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Y en Tzintzuntzan, otro festival fantasma con cargo al erario

Como lo hemos venido documentando en este portal, la asociación civil Luna Nueva se ha beneficiado con cuantiosos recursos federales sin que ejecuten algunos de los proyectos para los que supuestamente le otorgaron el dinero. Así ocurrió con la tercera edición del Festival Internacional de Mapping, el cual obtuvo 10 millones de pesos por parte de la Secretaría de Cultura federal, pero nunca se realizó.

Otro caso similar ocurrió con el proyecto “Espectáculo multimedia de arte, luz y mapping”, comprometido también por 10 millones de pesos en noviembre de 2015. El recurso fue aprobado por la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados y la factura (disponible en este link) la emitió la Secretaría de Cultura federal, que para efectos fiscales aparecía aún como Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Este proyecto, al que podríamos considerar “fantasma”, dado que nunca se llevó a cabo, planteaba en sus metas “generar un espacio de difusión y rescate de la cultura Purépecha, así como un intercambio intercultural, para la conservación de la riqueza arquitectónica que existe en el municipio de Tzintzuntzan; a través de la utilización de las nuevas formas de expresión se busca resaltar la riqueza de historia, costumbres, y calidez de la que es poseedora el estado de Michoacán”.

En concordancia con las metas del mismo, en Tzintzuntzan se realizarían 4 mappings monumentales, 2 espectáculos multimedia, 2 conciertos, una conferencia, instalaciones nacionales e internacionales de luces artísticas y una página de internet de promoción para los eventos culturales.

Pero nada de eso pasó.

Como ocurrió con el Festival Internacional de Mapping en su tercera edición, este festival en tierras purépechas sólo existió en los proyectos por escrito, en un donativo por 10 millones de pesos.

Celso Piña, Calle 13, Ely Guerra…

Supuestamente, el periodo en que se iba a realizar este espectáculo era de abril de 2016 a abril de 2017. Se contemplaban mappings sobre el ex Convento de Santa Ana en Tzintzuntzan, un par de espectáculos multimedia en la zona arqueológica de ese poblado e incluso conciertos con artistas como Celso Piña, Ely Guerra y Calle 13.

Según prometió Luna Nueva, el 2 de noviembre de 2016 habría un mapping para conmemorar el Día de Muertos, mientras que el 21 de diciembre, el Equinoccio de Otoño sería celebrado con un concierto del músico regiomontano Celso Piña. Otro equinoccio, el de Primavera, tendría como artista invitada a la jalisciense Ely Guerra el 21 de abril de 2017. Y aunque no se específica en la calendarización, el proyecto también menciona la aparición del grupo puertorriqueño Calle 13, encabezado por el cantante y compositor Residente.

De acuerdo al documento aprobado por la Comisión de Cultura y Cinematografía, las comprobaciones de este proyecto se harían de manera trimestral, a través de materiales impresos, carteles, convocatorias, programas de mano, invitaciones digitales, referencias periodísticas, memoria gráfica en imagen y video, así como una recopilación de documentos en formatos de audio, video y fotografía. ¿Cómo habrá comprobado todo esto Luna Nueva? Porque en concreto, el 2016-2017 para Tzintzuntzan fue sin conciertos de los artistas referidos, sin mapping sobre sus yácatas y sin ese tipo de festejos para los equinoccios de primavera y otoño.

Proyecto fantasma

¿Pidieron más?

A finales de diciembre de 2018, cuando estaba por aprobarse el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) se anunció que la Comisión de Cultura y Cinematografía consiguió 500 millones de pesos extraordinarios para beneficiar al programa presupuestario S268, destinado a los apoyos para festivales, programas culturales comunitarios y vida a la infraestructura cultural.

Así, el Diario Oficial de la Federación publicó un listado con la “distribución sugerida” por los diputados para invertir esos 500 millones de pesos, dejando, sin embargo, la última palabra a la Secretaría de Cultura. La lista incluye proyectos estatales y municipales, así como proyectos no gubernamentales. Dentro estos últimos, se encuentra el proyecto “Espectáculo multimedia en las pirámides de Tzintzuntzan”, con la cantidad de dos millones 400 mil pesos de apoyo.

¿Es este proyecto el mismo que el que ya había sido financiado por 10 millones de pesos pero que nunca realizaron? Al parecer, nadie sabe: ni en la Comisión de Cultura y Cinematografía ni en la Secretaría de Cultura federal. Este portal envió una solicitud de información a la Plataforma Nacional de Transparencia, con el fin de saber qué persona física o moral había propuesto el proyecto descrito, así como otros que aparecen en el listado pertenecientes a Michoacán.

Pregúntenle a los diputados: Secretaría de Cultura

La primera dependencia en contestar fue la Secretaría de Cultura, quien nos mandó a preguntarle a los diputados, dado que “no se localizó información relacionada con el requerimiento. Lo anterior, debido a que las gestiones para poder integrar proyectos culturales en el Anexo 43 Ampliaciones al Ramo 48 Cultura, se realizan ante la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados directamente”.

La dependencia también afirma que “no tiene conocimiento de los documentos soporte de los proyectos del Anexo 43, hasta el momento en que el o los beneficiarios se presentan para realizar los trámites que les permitan obtener el recurso para la ejecución de estos” (sic).

La Secretaría de Cultura preguntó por varias partes: a la Dirección General de Vinculación Cultural; a la Dirección de Recursos Financieros; a la Unidad de Administración y Finanzas; a la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, a la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural y a la Dirección General de Promoción y Festivales Culturales.

Nadie, en esas direcciones gubernamentales, tiene idea de esos proyectos ni de quiénes los sustentan.

Pregúntenle a la Secretaría de Cultura: Diputados

Pero si la Secretaría de Cultura nos mandó con los diputados, éstos hicieron exactamente lo inverso: nos mandaron a la Secretaría de Cultura, porque ellos no saben nada de dichos proyectos. “Esta Cámara de Diputados no recibe, emite, resguarda, administra o detenta información del tema de su interés por no ser del ámbito de su competencia (…) tratándose del tema de su interés, corresponde a la Secretaría de Cultura a través de las Reglas de Operación que emita para el acceso a los programas y proyectos que integran los ramos 43 y 48 en materia de cultura”.

Con esa respuesta a través de la plataforma de transparencia, queda claro que los proyectos “sugeridos” para beneficiarse con el programa presupuestario S268 fueron puestos en la mesa por un fantasma, o quizá por cabilderos, esos de los que ya informamos en nuestra entrega anterior.

Auditoría detecta posibles fraudes

Casos como el de Luna Nueva ilustran la manera en que el sector cultural en México está lleno de organizaciones de la sociedad civil que navegan con la bandera “sin fines de lucro” pero hacen todo lo contrario. La semana pasada, El Universal publicó una nota donde se da cuenta de que la Auditoría Superior de la Federación detectó un posible fraude por más de 226 millones de pesos en programas de apoyos y donativos otorgados por la Secretaría de Cultura. Dichos proyectos, sostiene la ASF, nunca se realizaron, utilizaron cotizaciones falsas, se inflaron precios o se autobeneficiaron. Al menos hay 274 proyectos que, como los de Luna Nueva, simplemente nunca se hicieron, pero sí se cobraron. La Auditoría sugiere poner el ojo en la Partida S268, “pues en general no se asegura el diseño de las reglas de operación”.

En otras palabras, crearon un boquete para derogar millones de pesos sin que nadie tenga que comprobar nada.

Imagen en portada: michoacan.travel

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