Este fin de semana nos fuimos al Vive Latino y para nuestra sorpresa nos encontramos en el Metro con Rodrigo Orozco, que además de gran escultor, es un verdadero fanático de Blur; no de esos que se saben una que otra rola, sino de esos que conocen cada letra, cada acorde, y que lo han leído y escuchado todo sobre esta banda inglesa. Y como en Revés la mejor crónica es la de los lectores, les dejamos estas líneas, llenas de la intensidad de un fanático emocionado:
Es curioso, pero siempre que comienzo a recordar este tipo de bandas lo primero que me viene a la mente es que no fui a la secundaria, me corrieron y me juntaba con personas mayores, mis compañeros me aburrían, las personas mayores eran quienes te prestaban buenas películas, buenos libros y ¡siempre me pasaban buenas bandas!
Algo en común tenía con Damon, trabajé de cerillo y nunca me gustó el grunge, en aquel entonces pasaba bastante tiempo escuchando a Blur cuando probablemente me correspondiera estar estudiando para el examen del día siguiente, o en la casa de algún compañero preparando alguna exposición, ya saben, algo de eso que Damon no hacía, ¡al diablo!
Era 1989 y Albarn había dejado la escuela ¨Mis padres no lo sabían, así que de vez en cuando me daba una vuelta al campus sólo para ver qué tal iban las cosas¨, o probablemente para visitar a Graham, culpable de involucrarlo de lleno en la música.
Por aquellos tiempos el niño prodigio de Colchester había ahorrado toda su plata para rentar un estudio y comenzar las grabaciones de lo que terminaría siendo ¨Leisure¨, álbum debut del cuarteto muy a la sombra de la explosión que habían comenzado los Stone Roses, bendito Ian Brown, ¡Nunca te mueras! … ¨Al principio nadie me creía, ahí estaba en el estudio y me dejaron plantado, tomé un tren y llegué a casa de Alex James, al abrir le solté un golpe, estaban alcoholizados en medio de una fiesta, Alex al piano apenas y podía tocar…¨
Es el tipo de historias que uno lee y quisiera llegar a alcanzar, creces con sus letras y piensas que algún día podrías estar en medio de uno de sus conciertos, sin embargo, por mucho que uno piense en ello, nunca terminas por estar listo, por así decirlo, así que por fin llegó el sábado 16 de marzo.
Antes de comenzar el concierto, por alguna razón me llegó un recuerdo de la prepa, cuando cumplía dieciséis años: el sonido de la escuela cristiana por las mañanas tenía música religiosa, yo muy feliz entré a la cabina y puse mi disco, no terminó Beetlebum cuando entró alguien y me quitó la música, me dijo que era una falta de respeto y que si tenía suerte a la salida me devolvería mi disco…Jerry se llamaba, nunca me devolvió mi disco y encima llamaron a mis padres; seguro era panista el tipo.
Esa clase de tonterías me pasaban por la mente mientras una Luna vigilante parecía esconderse sin dar lugar a la lluvia cuando todo comenzó, entró Damon con una estruendosa matraca y no tardó en hacerse sonar ¨Popscene¨ por todo el Foro Sol ¨¡Hey, hey come out tonight, Popscene all right, hey hey come out tonight, popscene all a rigggggggght! ¨no paraba de gritar y brincar, a pesar del limitado espacio en donde ni respirar se podía, daba igual si descalabré a alguien, la euforia había comenzado, a esto siguió There´s no Other Way (en donde el sonido aún fallaba un poco), pero se compuso con
Boys and Girls y ese impresionante bajo que acompaña las historias de amor de los noventas, mientras estudiaba la manera de tocar de Alex James, parece que nada le importara en el mundo, un aura de tranquilidad y paz se respira a su alrededor, y cómo no si tranquilamente vive de su marca de quesos en su Big Country House con su esposa y sus hijas, nada le preocupa y hasta en proyectos relacionados con el espacio ha trabajado, a él no le interesa excepto quizá que se le pueda terminar el cigarro y deba parar de tocar. Tracey Jacks, Beetlebum y Out of Time continuaron el recorrido por Inglaterra. Trimm Trabb, Caramel, Tender y Coffe and T.V. del 13 aparecieron, cuando algunos ya gritaban ¨Toquen la de la lechita¨, ¡Dios, seguro eran fans de la Carla Morrison!
