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Una charla con Hilario Peña, autor de Págale al Diablo

En Págale al Diablo (Nitro Press, 2016) un predicador de nombre Silverio toca a la puerta equivocada y conoce a Telma, mujer sumisa que solo quiere abandonar a su marido para viajar a Long Beach y llevarle flores a la tumba de Mélody Sánchez, su máxima referencia de música popular.

Libros Hilario

La pluma es de Hilario Peña, originario de Mazatlán y autor de otros libros como Malasuerte en Tijuana, El infierno puede esperar y La mujer de los Hermanos Reyna. Dueño de un estilo de narración vertiginosa donde cabe la sorpresa y el humor negro, Peña confecciona un mundo oscuro en el que deambulan hombres misóginos, pistoleros en altamar, santonas ardientes, además de un pugilista guapo y otro feo que subirán al ring mientras abajo las apuestas se mueven más rápido que sus propios jabs.

Historia policiaca que transcurre con la velocidad de las balas y causa ese efecto de leer un libro de cabo a rabo. “Mi única aspiración es que los lectores no abandonen mis libros a la mitad”, me dijo hace poco Mario Bellatin, y en este caso, parece que la misión se cumple con creces.

Para entender mejor las construcción de este relato platicamos con Hilario Peña, quien además es un aficionado irremediable del boxeo, el cine y la música de Lou Reed.

¿Cómo fuiste construyendo al personaje de Telma?

Alguna vez escuché a un escritor decir que acostumbraba meterse dentro de la piel de sus personajes femeninos. Encarnarlos, para hacerlos más reales. Me pareció buena idea hacer lo opuesto: crear una femme fatale a partir de sus enigmas. Colocar un misterio encima de otro, así ir construyendo su personalidad, y que todos estos enigmas sigan algún tipo de lógica. La idea es que mientras más conozcas de Telma menos conozcas a Telma. Calculé que conforme aumentara el misterio en ella, la haría más atrayente. Creo que no me equivoqué. Tampoco me interesaba presentarle al lector a una mujer simplemente promiscua y odiosa. Estoy convencido de que Telma cuenta con una serie de pincelazos que al final la hacen encantadora.

¿Hay alguna conexión entre el predicador Silverio Peralta y Juan Tres Dieciséis, o solo los une su carácter religioso?

Tanto Silverio como Juan son asesinos, pero también perdedores irredentos. No se regodean en sus fracasos, ni los presumen, lo cual me parece pequeño-burgués. Ambos son descaradamente ambiciosos, es solo que sus demonios internos no dejan de sabotear sus sueños.

Todos sabemos que el mundo del boxeo está lleno de mafias, ¿pero para crear la historia investigaste detalles? Porque además sé que te apasiona ese deporte.

Recuerdo que en la primera pelea del mexicano Giovani Segura en contra del puertorriqueño Iván Calderón, en Puerto Rico, el réferi José Hiram Rivera, también boricua, levantaba a su paisano de la lona cada que era derribado por los puños del azteca, y, a continuación, declaraba la caída como resbalón, para que no le descontaran puntos a su protegido. Esto lo hizo varias veces. Algo similar ocurre en Págale al Diablo. Supongo que me basé en ese combate.

¿Por qué el cambio de la voz narradora entre la primera y la segunda parte?

En la segunda parte de la novela Silverio ya no solo es un perdedor, también es un homicida. El personaje sufre una transformación, lo cual es comprensible, el tipo acaba de matar a un ser humano, sin embargo no quería que el lector supiera de qué magnitud sería esta metamorfosis. Por eso me salgo de Silverio para continuar narrando la historia desde fuera. Incluso el tono cambia. Pasa de un registro picaresco a un estilo harboiled de lo más seco.

¿Qué boxeador de la vida real sería Rodrigo Torreslanda y quién El Barracuda?

El Barracuda es el clásico fajador que tiene todo para convertirse en una gran estrella del pugilato excepto carisma. En todo el mundo existen gladiadores como el Barracuda que libran grandes batallas y ponen en riesgo su vida semana tras semana, solo que no son bonitos o simpáticos, o no cuentan con una fanaticada que los apoye.

Por su atractivo físico, Rodrigo podría ser el Canelo, pero la gran diferencia entre ellos dos radica en que el Torreslanda no es un buen peleador y Canelo sí que lo es. Muy protegido por su promotor, pero muy buen peleador.

Arte de Págale al Diablo, editado por Nitro-Press

¿Cómo percibes el panorama del género policiaco actualmente en México?

Tenemos estupendos autores de novela policiaca, y en activo, produciendo, como Imanol Caneyada, BEF, Iris García Cuevas, Francisco Haghenbeck, Elmer Mendoza, César Silva Márquez, por mencionar solo a algunos.

Leí que para la trilogía de Malasuerte en Tijuana te inspiraste en viejos programas de televisión. ¿Además de la literatura misma, qué otros factores te influyen para crear historias?

La razón por la que no digo “este libro está basado en experiencias personales” es porque suena muy azotado y porque creo que el realismo está sobrevaluado. Cualquiera puede escribir escenas de lo más “realistas” (y aburridas). Creo que los buenos libros están hechos de mucho más: de otros libros, de experiencias personales, de filias, de fobias. No solo de algo tan subjetivo como “la realidad”.

¿Qué director de cine sería el ideal para llevar esta historia a la pantalla grande?

No sé si sea adaptable pero, si me das a elegir y me pongo caprichoso, te pediría que me traigas a Billy Wilder del mundo de los muertos. Ese alemán haría una buena película INCLUSO de un libro mío.

Y finalmente, ¿cómo fue tu acercamiento con Nitro-Press y qué te pareció el resultado de la edición?

Envié mi libro directamente al Gerente General del H. Departamento de Edición, Mauricio Bares. Luego de llevar a cabo una maratónica reunión departamental con todos los editores a su cargo, donde se expusieron las muchas virtudes y los pocos defectos de mi obra, comiendo galletas y bebiéndose todo el café de la sala de juntas, Mauricio le dio el visto bueno y pasó el texto al CEO de Nitro Press, Lilia Barajas, quien siempre tiene la última palabra y finalmente aprobó su publicación. Creo que la novela quedó chingona.

PAGALE AL DIABLO

Género: Novela Negra
Formato: 17 cm x 22 cm
Encuadernación: Rústica, cosida
Contenido: 112 pp.
Dirección de arte, diseño y portada: Lilia Barajas

Precio NITRO/PRESS: $120 + gastos de envío*

Lo puedes comprar aquí.

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