse de lanza con un compa que se vengó de esa forma cuando él se encontraba tirado en el piso de lo pedo-drogo que andaba en aquella ocasión.
A pesar de todo eso hay cosas rescatables, pocas pero las hay y se las comparto a continuación:
- La apertura de LeBarón
- Lo “antojable” que se ve Lo Blondo a pesar de su pérdida de peso tan radical
- La buena interacción de 20 músicos en el escenario
- Las mujeres hermosas que hay en el público
- Y por supuesto, la mujer con la que yo vine.
Es más, ya mejor me voy con esta mujer que ESTÁ DISPUESTA A TODO, mientras la mayoría del público cabecea del aburrimiento de este concierto.
P.D. La primera foto es de su primera visita a Morelia (a XO)