Icono del sitio Revés Online

Master, mi amigo el rudo de dos máscaras

Master lucha libre Morelia

No era ni la una de la tarde cuando sonó mi celular. Apenas comenzaba a asimilar la resaca homicida de domingo cuando Master me avisó que había llegado a Los Vergeles. Como pude, me levanté, me preparé un whisky y emprendí el camino para cumplir la promesa que postergué durante todo el 2022: ir a la función de la lucha libre.

Master me hizo un breve recorrido por la historia de los luchadores que veríamos. Me mostró un libro increíble de fotografías, máscaras, muñecos, autógrafos y un montón de cosas que reafirmaban que su amor por el ring era una cosa seria en su vida.

Más whisky, cerveza, coctel de camarones y tacos. En la medida que avanzaba el reloj, la emoción y la ansiedad en su rostro se iba incrementando. Era el semblante de alguien que no ve la hora de que se llegue el momento para volver a ser niño.

Antes de llegar al lugar, hicimos una escala en una tienda para comprar un Danonino. “Es para dárselo al puto Principito, le voy a decir que lo necesita para crecer”, me explicó como quien alista un plan malévolo con mucho tiempo de anticipación.

Ubicado cerca del barrio de Prados Verdes, Strong Classic Wrestling es la escuela de lucha libre que congrega a los vecinos todos los domingos. No hay reflectores, gradas ni modelos que anuncien las peleas, pero al lugar le sobra pasión.

En la entrada te recibe el Acuario, un viejo que merodea en la indigencia, pero su alegría para presentar a los luchadores es única. La emoción para él es doble, pues además de la función, está celebrando su cumpleaños y Master ha decidido darle 50 pesos que lo hacen sonreír todavía más.

Desde la primera pelea, Master se entrega a la causa. No se guarda ni un solo grito, se burla de Cruz del Silencio, insulta al presentador, le da su Danonino al Príncipe, aplaude cuando observa una maniobra ejemplar y se ríe con el resto de la camada que pertenece a la porra más ruda del sitio: La mesita.

El ritmo que emplea por más de tres horas es frenético. Combina los tragos de alcohol con la adrenalina del ring y solamente hace pausas para ir al baño. En medio de la vorágine, se da el tiempo para resolver todas las dudas que se me van presentando durante la noche.

René Rocks cumplió y venció al chileno Shocko, Poison Junior sorprendió al imponerse a la leyenda Obituary y Hades vivió un duro golpe a su orgullo al perder la máscara ante Toro Machine. Fue una gran noche para alguien como yo que no está familiarizado con la lucha libre.

Cuando acaba la función, Master se da el tiempo de tomar algunas fotografías. Está totalmente satisfecho, ahora su figura es la de alguien que por fin se ha liberado. Fue el primer desahogo del año y también un incentivo para lograr afrontar la cotidianidad laboral.

Estamos totalmente borrosos como consecuencia del alcohol, pero también extasiados por lo vivido. Deambulando en el carro, de a poco vamos dejando Prados Verdes. Con la botella de whisky prácticamente vacía, me despido de Master y me alejo con una certeza: que además de la música, hemos encontrado una nueva actividad para compartir en esta vida.

 

También lee: Gana 6 mil pesos por un corto o cineminuto

Salir de la versión móvil