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Morelia sí hizo Brujería

Texto y fotos: Enrique Castro Sánchez

Después de un intenso y a medio llenar concierto, la aclamada y polémica banda de metal Brujería subió al segundo piso del Salón Arena de la metalera Cueva de Chucho. Minutos antes, el poder musical y de los machetes de la banda enloqueció a los asistentes quienes se aplicaron en el slam y en los cantos sagrados de la ya casi treintañera banda. “Truump Fuckk you”, vitorearon todos, cantaron y siguieron al pie de la letra las canciones como La Ley de plomo y Matando Güeros.

Al centro, en el slam, las poderosas guitarras y el veloz grindcore del baterista Nick Barker (que parece que no toca debido a su escaso movimiento) ocasionaron fuertes encontronazos de hombro con hombro, codo con codo y puño con puño; así como un descalabrado que se llevó la atención de todos, incluidos los de la banda que dejaron de tocar algunos minutos, el joven se levantó y todos gritaron tal eufóricos metaleros que son.

Así fue el concierto: enérgico y ruidoso; metal al estilo de los conciertos de inicios de los “dosmiles” en Morelia. Machetes en el escenario y rostros cubiertos. Abajo, se vaciaba el lugar y arriba Juan Brujo, la Bruja Encabronada y compañía descansaban y después de las casi dos horas de toquín, caminaban y reían, algunos fumaban y otros tomaban agua.

Después de unos minutos, un Juan Brujo sin paliacate que le cubra el rostro, accede a una entrevista y entre las gotas de sudor y el cansancio dice que en Michoacán necesitamos aflojar “la buena” (lo que eso signifique) en relación a la pregunta sobre qué debe hacer el estado purépecha ante el narcotráfico.

Un día antes, en (la parecida a Morelia) ciudad de Querétaro, de último momento autoridades municipales impidieron que se realizara el concierto de Brujería: “En Querétaro no quisieron que tocáramos ahí, dijeron que Brujería no tocaría; somos malos para la gente de ahí, no somos de los buenos”, y medio sonríe al terminar la frase que dirige a la gente que canceló el concierto. En redes sociales (realmente en Facebook) los fans acusaron que “fue por mochos” la acción gubernamental de cancelar.

La plática sigue y no debió faltar el tema de migración; se le pone en contexto de que Michoacán es un estado migrante y se le pide algún mensaje hacia los paisanos que radican en el gabacho: “Están sufriendo con el Trump, está chingando mucho y está cabrón ahorita, es duro decir algo cuando más tienen que cuidarse de no meterse donde hay gente de Trump; contra él no se puede pelear, hay que dejar que se mate solo; él necesita pelear, si no lo pelan no tiene nada que hacer… Está partiendo el país en dos”.

Se limpia el sudor y ofrece un suspiro de cansancio, la plática termina con un saludo y un buen viaje. El líder de esta banda nacida en 1989 y caracteriza por su música con fuertes temas como el narcotráfico, satanismo y racismo, se coloca su bandera de México en la mitad de su rostro y baja para tomarse fotos con los fans que lo esperan abajo. Por la zona se podía ver aún al descalabrado del slam, ahora, como momia por una venda colocada en su cabeza.

 

 

 

 

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