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Elis Paprika y Mooi en Morelia

El pasado fin de semana Elis Paprika, Renee Mooi y Los Hollywood ofrecieron un concierto íntimo en Morelia. Te compartimos una breve crónica.

Elis 1
Fotos de Edgardo Leija

 

Por Francisco Valenzuela

Esta crónica debió escribirse hace casi un año, cuando por primera vez vi a Elis Paprika tocar en vivo. Fue en Cactux una noche de marzo, y antes de subir al escenario Elis se acercó a donde me encontraba, junto a Omar Arriaga y Sergio Martínez, un par de amigos que tienen pasado de pandilleros, por decir lo menos, pero que ahora son ciudadanos ejemplares.

Nos pidió una fumada y comentó algo, pero le dimos poca importancia porque ignorábamos que se trataba de la estrella de la noche. Cuando la vimos cantar solo nos quedó aceptar que nos estamos quedando rezagados respecto a las nuevas propuestas del rock nacional, pero creo que en general nos gustó su actuación.

Al terminar, salimos a la calle y Omar se pasó un alto, la policía nos detuvo, Sergio convenció a los guardianes del orden de dejarnos ir sin pagar siquiera una mordida y pocos días después me fui con Omar a Playa del Carmen, para hacer una cobertura del Festival de Cine de la Riviera Maya. Ese fue el pretexto para no poder hacer la crónica sobre el concierto de Elis, pero casi un año después regresó al mismo lugar y ahora sí van las impresiones.

A diferencia del año pasado, la afluencia de público fue escasa, y es que la chavala también tocó en la pasada edición de La Yoshokura, lo que quizá ya la sobreexpuso a esa pequeña pero entregada fanaticada moreliana.

Antes, vimos actuar a Renee Mooi y su banda, toda una revelación debido a su propuesta indie-alternativa, donde los guitarrazos combinados con su potencia vocal dan un resultado efectivo y contundente. Bastó poco más de media hora para que se ganara el aplauso de los fans, pues proyecta esa sensualidad de la chica guapa que además trae un concepto musical muy bien desarrollado, incluso podríamos decir que misterioso.

Habrá que verla con toda su banda, pues su EP contiene sonidos de teclados, cuerdas y detallitos que por ahora se resumieron en guitarra, bajo y batería, más un megáfono que explaya todo.

(Parece que antes tocaron Los Hoolywood, pero ya no los alcancé a ver)

Así llegó el momento de Elis Paprika y Los Black Pilgrims, cuando el reloj ya marcaba la 1:30 de la mañana. ¿Por qué son tan tarde los conciertos que organiza Indie Life? En fin, la chica subió y como de costumbre incendió el lugar con su rock muy reivindicativo, anotando que “nos faltan 43 y un chingo más”, y que como ya era 14 de febrero, regalaría amor a todos los presentes.

Su forma de amar se escurrió con temas como I want you y No me van a callar, que dejan ver su lado más ponchado e ideal para que la chaviza salte emocionada, en contraste con canciones como No es amor y Canción de amor para los tres, que son la pura muestra de que se puede hacer pop sin caer al vacío de lo comercial y momentáneo.

Paprika, que ya cumple una década en los escenarios, sabe manejarse muy bien como frontgirl, contagia incluso a quien nunca la haya escuchado y tiene esos detalles como bajarse a cantar en medio de todos, abrazar a medio mundo y en general romper esa barrera entre el artista y sus fans.

Este concierto formó parte de todo un movimiento encabezado por Elis donde la acompañan mujeres rockeras como las integrantes de Descartes a Kant, Vanessa Zamora y la misma Rene Moi, demostrando que las nenas rifan en una escena mexicana que no parece tener mucho de donde elegir.

Cumplido el toquín, los miembros de Cactux nos invitaron a huir del lugar, pues ya no eran horas de estar rockeando. Una vez más Omar tomó el volante, pero esta vez no se pasó ningún alto y por ende ninguna patrulla nos detuvo. Eso sí, el resto de sus acompañantes dijeron dirigirse al Sirenas, uno de los tables más tentadores de la Morelia madrugadora.

 

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