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Entrevistamos a Sabino, el MC que quería ser rockero

Dueño de una lírica inteligente, lo cual no es nada fácil de encontrar por estos tiempos, Sabino es el MC que un día decidió mandar al diablo su trabajo godín para dedicarse a lo que más le gusta: la música. Y lo hace bien; tanto es su sello personal, que en vez de hip hop lo llama Sab-Hop, temas salpicados de ironía, sarcasmo, humor negro y una ácida crítica social.
—Estudiaste diseño gráfico y te dedicas a rapear; te lo pregunta alguien que estudió economía y se dedica al periodismo. ¿Qué le pasa a estas generaciones que son tan versátiles, por decirlo de alguna manera? —le pregunto, para abrir la conversación.

—En mi caso estaba aburrido, estancado en un trabajo de oficina que me absorbía todo el tiempo, porque yo estudié diseño gráfico por la parte creativa, pero no creaba nada, solo obedecía las ideas de otros. Un día decidí echar un volado y ahí seguí, de godín, sin escribir rolas, sin hacer nada, hasta que entonces me harté y me salí del trabajo, me refugié en casa de mi mamá, no aportaba nada de dinero, pero me aguantó, y entonces me propuse escribir muchas canciones, así fue como comenzó todo esto.

Y te va bien, lo cual no creo que sea pura suerte. ¿Cuál ha sido tu método de trabajo, la disciplina que te impones?

Cuando me salí de trabajar caí en la cuenta de todo el esfuerzo que hacía para otras personas, es decir, madrugaba, llegaba puntual, cumplía metas… Y entonces me propuse seguir igual pero enfocado a mi proyecto, me puse la meta de escribir todos los días, de hacer videos, de aplicar mis conocimientos profesionales para todo eso. Ha funcionado, han salido muchas rolas y la gente se ha identificado con ellas, porque hablan de cosas cotidianas, de lo que le sucede a cualquiera.

Juegas con el humor negro, con lo políticamente incorrecto, y por extraño que parezca, estamos en un momento donde la gente en redes sociales anda muy persignada, toma muchas cosas a mal. ¿Has tenido problemas por este tipo de letras?

Todo el tiempo; no soy de los que pasen mucho tiempo en redes, pero basta con un día mirar los comentarios en Facebook o YouTube. No me preocupa, al contrario, creo que es publicidad, más cuando comienzan a compartir los videos para criticarlos. Creo que sí, la gente se clava y no sabe distinguir la frontera del humor, y discutir al respecto a veces es inútil, porque nunca los vas a convencer de que alguna letra fue hecha con sarcasmo, jugando. El problema de las redes sociales es que todos nos sentimos dueños de la verdad, creemos que tenemos la autoridad y el conocimiento para hablar de lo que sea, para juzgar a quien sea.

¿Y para este sentido del humor ha influido algo más que tu propia personalidad? ¿Lecturas, cine, algo más?

Sí, claro, todo influye, me encanta la lectura y el cine, pero las letras me salen más por lo cotidiano, por el día a día. En ese sentido tal vez mis canciones tienen fecha de caducidad, porque tratan de temas muy actuales que a lo mejor en el futuro ni se van a entender. Es un riesgo, pero de momento ha sido divertido y le gusta a los fans. También escribo otras cosas, no solo rolas, pero de momento las hago solo para mí, soy de esa vieja escuela, de los que escriben en libreta, aunque luego caes en cuenta que eso es más romántico que práctico, jaja.

Otro tema que criticas en tus letras es el purismo, el hecho de que la gente se cierre a ciertas ideas, que elija entre ser rockero o hiphopero, pero no ambas cosas.

Pasa siempre, aunque creo que no tanto como antes. Justamente en Sab Hop hablo de que El Personal es una de mis grandes influencias, una banda tapatía que hacía excelentes canciones, que tenían un gran sentido del humor. Para nada hacían rap o hip hop, pero es la actitud, el desenfado lo que a mí me marcó, eso y muchas cosas más de música que me mostró mi padre, con lo cual crecí y por lo cual soñé con ser rockero, como también digo en esa canción.

Estamos en tiempos electorales. ¿Existe algún candidato o partido que te guste? ¿Tienes definido tu voto?

La cosa con la política es que solo nos involucramos cuando hay elecciones, y después desaparecemos, no exigimos nada, dejamos que los políticos hagan lo que quieran. Acá en Guadalajara ya empezó el ruido, la gente que va para un lado o para otro, pero mi pregunta siempre es: ¿Y luego? Ahí es donde nos tendríamos qué poner cabrones, en exigir durante los gobiernos, no solo en tiempos de elecciones.

 

 

*Foto de portada: Tomada de la Fanpage de Sabino

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