Por Antonio H. Vargas
Por vez primera se presentó en tierras mexicanas la pareja de hermanos Anna y Arkadiusz Szafraniec, ofreciéndonos un recital con la extraordinaria Arpa de copas o Armónica de copas.
El arpa de cristal hace referencia a la antigua costumbre de frotar el borde de una copa para generar un sonido, e increíblemente el sonido emitido por éstas tiene una semejanza con las notas musicales.
Los artistas comentaron que el arpa que ellos tenían en el concierto es la más grande del mundo y que es la versión número cuatro, ya que han experimentado con otras. Esta arpa consta de 57 diferentes tamaños de copas, desde una diminuta que no excedía dos centímetros de altura hasta una muy grande
La sede del concierto fue en el patio central del Palacio Municipal de Morelia. Con un lleno total, los artistas invitaron a público a danzar con ellos por las inmensidades de los tiempos, ya que su repertorio va desde Bach, Mozart, Chopin, Tchaikovsky pasando por Libertango de Piazzola, hasta unas piezas que ha compuesto Arkadiusz Szafraniec para este instrumento.
Algunos de los datos curiosos que proporcionaron los hermanos polacos es que la Danza del hada de azúcar (Cascanueces), de Tchaikovsky, fue originalmente compuesta para el Armónica de copas, pero que en ese entonces no había buenos intérpretes para el instrumento y por ello tuvo que cambiarla. Además nos invitaron a cerrar los ojos y disfrutar de la música de cuatro manos que danzan por la superficie en el borde de la copas. Finalmente cometaron que algunos psicoanalistas como Freud utilizaban la música de este instrumento para obtener una concetracion más certera del paciente.
Sin duda, el debut de Anna y Arkadiusz Szafraniec en México ha sido un éxito; tener a artistas como ellos es sólo posible gracias a la gestión que el Festival de Música de Morelia “Miguel Bernal Jiménez” realiza, pero la parte técnica de éste debe poner atención en detalles minuciosos, ya que casi al final del concierto algunos cables de la iluminación decorativa que el Festival instala en el recinto hicieron corto circuito, dejando a oscuras el Patio central del H. Ayuntamiento de Morelia. Hubiera sido interesante que los artistas tocaran la parte final del concierto con la luz de unas velas de parafina que adornaban la escalera principal de dicho inmueble.