Los Lonely Boys es la banda de los hermanos Garza, quienes combinan a la perfección el rock con diversos sonidos como el country, blues, soul, folk y tex-mex. Su más reciente disco es Revelation y no tiene desperdicio.
Es innegable el legado de toda una escuela de músicos y cantantes mexicanos que han hecho rock en Estados Unidos, desde los muy agringados como Ricardito Valenzuela (sí, ya sé, “La bamba”, pero su versión de “La malagueña” y “Come on let’s go” son increíbles) o Question Mark and The Mysterians (su legendaria “96 tears” es sencilla, hermosa y cadenciosa, por eso es imperdible); los psicodélicos El Chicano (su Viva tirado!, ya alguna vez reseñado por su servidor en esta revista) y Malo, de Jorge Santana, y su hermano Carlos con su onda afroantillana jazzística en el rock desde hace casi 50 años.
Pero también hay gente que ha alternado con otros géneros además del rock, como Texas Tornados, comandados por el acordeonista Flaco Jiménez y Freddie Fender, de los máximos exponentes de la música chicana que supieron conjuntar rock, blues, norteño y country como parte de un movimiento en el que también figuran maestros como Mingo Saldívar, Steve Jordan o el mismísimo Doug Sahm y su country rock chicanizado.
Además están Los Lobos, The Leftlovers y Tito & Tarantula (de quienes ya hemos hablado) haciendo un rock muy distinto del meramente anglosajón. Y bueno, no podemos aludir el tema sin hablar del padre de la música chicana, Lalo Guerrero, o uno de sus contemporáneos, Don Tosti Pachuco Boogie Boys.
Así llegamos a Los Lonely Boys, de meritito Texas y conformado por las voces de los hermanos Henry (guitarra), Jojo (bajo) y Ringo Garza (batería), y su más reciente disco: Revelation. Esta banda se ha caracterizado por hacer una mezcla de ritmos como el rock, el blues, el soul, el folk, el R&B y el Tex-Mex, y de esa mezcla sale un sonido fresco, consistente y diferente de todas las demás bandas de rock, incluso de aquellas que van por la misma línea Tex-Mex, como Tito & Tarantula o Los Lobos.
Revelation es un disco ecléctico, perfectamente producido, en el cual se nota la gran calidad de los hermanos Garza como músicos pues exploran diferentes ritmos y atmósferas que pueden ir de la música texana al rock, como en “Blame it on love”, que recuerda las glorias de los Texas Tornados o Little Joe y La Familia. Pero eso contrasta con temas como “Give me a little more””, en la que predomina un sonido reggae y la combinación de guitarras acústicas con eléctricas que dan esa sensación vastedad, como en “It’s just my heart talking”, que además tiene ciertos guiños andinos y un breve solo de guitarra que de inmediato me remitió a artistas no rocanroleros como The California Guitar Trio.
Supongamos que estamos en ese mood y suena “There’s always tomorrow”, para de inmediato dar un viraje insospechado hacia el pop con una letra hermosa desde su sencillez: “There’s always tomorrow /whay don’t we live today / telling the ones we love / I love you”. Una letra amable, una entrada que mira brevemente hacia el Barroco y el excelente acoplamiento entre las voces de Los Lonely Boys, sin contar la excelente ejecución de estos músicos, hacen de este tema todo lo que quisiera escuchar en la música pop para tomarme más en serio el género y respetarlo más.
Uno de los sencillos de este disco, “So sensual”, de nuevo rompe con la monotonía y nos regala una atmósfera soul, pero al no tener la suficiente negritud en sus voces, la forma en que la cantan me hace pensar en “She’s a lady”, del genial Tom Jones, aunque ese solo de guitarra en la parte intermedia muy a lo Santana y la portentosa sección de metales hacen que por momentos la rolita se ponga más funky que rocanrolera.
Con un sonido un tanto más duro tenemos “Don’t walk away” y “Can’t slow down”, temas que ponen de manifiesto que Los Lonely Boys no son una banda texana haciendo rock texano para mexicanos del sur de Estados Unidos, sino que están a la altura de quien sea, haciendo música de gran calidad, con fuerza, arriesgando con su propuesta, y lo ponen claro en la letra de “Can’t slow down”: “I love living in the fast line / cause it’s all I know, / don’t try to catch me / cause you’re too damm slow”.
Volviendo a su raíz mexicana, “Dream away” es un excelente latin rock condimentado con alusiones a “La bamba” y una letra que intercala el español con el inglés, como un puente a ese remanso de tranquilidad que es esa oda titulada “The greatest ever”, con esos matices de folk que tan bien le han resultado a Dave Matthews.
El penúltimo corte de Revelation, “Rule the world”, es un rocanrol más pesado pues posee un arreglo más hacia el metal. No es algo portentoso o imponente pero sí es bastante disfrutable, sobre todo para llegar a la última pieza, “Everything about you”, una deliciosa balada en la que la amorosa letra y los metales se conjugan a la perfección con el sonido netamente country de la guitarra, lo cual hace que este disco cierre de manera inmejorable, dejando un muy buen sabor de boca.
Revelation, de Los Lonely Boys, un álbum ideal para escucharse manejando bajo la lluvia (así lo hice la primera vez) o bien con una copa en la mano (así lo escucho en este momento), tiene mucho de lo que yo pido a un disco para considerarlo bueno: buenos músicos, una producción muy bien cuidada, honestidad en las letras, no importa que estas sean sencillas o muy rebuscadas, si es pretencioso, de entrada lo descarto, y lo más importante: que al escucharlo pueda concentrarme únicamente en la música sin la necesidad de adelantar el track para ver qué sigue. Por eso es un disco que todos deberíamos tener.