Entre la ola de standuperos que ha surgido en México durante los más recientes años, quizá Alexis “Ojitos de Huevo” es uno de los mejores. Dicen que burlarse de sí mismo es parte esencial para este negocio, y como él perdió la vista luego de un nacimiento prematuro, en vez de llorar ríe, en vez de pedir clemencia, obtiene aplausos y muchas risas.
Pupilo de Franco Escamilla, el Ojitos de Huevo no duda en señalar que “ser discapacitado está bien chingón”, y teme que, como en la serie de Luis Miguel, su padre lo obligue a trabajar y le suelte: “¡canta, ciego de mierda!” Así es su estilo, implacable consigo mismo, juguetón con el público a quien le pide levantar la mano, como si en verdad los estuviera viendo.
Le bastó poco tiempo para posicionarse como uno de los comediantes más originales, ser estrella del Comedy Central y ganar batallas épicas en los duelos donde el jurado está encabezado por El Diablito. “Hay que lucrar con la discapacidad; por ejemplo, mi auto aparca en los lugares para minusválidos, pero yo ni manejo”, afirma en sus rutinas con un cinismo bárbaro.
Además de que sus rutinas están cargadas de anécdotas que le dan la vuelta a la tragedia, es un imitador de voces estupendo. A falta de vista, su voz se confunde lo mismo con la de Valentín Elizalde o Luis Miguel, de quien tiene una versión que lo mezcla con el “Puto” de Molotov.
Toda esa sátira sin pupilas la podremos presenciar este sábado 12 de julio en el Teatro Stella Inda en punto de las 21:00 horas. Te advertimos que ya quedan pocos boletos, así que de una vez puedes apartarlos en este enlace o en taquillas del teatro.