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¡Feliz cumpleaños, Papi Saicos!

Ni los Sex Pistols ni The Clash; ni The Ramones ni Blondie. El punk, esa música sucia, ese hermano pandillero del rock, surgió en el Perú de los sesenta, cuando una banda de amigos se dieron cuenta que eran malos para hacer covers de los Rolling Stones y decidieron crear sus propias canciones. Años después las fuerzas imperiales le daban el crédito al Reino Unido, pero el padre de todo esto fue César Castrillón, «Papi Saicos», el inventor de himnos como Demolición y ese delirio llamado El entierro de los gatos. Este 15 de julio fue su cumpleaños.

Por Mixar López

El Punk es la última vanguardia del Siglo XX, concebido en 1964, allá, en el bestial Lince de Lima, Perú; al romper con el elitismo de las agujetas de color de rosa, propias de la mayor parte de las “vanguardias” anteriores que se volcaban al cover y a la vaselina.

Saicos se salieron del tiesto, hicieron música sin ser músicos e hicieron “ruido” cuando fueron reconocidos como músicos. Saicos, bajo la dirección de César Castrillón (“Papi”), suministraron la capacidad a todo el mundo de realizar arte y música —sin mediadores, fuera y contra el mercado—, ya que demolieron, de manera anárquica, con todo tipo de arte e institución, y con los movimientos de vanguardia que hasta entonces había… inventando uno propio: EL PUNK.

Sobreviviente de esa vanguardia o jauría de gatos salvajes, es ‘Papi Saicos’, leyenda andante y conjugación activa, bastión de lo que significa ser (verbo) humano, lo que nos diferencia de otros conceptos, nuestra habilidad para reconocernos a nosotros mismos, como somos, agitadores, y de expresar nuestra singularidad canora y artística.

‘Papi Saicos’ contribuyó a un movimiento que sirvió para rebatir actitudes sociales que fueron perpetuadas en los años setenta, a través de la deliberada ignorancia del mass media. Saicos fue un proceso musical y humano de cuestionar y de comprometerse a la comprensión, que resultó en el progreso individual, y por extrapolación, se guiaría a un progreso social tanto en Perú como en todo el mundo, un proceso contramusical basado en la anarquía.

Cesar Castrillón echó abajo toda quimérica estación de tren totalitaria, lo felicitamos por eso y por más, en su 72 aniversario. Le rendimos tributo por abanderar una conmoción de verdad objetiva, esa experiencia compartida de ir a contracorriente. Castrillón sobresalió a Saicos y sobresalió a todo tipo de multitud, y eso es palpar la verdad de la experiencia.

Felicidades, padre, eminencia subversiva, última vanguardia, por hacernos creer que este mundo es lo que hacemos de él, que la verdad, el arte y la música provienen de nuestra comprensión anárquica de cómo son las cosas, no del ciego apego a formulas acerca de cómo deberían ser, y por enseñarnos a ser salvajes, aún más salvajes que el viento. ¡Enhorabuena!

*Ilustración: Correopola

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