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Dear Johnny, a tribute to Cash

Este viernes 12 de septiembre se cumplen once años de la muerte de The Man in Black, Johnny Cash, es por eso que esta semana recomiendo un excelente disco con sus mejores canciones pero interpretadas por músicos de country, punk, rockabilly y psychobilly

Dear Johnny- A tribute to Cash

Por Jorge A. Amaral

Me refiero a Dear Johnny, a tribute to Cash, de 2004. Este álbum recoge las más conocidas canciones de Cash y no es raro que bandas de rockabilly le hayan entrado a versionarlas, pues es complicado hablar del género sin Cash, ya que él siempre estuvo en esa delgada línea entre el country, el góspel y el rocanrol.

El disco abre con Dale Watson interpretando ese country titulado “Guess things happen that way”, que es una auténtica joya pero sólo el preámbulo, pues con el segundo track, a cargo de The ScotchGreens, “There you go”, la cosa se pone animada al escuchar esos coros etílicos, cargados de whisky.

Supersuckers nos regala una interpretación country pero bastante rocanrolera de “Mean-eyed cat”, una historia muy al estilo Cash. Y hablando de historias al estilo de Johnny, no podemos esperar un buen tributo sin la respectiva versión del clásico de clásicos de este maestro: “Folsom Prison blues”. Este tema nos muestra es ese Johnny Cash que es un tipo duro, que mató a un hombre sólo para verlo morir (“a real gangsta”, diría Snoop Dogg al referirse a Cash).

Imagen: www.billboard.com

A este tema se le ha hecho una gran cantidad de versiones, incluso recuerdo una en spanglish con el acordeonista texano Mingo Saldívar (bastante agradable, hay que decirlo), pero Stevie Tombstone extrae esa esencia de cowboy expresiva pero sobria que Cash siempre tuvo.

Si quieres entrarle al rockabilly debes abrirle tu corazón a Johnny Cash y escuchar “Orange blossom special”, a cargo de Deadbolt, en la que el contrabajo se torna apabullante entre aullidos, una batería cargada de precisión y una guitarra que parece romper un cielo nocturno… una de las cosas más logradas y hermosas de este disco, tan es así que ya estoy buscando más material de esta banda.

Como una especie de afrenta se presentan los Beverly Killbillies en una versión un tanto industrial de “Wanted man”, pero como la rolita se torna algo pesada y con un arreglo apabullante de sintetizadoras, se vuelve interesante para escucharse detenidamente, tratando de extraer cada sonido, y al hacerlo, nos damos cuenta de que todo está ahí por una razón, que si suprimiéramos uno solo, ya no sería lo mismo.

Regresando a los orígenes, en “Cry!, cry!, cry!”, de 1955, la primera que Cash grabó, Kings of Nuthim’ recrean ese rocanrol de los 50 a la perfección, un rock para bailar y divertirse, no más, lo mismo que en la interpretación que Jesse Dayton hace de “Doin’ my time”.

Del rockabilly apegado a los 50 pasamos al psychobilly con la versión que de “Flesh & blood” hace Concombre Zombi, lo que da por resultado una canción agresiva, fuerte y divertida, como este subgénero suele ser y que es la tónica para el tratamiento que Satan’s Teardrop le dan a “I got stripes”.

El disco cierra como empieza, con el country en su pureza, y es que la versión que Todd Stedman hace de “Hey porter”; la deliciosa “I walk the line” en la excelente voz de Hot Rod Lincoln, y la que cierra del disco, “The man in black”, a cargo de South Austin Allstars (esta última como track oculto), nos remontan a un Johnny Cash siempre desenfadado, amante de cantar en las cárceles, enfundado en sus abrigos negros y con ese halo de tipo rudo que lo hacía enigmático y encantador. Salud por Cash, salud por The Man in Black.

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