Rodrigo Pardo Fernández, catedrático de la Escuela de Lengua y Literaturas Hispánicas de la U.M.S.N.H., ofreció una conferencia denominada “Narrativa, lenguaje e identidad en la literatura chicana” dentro del programa “La Migración de la Palabra” que ofrece la 4ª Feria del Libro y la Lectura cuyo invitado de honor en esta emisión es la cultura chicana.
Esta conferencia estuvo marcada de fragmentos de obra chicana e internacional relacionada con el tema de la migración, ya que Pardo Fernández considera que la mejor manera de hablar sobre Literatura es leyendo literatura, por tanto, citó autores –chicanos o no-, como Heriberto Yépez, Luna di Cervantes, Rubén Martínez y el escritor michoacano Mario Chávez Campos, entre otros.
Señaló que la mayor parte de las obras chicanas escritas “del otro lado” advierten a la frontera como una realidad subyacente, algo implícito, un tema que no se trata como tal y no se narra.
En cuanto a la violencia por la que se ha criticado a este tipo de literatura, considera que no es propiamente una exaltación de la misma, sino que es un tema cotidiano en la vida del migrante, y es por ello que se ve reflejada en su literatura, aunque lo considera una cuestión política: “La literatura puede- o debe- elegir si habla de ella o no, pero es una cuestión política.”
Para Rodrigo Pardo, la identidad chicana es, como todas, antes que nada una cuestión política. Es chicano todo aquel que se asume como tal, ya sea descendiente de mexicanos, nacido en un territorio o en otro, ya sea que se comunique en Inglés, en Español o en Spanglish.
El discurso narrativo de esta literatura es sumamente nacionalista, ensalza a la cultura mexicana y sataniza a la de Estados Unidos, al tiempo que critica duramente a los “pochos” (migrantes que han adoptado la cultura norteamericana –posiblemente como defensa ante el racismo- y se identifican más con ella que con la mexicana).
Acerca del Spanglish, dialecto en el que está escrita gran parte de esta literatura, Rodrigo Pardo considera que no consiste únicamente una mezcla de dos idiomas o un idioma reconstituido, sino que quien lo habla trastoca el idioma naturalmente, sin esfuerzo y que es legítimo, como toda lengua, en virtud de que es posible comunicarse con él. Recordó que el mismo idioma Español es el producto del mestizaje de varias lenguas y que “ninguna lengua es una pureza.”
La búsqueda de identidad es característica de la literatura chicana, no saber cómo asumirse o de dónde. Esto hasta los años 60, cuando surge el movimiento de Derechos Humanos de los migrantes en Estados Unidos y los chicanos comienzan a asumirse como tales, es cuando el término “chicano” deja de verse como algo peyorativo, sino que se retoma con orgullo identitario.
La práctica identitaria tiene que ver con el territorio, así como los estudios de los procesos migratorios deben tomar en cuenta al clima y la política del lugar. Del mismo modo, la Literatura se ve influenciada por el ámbito cultural y social del lugar donde se produce.
En conclusión, según Rodrigo Pardo, decirse chicano es asumir una postura política con respecto a la otredad y para analizar este tipo de literatura es conveniente tomar en cuenta el entorno político, social y cultural del pueblo que la produce.
La coordinación de la 4ª Feria Nacional del Libro y la Lectura invita a todos los interesados a asistir al programa de Literatura y Cultura Chicana y Crónicas de Migración, “La Migración de la Palabra”, a asistir a las charlas gratuitas que se imparten en la Sala Efraín Vargas todos los días a las 17:00 horas.
Este lunes 24 se contará con la presencia del licenciado Josban Ramírez, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia que ofrecerá la ponencia “Testimonios de los ausentes. El cuerpo que migra. Reflexión sobre migrar, trabajar y enfermarse en jóvenes migrantes mexicanos.”