Por Antonio H. Vargas
Las actividades del Festival de Música de Morelia (FMM) en su XXVIII edición ha sido muy arduas, por no decir intensas, entre ellas destacan la entrega de la presea Miguel Bernal Jiménez y el estreno de la obra de un compositor joven oriundo de Morelia.
El teatro Ocampo fue el escenario para dichas actividades. Primeramente, la ex directora del Festival Verónica Bernal entregó la presea a Susan Chapman, directora del Anglo Arts, y colaboradora en la última década del FMM.
Por su parte, la Orchestra of the Swan deleitó al público con un amplio matiz musical y es que su programa estuvo muy variado; abrieron con la Suit St. Paul´s, de Gustav Holts, obra escrita en 1912 pero publicada hasta 1922 que se compone por cuatro movimientos: Giga (Vivace); Ostinato (Presto); Intermezzo (Andante con moto); y Finale (Allegro).
Continuaron con Concertino Picoolino, del compositor inglés Alec Roth, contando con la colaboración de niños de la Orquesta de la Transformación Miguel Bernal Jiménez, donde estos dejaron claro que son muy talentosos.
El programa siguió con una obra de Edward Elgar: Introduccion & Allegro, que data de 1904 y es dedicada a S.S. Stanford, un profesor de la Universidad de Yale.
Después del intermedio venÍa la cereza del pastel, ya que se estrenaba la obra de un compositor moreliano no mayor de 32 años: Alejandro Basulto y su obra Jig Variations. El joven dio una explicación breve de lo que trata su obra que narra las aventuras de un danzante (basándose en las danzas irlandesas del siglo XVI) pero jugando un poco con ritmos latinos, tales como el regeaton, cumbias, quedradita, etc., la cuestión es que el danzante en nueve días tiene que llegar a donde se encuentra su enamorada y en ese transcurso baila, mezclando danza irlandesa y ritmos latinos para llegar a ella.
Para finalizar, la Orchestra of the Swan interpretó Concierto Grosso, obra del compositor Vaughan Williams con la característica de que está compuesta para tres grupos de cuerdas, reforzando la idea la música barroca, además, es una pieza que se compuso para celebrar el aniversario XXI de la Asociación de Escuelas Rurales de Inglaterra. Para ello, los invitados se hicieron acompañar por los niños de la Orquesta de la Transformación Miguel Bernal Jiménez, músicos del Conservatorio de las Rosas, la Facultad Popular de Bellas Artes, la Orquesta Infantil y Juvenil Silvestre Revueltas y el Espacio de Desarrollo Cultural. Más de 50 músicos con instrumentos de cuerdas tocando al mismo tiempo, lo que se transformó en un gran cierre actividades en este prier fin de semana de Festival.