En una pequeña oficina cuya pared sostiene un retrato de Jorge Luis Borges, Sergio Pimentel nos recibe mientras suena música latinoamericana que luego será cambiada por algo de rock inglés.
Antes de comenzar la entrevista, alguien le entrega una fotografía impresa en gran formato. En ella vemos a un hombre ya entrado en años con una playera donde se lee la ya célebre frase “Me canso ganso”, dicha una y otra vez por el presidente López Obrador.
Pimentel no parece un político, no tiene la facha de serlo y detesta que le digan licenciado o le hablen de usted. Sin embargo, hoy es el representante de Morena en Michoacán, el “súper delegado”, esa figura que, dicen, tendrá más poder que los mismos gobernadores. Pero antes de todo eso, el también conocido como “Yeyo” hacía política de otra forma: en las calles, tocando ska con la banda Su Mercé, caminando por todas partes.
Vamos a investigar si esta nueva vida le gusta, o la cambiaría por otra cosa.
¿Para qué sirve la política?
Para transformar a la sociedad, para eso debería servir.
¿Y en México ha servido para eso?
En México hay dos tipos de políticos: los que hacen política para sí mismos y los que hacen política para la gente. Ahí puedes hacer una radiografía rápida. Yo creo que el 90 por ciento hacen política para sí mismos.
¿Se puede ser político y ser honesto?
Por supuesto que sí.
¿Por qué cambiar al arte por la política?
Porque a través de la política, la transformación es más concreta, más tangible. Y porque en este país es demasiada la urgencia por transformar. A mí me gusta mucho más el arte, pero no tengo tiempo; si yo viviera en San Francisco sí pudiera dedicarme al arte. Pero esto no es San Francisco, aquí la política urge más.
¿Entonces no te gustaría cambiar los mítines políticos por los conciertos de rock?
Sí me gustaría cambiar, pero no puedo.
¿Prefieres ser el súper delegado a ser rockstar?
No prefiero ser un rockstar, pero sí preferiría sentarme al piano.
¿Te gusta el cine?
Me fascina el cine.
¿Qué tipo de cine?
El que cuenta historias de manera efectiva; no me gusta el snob.
¿Michoacán es una película de terror?
Sí
¿Te gustan los libros?
Me fascinan los libros
¿Qué autores se te vienen a la mente?
Borges, por supuesto. Para mí es el papá de todos. Pero me gustan muchos, como Oscar Wilde y últimamente leo mucha filosofía, a Schopenhauer por ejemplo, y poetas como Nandino. De narrativa me gustan los europeos, como G.Chesterton, y los norteamericanos; ahorita estoy leyendo Pastoral Americana, de Phillip Roth.
¿Por qué a la mayoría de los políticos no les gusta leer?
Porque solo piensan en sí mismos. La política es un trayecto que requiere mucho pragmatismo y no pueden perder el tiempo en leer; tienen que operar su tiempo en construir su carrera. Finalmente los políticos no son extraterrestres, son reflejo de la cultura de una sociedad. En México no solo son los políticos: a casi nadie le gusta leer, ni a los políticos, ni a los futbolistas, ni a los chefs.
¿Tener un bagaje cultural haría mejor a los políticos?
Por supuesto. Un bagaje cultural haría mejores políticos y, lo mismo, mejores futbolistas, mejores personas a todos.
¿Michoacán es una narco novela?
Es una comedia de absurdos con algunas escenas muy dolorosas y trágicas
Hay quien dice que serás el hombre más poderoso del estado. ¿Es verdad?
(Risas) Espero que no, eso sería una tragedia. Pero aquí al que resuelve lo meten a la escolta de abanderado, y ese es mi caso.
¿Serás el gobernador de facto?
¡Prefiero perro!
¿Te gustaría ser gobernador?
No. A mí no me gusta ni ser presidente de Morena, es malo para la salud.
¿En Morena eligieron malos políticos?
En Morena no elegimos, pero sí se colaron malos políticos. Somos como el refresco de moda; como vieron que el barco iba a ganar, todos se subieron a él. Pero no elegimos malos políticos: estamos conscientes de quiénes somos y quiénes están aquí junto a nosotros.
¿Te gusta la idea del Tren Maya?
Sí. Estoy a favor de mejorar las condiciones de vida de la gente y creo que ese proyecto funcionará.
¿No arrasará con la naturaleza?
El tamaño de una vía es muy angosto respecto al tamaño de una selva. No va a ser tan invasivo.
¿Te gusta la idea de legalizar todas las drogas?
Claro que sí.
¿Todas?
Absolutamente. Las drogas son una decisión personal y tienen que ser un problema de salud.
¿AMLO acabará con la corrupción?
No, jamás. Mira, Suecia es corrupto, Islandia es corrupto. Pero tienen mecanismos para controlar la corrupción mucho más eficientes que nosotros. La corrupción es humana y Andrés no la va a eliminar, no es tan grande, no es un Dios. Andrés no va a cambiar nada por sí solo, lo tenemos que hacer entre todos.
¿Todos los anti AMLO son conservadores y de derecha?
No, claro que no. Tengo muchos amigos anarcos, progresistas, marxistas-leninistas y todos ellos están en contra de AMLO. No, sería una generalización absurda.
¿Hay conservadores y de derecha dentro de Morena?
Sí, por supuesto.
¿Y dentro del gobierno de AMLO?
También… Morena no es un partido, es un mosaico de voluntades.
¿No es un partido de izquierda?
No
¿Hay partidos de izquierda en México?
No.
¿Los defensores de AMLO echan mucha maroma para defenderlo?
Sí, es que aman al presidente y uno defiende lo que ama.
¿Tantos mexicanos habían amado a otro presidente?
Claro, a Lázaro Cárdenas.
¿Silvano Aureoles es un mal gobernante?
Sí, porque la gente no lo quiere.
¿Michoacán tiene remedio?
Sí, claro.
¿Michoacán es un peligro para los turistas?
No creo que sea un peligro; y a veces los turistas también son peligrosos.
¿La Guardia Nacional es un peligro para México?
No. La Guardia Nacional es una idea que esperemos que funcione.
¿No es lo mismo que tenían Calderón y Peña Nieto: militares en las calles?
No, porque lo tenía Calderón y lo tenía Peña Nieto, y la Guardia Nacional la tiene Andrés, que es un hombre honesto. Por los otros no meto las manos al fuego.
¿Ya se acabó el neoliberalismo en México?
No, por supuesto que no. Le queda una gran cola y hay que terminar de bajarla.
¿Cómo sepultar al neoliberalismo con asesores como Emilio Azcárraga y Salinas Pliego?
Con presidentes como Andrés Manuel.
¿Con esos asesores?
El que manda es Andrés: esa es la diferencia.
¿Al presidente le importa la cultura?
Sí, pero no es su prioridad. Su prioridad es disminuir la brecha de iniquidad que tiene México
¿Por qué le bajó el presupuesto a la cultura?
Porque para disminuir esa brecha hay que tomar presupuesto de todos lados. ¿Cuándo será prioridad? Cuando lo urgente se ataque, cuando la brecha de iniquidad se disminuya. No es lo ideal, pero es así.
Cuando se acabe tu paso por la política, ¿qué te gustaría hacer?
Un transeúnte. Deseo poco, y lo poco que deseo, lo deseo poco, como franciscano.
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