Aunque Morelia es una ciudad con intensa agenda cultural, paradójicamente la gestión de este tipo de actividades no es nada sencilla, pues se carece de esquemas que apoyen a quienes proponen proyectos artísticos de mediano y largo plazo. Así lo demuestra una investigación de RedLab, Laboratorio de Gestión y Vinculación Cultural, cuyos resultados se dieron a conocer recientemente.
Encabezada por Gabriela Anguiano, directora de RedLab, y Laura Sofía Salas, esta investigación busca sentar un precedente en el campo de la gestión cultural, así como tender directrices para el trabajo de autoridades, academia y los propios gestores y promotores.
Los datos revelan una contradicción en el hecho de que se catalogue a Morelia como una de las ciudades con mayor oferta cultural en el país, con la realidad en la que se desarrolla el trabajo de los gestores y la difusión de las artes.
Existen espacios de formación artística, pero no de gestión cultural. El presupuesto público asignado al ámbito fluctúa con facilidad; para ello basta con revisar los presupuestos de ingresos y egresos anuales del municipio y del estado.
El estudio arroja que hay muy poca información académica relacionada al sector y la que se encuentra se enfoca más a las artes, a la preservación del patrimonio y la política cultural. Sobre cómo se administran los recursos, quiénes lo hacen, qué proyectos realizan, es decir, sobre gestión cultural, no existe casi nada.
¿Cómo entonces encaminar las acciones? ¿Cómo hacer más eficiente el trabajo? Son sólo dos de las preguntas que se busca responder con este trabajo.
Principales resultados
La muestra trabajada retoma las opiniones de 45 gestores y promotores y toma en cuenta variables como edad, género, lugar de origen, conocimiento de público meta, modalidad de gestión, remuneración, entre otras.
De los 45 gestores encuestados, 53% fueron hombres y 47% mujeres. La mayoría de ellos se encuentra en el rango de 30 a 39 años, conformando el 43% de total. En lo que respecta su lugar de procedencia, se observa que sólo un 40% proviene de Michoacán; el 60% restante proviene de otros estados de la República, destacándose entre ellos el Distrito Federal.
Con respecto a la razón que motivó a los encuestados a involucrarse en el ámbito de la gestión cultural, el 50% afirmó que son artistas y vieron la necesidad de abrir espacios para la exposición de obra.
El 49%, en sus inicios, no percibía ingresos por sus labores, mientras el 29% recibía remuneración por trabajo o proyecto, y sólo el 16% contaba con una remuneración fija.
En lo que respecta a las actividades que realizan los gestores culturales, las más frecuentes comprenden la creación y desarrollo de proyectos, la promoción y difusión, la planificación de actividades, así como funciones directivas. Entre las menos frecuentes se encuentran la formación, la evaluación de proyectos, la venta y la gestión de fondos.
El desglose de las fuentes de financiamiento demuestra que la mayoría de los gestores culturales financian sus actividades cobrando por talleres y cursos, adquiriendo fondos provenientes de becas y recursos de fondos públicos y cobrando por sus servicios.
En relación con el público meta de los proyectos, éste tiene una fuerte tendencia hacia el público en general, con énfasis en los jóvenes (20%) y adultos (15%). En lo concerniente a las colaboraciones, el 80% de los gestores culturales asevera colaborar con otros. Esta colaboración se da principalmente en la promoción y difusión de sus eventos. Le sigue en el desarrollo de proyectos en común y logística de eventos.
Sobre las dificultades que enfrentan en el trabajo, la mayoría de los gestores culturales seleccionaron como primera opción la recaudación de fondos, seguido por la falta de público, la publicidad y promoción, y la falta de espacios.
La investigación completa estará disponible a cualquier usuario a partir de este miércoles 29 de enero a partir de las 13:00 horas en la página web de RedLab.