No sé las demás personas, pero me da la impresión de que Damon Albarn tiene esa actitud sherlockhoniana que sólo siente amor por las grandes obras, por las grandes creaciones de seres humanos superdotados, por ese tipo de cosas que no cualquiera realiza, y no hacia otras personas, se nota que ha pasado por todo y tan acostumbrado está a cantar en pequeños recintos escondidos en cualquier agujero del mundo como en grandes estadios con todo a favor.
“Si el punk era sobre deshacerse de los hippies, entonces yo me voy a deshacer del grunge”, recordaba decir a Damon Albarn en una entrevista, desde el principio el objetivo lo tenía claro, el mundo necesitaba de otra invasión británica, estaban ya cansados de la supremacía gringa, de que la tradición se estuviera perdiendo, en aquél entonces en su imaginario ya rondaba el ¨Modern Life is Rubbish¨, todo eso me pasaba sobre la cabeza cuando sonó Parklife, el público hacía su parte mientras el también líder de Gorillaz se bajaba a saludarlos, se tiraba maromas, se revolcaba en el suelo, se trepaba a la barda y hasta una playera le aventaban para impedirle continuar cantando.
En Parklife los arreglos de Grahan son creativos, ruidosos y disonantes en un disco completamente británico, por aquel entonces no se hicieron esperar las comparaciones con los Kinks y hasta Ray Davies se dio un par de vueltas por el estudio; vamos, Damon andaba en la heroína pero era un buen chico, uno muy listo. Éste fue el álbum con el que comenzaría la pelea amarillista con los hermanos cara dura, pero lo bueno es que el tiempo pone las cosas en su lugar, ¿a alguien le quedará alguna duda?
Ya con todo ganado siguió Song 2, raro que todos se la supieran ¿no?
Advert, canción que abre su segundo álbum y con el que realizarían por vez primera una gira fuera del Reino Unido, se escuchó, y muchos afónicos aún gritaban ¡Twelve, theerteen, fourteen, fiveteen, sixteen! Mientras el londinense se tiraba al suelo con la bocina que cargaba.
End of the Century llegó para dar paso a This is a Low, una canción nostálgica de cuando los integrantes atravesaban problemas personales que a la larga los separaron, las letras de Albarn ya no eran sobre la ironía de la cultura Inglesa, se habían vuelto más introspectivas, cantaba sobre su vida y lo que en el momento sentía, estaba bien triste pues.
Realizaron el encore y volvieron con Under the Westway, escrita para los pasados Juegos Olímpicos de Londres, y vaya que siguen sonando como en sus mejores tiempos, no los habremos visto la gran mayoría en el 99´, pero ahora que volvieron individualmente cada uno se volvió un genio, y For Tomorrow ya hacía venir lo peor, ojalá nunca hubiera terminado pero nada es para siempre, The Universal cerró con el himno de una generación, y recordar ese ¨every paper that you read
says tomorrow’s your lucky day ,well, here’s your lucky day ¨ sigue haciendo que se me enchine la piel, no creo que se me quite en un buen rato, ya cuando todos se retiraban noté que se me había perdido el celular y mi dinero del regreso, pero no me importaba, sobre todo el cansancio y el dolor de cabeza tenía una gran felicidad, había escuchado la reconstrucción de cuatro personas que hace más de diez años hicieron grandes canciones que seguirán vivas por mucho mucho tiempo, esas son inmortales. Y aún en mi cabeza sonaba No Distance Left To Run ¨ It’s over, I knew it would end this way,I hope you’re with someone who makes you feel, That this life is the night, And it settles down, stays around, Spends more time with you, I got no distance left to run¨ esa que me hace recordar a quien sabe quién que ya olvidé, pero es que ya sólo tengo lugar para Damon Albarn …