Por Claudia Daniela Casimiro
El cuarteto vocal New York Polyphony formó parte de la programación del 23 Festival de Música de Morelia (FMM) en 2011. Después de quince años, el ensamble regresó a la capital michoacana para una presentación en el Templo de San Agustín, concierto con el que se abrieron las actividades del último fin de semana del festival.
La agrupación estadounidense está conformada desde el 2006 por Geoffrey D. Williams (contratenor), Craig Phillips (bajo barítono) y los tenores Steven Caldicott Wilson y Andrew Fuchs. Este proyecto musical se enfoca en la interpretación de piezas antiguas pero dotándolas de un acercamiento contemporáneo, sin dejar de lado las composiciones que recientemente se han creado especialmente para ellos.
Entre las obras que ofrecieron en el programa se incluyeron las de la compositora italiana del siglo XVI Maddalena Casulana, quien además destacó en su tiempo como cantante e intérprete del laúd. Fue la primera mujer que tuvo un volumen impreso dedicado enteramente a su obra en el mundo occidental. No es un tema menor, de esto y un poco más platicamos con NY Polyphony.
¿Nos pueden contar algo sobre ustedes? ¿Cuándo y cómo surgió la idea de crear NY Polyphony
Geoffrey Williams: Yo soy el contratenor, Steven Wilson es tenor, Andrew Fuchs el segundo tenor y Craig Philips es nuestro bajo barítono. En 2006 éramos colegas en la ciudad de Nueva York, estábamos cantando en diferentes coros de iglesias y profesionales. Al final decidimos juntarnos para hacer esto, decidimos especializarnos en música antigua y también contemporánea que tuviera estilos similares. En estos 18 años hemos dado 400 conciertos y esta es nuestra segunda vez en México, pero también hemos pasado por 16 países y por casi todos los estados de la Unión Americana. Lo que nos gusta hacer es unir la música nueva con la antigua y eso es lo que vamos a cantar esta noche.
¿Cómo consiguen un balance entre los aspectos artísticos y los temas prácticos del día a día?
Craig: New York Polyphony se centra en el aspecto musical pero sabemos que también tiene un aspecto comercial. Además lo combinamos con otros trabajos y hemos cruzado los Estados Unidos en los últimos años haciendo otras cosas. Steve está asentado en Chicago y Andrew en Nueva York. Básicamente son una especie de mercenarios que se unen ocasionalmente a otros grupos, Jeff y yo estamos en las redes académicas, yo soy profesor de universidad enseñando voz y Jeff capacita a curas en un seminario en Wisconsin… pero básicamente esperamos el tiempo adecuado para reunirnos y hacer estas cosas juntos.
¿Qué características debe tener una obra para pertenecer al repertorio de NY Polyphony?
Andrew: De lo que se trata es tener un balance entre la música nueva y la antigua. En términos de la nueva música buscamos temas que dialoguen con la música antigua, que hablen el mismo lenguaje. También buscamos que nuestras propias voces estén en los rangos correctos, en sonido, volumen, en consonancia con las piezas. No sé si buscamos algo específico para incluirlo en el repertorio, pero pensamos encontrar nuestras fortalezas en cada una de las canciones.
El tema del 36 FMM son las mujeres compositoras, en el programa incluyen obras de Maddalena Casulana, ¿qué les gustó en particular de esta compositora?
Craig: Siento que desde hace un tiempo se ha renovado el interés en esta compositora, porque fue la primera de quien se publicó su obra en el mundo occidental. Pero esa no fue la única razón por la que la escogimos, ya que tiene piezas increíbles que merecen toda nuestra atención. También incluimos en el programa un juego de seis poemas japoneses de la compositora Akemi Naito, quien los escribió para nosotros. Se supone que se estrenarían en Japón, en un festival al que estábamos invitados, pero debido a la pandemia se canceló. Y aunque al final no se realizó el viaje a Japón, al menos recibimos estas piezas tremendas. Es muy bueno para nosotros incluir nueva música para diversificar nuestro repertorio, que de por sí ya cuenta con varios compositores masculinos.
¿De qué manera pueden presentar la música antigua de tal manera que conecte con las nuevas audiencias?
Geoffrey: Creo que lo más importante de este tipo de música es que no está producida, los únicos micrófonos que utilizamos son para grabar nuestras voces, no para amplificarlas, siento que esto es muy honesto y muy real, es la habilidad de compartir el sonido que hacemos. Pienso que eso es realmente atractivo para el público, no tocamos con instrumentos, solo son cuatro voces. Creo que somos capaces de decir muchas cosas en una hora y media de concierto, ya sea con un texto sagrado o con un poema japonés del siglo XXI, una métrica italiana o un sonido alemán del siglo XIX, tratamos de elaborar un programa de manera que apele a los sentimientos y que también nos diga un poco más de la experiencia humana, eso es lo que tratamos de hacer.
Andrew: Mucha de la música que cantamos cuando vamos a Europa o venimos a Morelia, está escrita para cantarse en este tipo de espacios. Pienso que es muy mágico interpretar esta música que fue escrita para cantarse y escucharse en iglesias y catedrales, yo siento que eso hace que sea más perceptible para la audiencia. De alguna manera es mágico que esta música llegue a las audiencias contemporáneas en los mismos espacios en donde fue concebida.
Traducción: Armando Casimiro Guzmán