La experiencia de leer está cambiando. Hoy, niños y adultos no se conforman con los textos tal como los conocemos, sino que buscan experiencias tecnológicas que brinden algo más que la lectura tradicional. Atenta a ello, la editorial Serpentina comparte su formato impreso con aplicaciones para la tableta electrónica iPad y ha comenzado con dos de sus títulos estelares: ¡Mirar las casas! y Soy un río, autoría de María Luna y José Luis Vicent, respectivamente.
La app de Soy un río está pensada para adentrar niños en edad preescolar con ciertos conceptos básicos de tiempo, espacio, tamaño y colores, además de entretenerlos por largo tiempo a través de la estimulación de sus facultades. En tanto, la obra de María Luna es parte de la colección Mirador, y enseña, a través de la rima, a conocer e identificar objetos, formas y colores del entorno, así como al paulatino reconocimiento de las letras y los números por parte de los pequeños.
La presentación pública de las aplicaciones tuvo lugar la mañana de este martes en el Planetario de Morelia, hasta donde se trasladaron niñas y niños del Conservatorio de las Rosas, quienes pudieron “picarle” a las tablets y comprobar la transformación de papel a la pantalla touch.
Editorial Serpentina nació en 2004 con el propósito de contribuir a la educación y recreación de niños y jóvenes y cuenta con siete colecciones: Caja de herramientas, Corazón contento, Farola, Inventario, Mirador, Palabrario y Sputnik.
El desarrollo de las aplicaciones corrió a cargo de Manuvo, empresa michoacana que debutó con una de las apps más descargadas en México: Blanco, una interfaz dedicada al poeta Octavio Paz, a la que después se sumó Muerte sin fin, poema de José Gorostiza.
Pero la parte visual no puede caminar sola, así que la música para ambas aplicaciones ha corrido a cargo de personal del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras, uno de los núcleos de investigación y producción sonora más destacados de América Latina con sede en Morelia.
La editorial Serpentina siempre ha privilegiado el diseño gráfico y artístico en sus publicaciones, por lo que se ha rodeado de creativos que entienden muy bien el sentir de los niños y adolescentes, quienes constituyen su perfil de lector. La misma razón es la que hoy los lleva a incursionar en lo digital, “porque podemos llegar a cualquier parte del mundo”, asume su directora, quien reconoce que el Internet provoca más atención, lectura y comprensión de los niños. “El libro impreso no va a desaparecer, pero la tecnología no sólo te permite diseñar ejemplares digitales, sino subir catálogos en línea para que desde tu casa ordenes un libro tradicional”.
Cada una de estas aplicaciones tiene un costo de 24 pesos y se podrá descargar próximamente desde la Appstore con los títulos de ¡Mira las Casas! y Soy un río.