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Esta es la carta que la comunidad artística le escribió a Peña Nieto

Ante los recortes presupuestales que en materia de cultura ha dispuesto el gobierno federal, varios integrantes de la comunidad artística enviaron una carta al presidente Enrique Peña Nieto y parte de su gabinete.

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Entre los abajo firmantes aparecen figuras muy conocidas y mediáticas como Alejandro González Iñárritu, Damián Alcázar, Irene Azuela, Gael García Bernal, Mario Bellatin, Héctor Bonilla, Gil Cerezo, Guillermo Fadanelli, entre muchos otros.

Aquí el comunicado íntegro:

 

Quienes decidimos firmar la carta por la restitución del presupuesto de cultura formamos parte fundamental y activa de la cultura mexicana, como artistas visuales, galeristas, curadores, críticos, actores, cineastas, arquitectos, escritores, músicos, promotores de arte, funcionarios culturales y estudiantes de las distintas disciplinas artísticas. Alrededor de esta solicitud se ha unido una diversidad de personas con las que compartimos la profunda inquietud ante la insuficiente atención a la cultura en nuestro país y a la falta de unas políticas públicas claras en esa materia.

Es importante señalar que no representamos a la comunidad cultural en su conjunto y tampoco formamos una instancia de presión o lobby con intereses particulares. Aunque la comunidad cultural es algo mucho más amplio y complejo, sí creemos que nuestras demandas y nuestros problemas son compartidos por muchos de los sectores culturales no sólo en la Ciudad de México sino en toda la República.

El arte -al igual que todas las manifestaciones de creación- es uno de los elementos fundamentales que posee el hombre para oponerse a la violencia y a la degradación política e institucional y esta es la razón por la cual hemos sumado esfuerzos para demandar a las autoridades que sea restituido, de manera inmediata e íntegra, el presupuesto asignado al sector cultural que, como parte de las “medidas preventivas” anunciadas por el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, para el año en curso, ha sufrido un recorte de magnitudes preocupantes.

Somos conscientes de que otras áreas de la vida nacional han sido igualmente afectadas por la revisión al gasto público que se ha hecho para enfrentar “las condiciones desfavorables de la economía mundial”. No obstante, en materia de cultura, este ajuste presupuestal está afectando de manera sustancial el pleno desempeño de nuestras instituciones culturales, que ahora se enfrentan a un alarmante panorama en el que los programas de trabajo y las actividades que dan a estos órganos pleno sentido, así como las plazas de trabajo de muchos profesionales, están seriamente amenazados.

Se ha visto de manera reiterada en otros casos similares, que los esfuerzos de los países por contrarrestar los desajustes de la economía global sólo con medidas de austeridad están condenados al fracaso si no van acompañados por una inversión considerable en educación y cultura, pues todos los estudios apuntan a que el desarrollo de una nación pasa por elevar el nivel educativo y cultural de sus ciudadanos. Nos parece, por tanto, que la cultura, lejos de ser algo accesorio o frívolo constituye no sólo un motor del crecimiento, sino un espacio de resistencia ante la violencia y ante la grave situación política y social.

La cultura también es el espacio en donde la identidad y la creación se despliegan y donde la imagen de nuestro país adquiere un rostro tanto al interior como al exterior. Históricamente, las artes han sido ese rostro con el que nos mostramos ante el mundo y establecemos un diálogo y una apertura hacia las demás culturas, como una nación plural con un enorme legado del pasado pero también como un país con una fuente inagotable de creatividad y de proyección hacia el futuro.

En el contexto actual del país ha sido alarmante para muchos de nosotros constatar que las autoridades, en lugar de proteger y proveer de mayores recursos las actividades culturales y potenciar uno de los mayores legados, hayan decidido abandonar a su suerte las instituciones que han tomado décadas consolidar y que constituyen parte esencial del desarrollo, no sólo cultural sino económico de este país y es por ello, que hemos tomado la iniciativa de actuar y comenzar a trabajar para que las autoridades y los funcionarios al servicio de la defensa de las instituciones y del bienestar de todos los mexicanos recapaciten.

 

Documento registrado el día 19 de mayo de 2015.

 

En términos del derecho de petición consagrado por el artículo 8vo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los abajo firmantes, profesionales y miembros de la sociedad civil nos dirigimos a usted y a los funcionarios competentes para expresar el desacuerdo de la comunidad artística con los recientes ajustes al presupuesto destinado a los programas e instituciones públicos culturales.

Somos conscientes de que medidas similares han afectado otras áreas de la vida nacional, sin embargo la magnitud de los recortes en materia de cultura pone en riesgo las actividades sustantivas del sector y afecta directamente a la conservación, investigación y difusión del patrimonio cultural de la nación; así como a la producción y educación artísticas de México. Los despidos de personal especializado, la cancelación de exposiciones de artistas nacionales e internacionales y de proyectos educativos no sólo contribuyen a debilitar el frágil tejido social, sino que perjudican la imagen de México en el extranjero.

La cultura, como uno de los derechos humanos garantizados por el Artículo 4to de la constitución, es un factor decisivo en la búsqueda de una mejor calidad de vida y de una convivencia armónica entre los habitantes del país; un garante de la libertad y el desarrollo democráticos y una herramienta fundamental para superar la pobreza y la inseguridad.

Por todo lo antes señalado, demandamos a las autoridades correspondientes se restituya, de manera inmediata, el presupuesto asignado al sector por el poder legislativo.

Todas las firmas en este link.

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