Francisco Valenzuela / Víctor Ruiz
Ricardo Bravo y Raúl Mendoza Flores son dos incansables promotores del rock mexicano. El primero es un periodista especializado que ha trabajado para medios nacionales e internacionales, mientras que Raúl, también conocido como el Súper Fan, es un convencido de que este género no ha muerto. Ambos fueron invitados a las Sesiones Púrpuras de la Sala Abasolo en Morelia, momento que aprovechamos para charlar sobre este complicado momento que vive el género.
¿En qué momento ubican al rock mexicano en la actualidad?
Ricardo Bravo: No es una situación particularmente favorable. Nos está avasallando el reggaetón y los corridos tumbados. Pero creo que, a pesar de eso, ya se hizo un trabajo durante mucho tiempo por gente que mantiene unas bases muy sólidas. Entonces, igual estamos un poco replegados. Ahora hay que mantenerse fuerte y tratar de llegar a la mayor cantidad de gente que puedas para esperar quizá un momento mejor y que podamos repuntar un poco más.
A mí me ha tocado estar en el momento idóneo y en el lugar idóneo. En el momento en el que todos salimos de las coladeras y que de repente dijimos: ¿qué es esto? Esto está muy bonito, no se parece a las coladeras. De ahí a la entrada a la radio, a la televisión, a ver todo lo que estaba sucediendo con el arribo de esta generación de bandas que a finales de los 80 llevó el rock mexicano a los medios masivos.
¿Cómo ha cambiado el papel de las disqueras?
Raúl Mendoza: Las disqueras sólo están para el mainstream y para eso te hablo de que tienes que tener mínimo 10, 15 años de trabajo. Detrás de ese trabajo tú tienes que estar con un mánager, con una estrategia sumamente comercial para poder llegar a él. Y te lo juro, de mil bandas que hay en México, una o dos si acaso coquetean por ahí. Las disqueras de hoy, si no eres Zoé, si no eres Café Tacuba, no vendes. Desgraciadamente hay que hacer música de corazón, hay que descubrir.
¿Cómo enfrentar este nuevo mercado, donde los discos físicos prácticamente desaparecieron?
Ricardo Bravo: Estamos en la era desde hace un buen rato de las plataformas digitales. Pero hay otras herramientas que puede tener una banda para monetizarse. Obviamente, hacer un buen trabajo en redes sociales y hacer un buen trabajo también en la vida real, porque hay gente que piensa que con que trabajes muy bien tus redes ya estás del otro lado, pero también debes estar buscando foros para estar tocando y tener ese encuentro con la gente. Conforme tus números van subiendo, puedes llegar a tener una cierta repercusión en una ciudad, en un estado, en el país, o incluso fuera del país.
Es importante que tú capitalices lo más que puedas, si eres una banda independiente como la inmensa mayoría de las bandas. Incluso bandas ya muy importantes siguen siendo independientes al día de hoy. Entonces, ¿cómo lo puedes hacer? Pues eso, ese aspecto del merchandise es muy importante.
Raúl Mendoza: Antes por el disco pasaba todo, todo era alrededor del disco porque era de lo que ibas a vender miles y miles de copias. Ahora ya no, ahora todo está centrado en las reproducciones. Pero si tú ya tienes un número de fans medianamente importante, procura ver la manera de cómo hacer playeras, cómo hacer discos, porque tus fans lo van a querer. Un fan lo que quiere es justamente acercarse a la banda y sentirse cerca. Ahí es donde Spotify es muy lejano, es frío, porque abres tu celular y observas que ya no hay algo tangible. En cambio, acá pues abrazas el disco, lo ves, ves las letras, ves quién grabó en cada rola.
¿Qué están viendo en la escena actual del rock mexicano? Pareciera que hay una enorme brecha generacional.
