Por Jorge A. Amaral
Durante la segunda mitad del siglo XX los negros tuvieron el sello Motwon, paso obligado de músicos y cantantes de blues, soul, góspel, R&B y hasta rocanrol, pero para los chicanos, un productor de nombre Eddie Davis creó lo que sería el Motwon café: Rampart Records.
En este sello, entre finales de los 50 y llegados los noventa, desfiló un sinnúmero de grupos y cantantes de ascendencia mexicana en Los Ángeles, creando lo que daría en llamarse West Coast East Side Sound o Pachuco Soul, del que ya alguna vez recomendé una colección (East Side Story). Así que esta semana recomiendo una compilación de Rampart Records titulada Pachuco-Soul! A collection of vintage East-L.A. grooves from the vaults of Rampart Records.
Dado que son 30 temas, es un tanto tardado irnos uno por uno, y como lo que me interesa es que escuchen este disco completo, sólo les hablaré de algunos de los tracks que más me gustan.
El álbum inicia con The Blendells, que hacen un delicioso rocanrol instrumental titulado Huggies bunnies, ideal para deschongarse un poco como preámbulo a The Pagents y su Big daddy, un surf bastante rico que no les pide nada a The Ventures o a The Champs. Un viaje directo a una playa californiana o como remembranza de lo que dio en llamarse a go go.
Con un sonido más soul, Sunday Funnies preguntan Whatcha gonna do cuando el baile termine, con un bajo contundente y coros edulcorantes que hacen de esta rolita una joya para seguir la fiesta. Con el mismo saborcito soul, una voz negrísima y un encantador xilófono emulando la harmónica del blues, Little Ray se pone indecente y hace una invitación al ritmo de Come swim with me.
Si a ello le sumamos la majestuosa sección de metales con sus poderosos trombones, casi sin darnos cuenta llegamos a la densa atmósfera un tanto más psicodélica que Thee Royal Checkmates plantean en Get out of my life woman. Al escuchar esta rolita de inmediato pienso en el gran Kiko Rodríguez, voz de Bandido, o en Peace & Love o Love Army, excelentes bandas avandarianas de la psicodelia nahuatlaca.
Jugando entre el soul y el rock al más puro estilo James Brown (véanse sus presentaciones en vivo), The Premiers nos regalan una delicia instrumental que bajo el nombre de Get your baby va subiendo y subiendo hasta rayar en la psicodelia setentera. En este punto del disco vamos en once tracks, el mood no puede ser mejor y entonces, sacudiendo las cabezas, con un sonido rocanrolero y muy potente, el clásico Land of 1000 dances, con Cannibal & The Headhunters. Si lo que se escucha en la grabación lo hacían en vivo, no me quiero imaginar el ambiente que podía desatarse, ya que es de esas rolitas que, por mucha solemnidad que haya, mínimo se lleva el compás con el pie.
Adentrándonos un poco más en el West Coast East Side Sound, esta compilación incluye a The Majestics y su dulcísima It hurts me, para de ahí ponernos pomada Suavecito, subirnos a la ranfla y salir a tirar barrio mientras se escucha Willie G. With The Six Pak cantando a todo volumen Brown baby, de esas canciones que se acercan peligrosamente a la perfección.
Volviendo al surf chicanizado, de The Atlantics se incluye Beaver shot, pero a diferencia de otras cosas de este género, aquí la guitarra no tiene tanta presencia, pues la responsabilidad mayor la llevan los metales, una trompeta muy a lo Hugo Montenegro y un sax que no le pide nada a The Revels.
Si buscamos propuestas hermanadas con El Chicano o Malo, podemos escuchar a The Mixtures, cuya Chinese checkers constituye un jazz latino bastante easy listening pero sin por ello perder contundencia, ideal para bailar a media luz.
Uno de los grupos emblemáticos de este sonido del este de Los Angeles fue sin duda East Side Kids, y en esta compilación se incluye su clásico soul Listen to the wise man, una delicia chicana para ponerse bien al alba con su jaina o su vato, según sea el caso. Y para seguir en esa tónica y terminar ese beso que empezó con la rolita anterior, otro clásico de este movimiento: One like mine, con The Salas Brothers with The Jaguars.
No podemos hablar de música hecha por chicanos sin hablar de la música chicana como tal, esas canciones de corte ranchero con un ritmo y arreglos muy influidos por el blues con la omnipresencia del órgano, y por eso pasamos a Mickey & The Mex-Tex, que cantan Borracho, de José Alfredo Padrepedas Jiménez, nuestro más grande bluesero.
El funky, esa ricura que se gestó entre el sentido soul y esa mamada llamada música disco también tiene su pedacito de álbum, y para ello se incluyó a Eastside Connection y su You’re so right for me, para de ahí saltar al sonido muy low rider que Skylite manejan en Boogie butt. Perfecto para manejar despacio. Volviendo al sonido que crearon bandas como El Chicano, Malo, Santana o The Mixtures, otra banda clásica de latin jazz chicano es Tocayo (ya hablaremos de ellos luego), de la cual se incluye su icónica Con safas. Y para cerrar con broche de presión y en lo más alto del brown pride, el disco termina con una ricura de One G Plus Three titulada Poquito soul, con sabor a vida loca pero sin olvidar que las oldies son las oldies.
Por eso y por esas de las que no hablé, no por menos buenas sino por falta de espacio, Pachuco-Soul! A collection of vintage East-L.A. grooves from the vaults of Rampart Records es un discazo que bien vale la pena rastrear y escuchar. Ahí los watcho que me voy a borlotear.