Podría decirse que la productora, directora y guionista Lisa Azuelos es una habitual en el Tour de Cine Francés (TCF). Tres de sus seis películas han formado parte de la muestra itinerante: Lol@ (LOL, 2008), Un encuentro (Une rencontre, 2014), y ahora, para la vigésima tercera edición del TCF, la comedia dramática Mi niña (Mon bébé, 2019). Ésta última se estrenó en marzo de este año en Francia, previo paso por el Festival Internacional de Cine de Comedia L’Alpe d’Huez, probablemente el certamen más importante del género en el mundo.
Hace diez años Azuelos logró un gran suceso comercial con Lol@, filme que a ritmo de britpop aborda las dificultades en la relación de una madre divorciada con su hija adolescente. El éxito fue tal, que tiempo después le propusieron realizar una reinterpretación de la misma dirigida al público estadounidense, en esta ocasión protagonizada por Miley Cyrus y Demi Moore. LOL fue un estrepitoso fracaso y aunque esta nueva versión carecía del encanto de la original, la directora decidió culpar a la productora por la mala estrategia de comercialización.
Dicho antecedente nos ayuda a entender la gestación de esta obra. Explorar la relación madre-hija como base para una película era una espina clavada en la carrera de Lisa Azuelos. Una década después de su primer éxito comercial, la directora decidió retomar el tema, pero ahora con un enfoque distinto. En esta ocasión recurrió a su propia hija, la joven actriz Thaïs Alessandrin, para compartir una serie de experiencias e ideas que sirvieron de base para el guion de Mi niña.
Y, ¿de qué va la película? Héloïse es una madre divorciada, tiene dos hijos adultos que ya se han independizado. Mientras que la menor, Jade, a punto de cumplir la mayoría de edad, piensa continuar sus estudios en Canadá. Al enterarse de la noticia, Héloïse, que ha sacrificado su vida personal en aras de su familia, hace un recuento de sus experiencias mientras se prepara mentalmente para la partida de la menor de sus descendientes.
Sandrine Kiberlain, una actriz recurrente en el Tour, es quien interpreta a madre. Mientras que el papel de hija menor corresponde a la propia hija de la directora, la ya mencionada Thaïs Alessandrin. Quizás por ello, la joven actriz se nota muy cómoda en el rol. Lisa Azuelos combina de buena manera la experiencia y la juventud de las actrices para que la interacción madre-hija fluya adecuadamente en la pantalla.
La película sigue dos líneas argumentales. Por una parte, la hija que a punto de cumplir la mayoría de edad decide iniciar su vida sexual, así como sus primeras experiencias con el alcohol y el tabaco. En tanto que Héloïse trata de combinar el papel de madre con su limitada vida social. En ambos casos se percibe el temor ante el cambio, que al final se traduce en la gradual aceptación de la etapa que cada una de ellas está a punto de comenzar.
Si bien la partida de los hijos no es un tema novedoso, Mi niña tiene el acierto de mostrar los dos puntos de vista: el de la joven que ingresa a la mayoría de edad y la de la mujer madura que podrá retomar su vida. Además, la estructura hábilmente fragmentada de la narración, así como su brevedad (apenas 85 minutos), se traducen en una película ligera, visualmente atractiva y muy entretenida.
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