Raúl Mendoza: Son varios factores. Aquí en México no hay una industria de management y en los medios no hay apertura porque se enfocan en la música comercial. Muchas veces tienes tu disco y no sabes qué hacer, o tienes tus rolas, tus seguidores y tampoco sabes qué hacer. Es como un tope, por lo que necesitamos varios factores para que ese tipo de bandas crezcan, pero todo el mundo empezó así: Caifanes, Maldita Vecindad, cualquier banda que me menciones de mainstream ahorita, así empezaron. Muchos dicen: ¿cómo le hicieron?, pues trabajando, echándole ganas, creyendo en su proyecto, porque sí se puede vivir de la música.
Quizá todas estas bandas que todavía lograron ser headliners aprovecharon un hueco que se abrió en el mejor momento que ha habido para el rock mexicano. Un momento donde hubo mucha exposición en TV, con programas de videos, en la tele abierta, en la radio donde podías escuchar más rock en español del que puedes escuchar ahorita. Ahí creo que se abrió un boquete, un hoyo negro que chupó a algunas bandas y se cerró.
Ricardo Bravo: Pero quedaron muchas cosas de las cuales no es que hayamos vuelto a las coladeras, sino que realmente hay una infraestructura, hay festivales, hay maneras de trabajar y hay una escena que ya no es tan subterránea, que sí llega a una cantidad importante, aunque no masivo como en otros años.
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Contrario a lo que muchos piensan, la radio es muy importante, pues a diferencia de Spotify, donde me quedo con mis mismos grupos, en una estación de radio me van a tocar a un clásico, puedo escuchar a un grupo que se llama Soda Stereo, Radio Futura, y digo: ¡suenan poca madre!, como lo que le pasa a los chavos que oyen por primera vez Metallica o Guns N’ Roses. Son fenómenos que se han dado, como lo que ocurrió con Metallica y Stranger Things.
Tristemente, a muchos chavos no les gusta el rock, a lo mejor a nosotros nos puede sonar raro, porque llevamos muchos años oyéndolo, pero es increíble que al día de hoy, chavos de 14 o 15 años nunca han oído rock, porque sus papás oyen corridos tumbados o a la Banda Limón. Realmente nunca han estado en medio de dos bocinas oyendo una guitarra eléctrica. Hay que buscar llegar a eso porque es abasallante la maquinaria del reguetón, el corrido tumbado y toda esa música comercial que capta a un montón de gente que podrían ser potenciales seguidores del rock si lo escucharan.
¿Ustedes perciben que a las bandas de provincia les cuesta todavía más? Porque de repente todo se centraliza en Ciudad de México, ¿perciben que es así?
Raúl Mendoza: Sí, pero no es imposible, aquí la onda es que las bandas se abran, busquen, trabajen, y no nomás sus redes sociales, no sólo sacar el disco, no sólo tocar en su ciudad. Vayan, busquen, yo siempre he intentado hacer intercambios, la onda es que si yo voy a CDMX, la banda que me lleva a CDMX la tengo que traer a Morelia, y si voy a Monterrey, la tengo que traer a Morelia. Si en un momento la banda quiere, puede. No es de “no sé con quién conectar” porque con las redes sociales salen todos los contactos.
¿Cómo está la situación del periodismo musical, sobre todo el periodista de rock, todavía tiene cabida en los medios?
Ricardo Bravo: Pues yo creo que es un reflejo de lo mismo. A mí me tocó ser miembro fundador del periódico Reforma y recuerdo que mi primera colaboración fue una columna de dos cuartillas hablando de Re, de Café Tacuba, que estaba saliendo. Pero ahora las noticias en los periódicos importantes, casi en cualquier medio, tienen que ser notas súper chiquitas, media cuartilla y eso limita mucho.
Me cuesta hablar mal de las nuevas generaciones, pero es un hecho que a nosotros nos costaba muchísimo poder encontrar información, teníamos que tener algún amigo que tuviera revistas de Argentina o de Estados Unidos. Ahora me ha tocado ver bandas que hacen tours de medios y llegan a una entrevista con unos chavos cuya primera pregunta es: “¿qué tocas?”, una banda que tiene 15 años, que tiene seis discos, que gogleas el nombre y te sale toda la historia. Desafortunadamente se ha combinado todo para tener un momento a nivel periodístico muy complicado para el rock.