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7 películas con mamás piratas

Las mamás han sido fuente de inspiración para miles de poesías, para cientos de canciones que las describen como nobles angelitos que cobijan en su manto a los hijos, dándoles lo mismo si éstos son gente ejemplar u ovejas descarriadas. Pero vamos, no todas son así; las hay locas, exasperantes, odiosas… aquí una selecta muestra contada a través del cine.

1. Alice Ward (Melissa Leo) en El Peleador (E.U. 2010. Dir. David O. Rusell)

Alice Ward no sólo es una mala madre, sino una terrible promotora de boxeo y la peor suegra que se pueda elegir. Convencida de que su hijo tiene futuro como pugilista, le consigue peleas piñatas mientras lidia con un quinteto de hijas que rayan en lo bestial. Su actitud es tan chocante, que su aparente hijo consentido prefiere saltar al vacío desde la ventana de su departamento cada vez que lo visita. Viciosa, histérica y ambiciosa, así esta adorable mamá. La actuación de Melissa Leo resultó tan convincente que obtuvo el Oscar como mejor actriz secundaria.

2. Erica (Barbara Hershey) en El Cisne Negro (E.U. 2010. Dir. Darren Aronofsky)

La obsesión es el peor defecto de esta señora quien desea que su hija logre lo que ella no pudo: convertirse en la mejor exponente de ballet en Nueva York. Celosa a más no poder, doña Erica hará hasta lo imposible para que su hija no se distraiga en absolutamente nada, pues cualquier error la puede llevar a la ruina. Este tipo de mujeres logran cosas impensables, como que Natalie Portman no sea sexy, y eso, sí que está cabrón.

3. Jan Brown (Anjelica Huston) en Búfalo 66 (E.U. 1998. Dir. Vincent Gallo)

Que a una madre le gusten los deportes suena bien, pero que esté completamente loca y fanatizada por el futbol americano ya es otra cosa. El pobre Billy Brown ha tenido que lidiar con una progenitora que lo detesta, pues por parirlo se perdió el Super Bowl. Así, habrá de cargar con una cruz similar a la del equipo, una escuadra perdedora por excelencia que además alinea jugadores de dudosa honestidad. La piratez de esta señora es apenas equiparable a la de su ficticia nuera, interpretada por la entonces jovenzuela Cristina Ricci.

4. Carolyn Burnham (Annette Bening) en Belleza Americana (E.U. 1999. Dir. Sam Mendes)

Obsesiva, castigadora y amante del orden; se llama Carolyn y sólo le importa triunfar en una inmobiliaria, así tenga que pasar por encima de su propia su hija, Jane, a quien le impone severas lecciones. Con amante, pistola y mal humor, esta joyita de dama estará dispuesta a terminar con la vida de su propio marido, un pobre diablo que también le ha puesto el cuerno.

5. Ingrid (Michelle Pfeiffer) en La Flor del Mal (E.U. 2002. Dir. Peter Kosminsky)

Astrid es una mujer rubia, sencilla, atractiva, pero su madre es sencillamente espectacular. Soltera y triunfadora, Ingrid se obsesiona con un amante a quien asesina cuando presiente que la va a traicionar. Condenada a 35 años de prisión, dejará de apoyar a una hija que entonces vaga por las calles en busca de cobijo y protección, encontrando a personajes no menos amables, como una ex drogadicta que ahora se las da de santurrona.

6. Babs Johnson (Divine) y su madre Edie (Edith Massey) en Pink Flamingos (E.U. 1993. Dir. John Waters)

No hay a cuál irle. Madre e hija son una par de delirantes mujeres que viven en un vulgar camión rodeadas de gallinas y un hijo/nieto drogadicto. Divine, una verdadera asquerosidad, es considerada como la «persona más inmunda del mundo», lo que le traerá problemas serios con el matrimonio Marble (pareja heterosexual que trafica droga en los colegios y roba bebés para vendérselos a parejas de lesbianas). Si de personajes bizarros hablamos, nadie mejor para confeccionarlos que John Waters, uno de los directores más aclamados del llamado cine basura.

7. Pamela S. Voorhees (Betsy Palmer) en Viernes 13 (E.U. 1980. Dir. Sean S. Cunningham)

Jason Voorhees nació un viernes 13 de 1946 y es educado por Pamela S. Voorhees, madre soltera que sufrió el cruel abandono de Elias Voorhees. En el verano de 1957 Jason acude a un campamento del Crystal Lake, enfrentando la crueldad de sus compañeritos, quienes lo atormentan debido a la deformidad que sufre. La pobre criatura será arrojada a las aguas poco cristalinas, por lo que su progenitora jura venganza. Varios años después unos ilusos jóvenes reinauguran el campamento y terminan siendo masacrados por doña Pamela, quien a su vez será decapitada por Alice, astuta sobreviviente. El resto de la trama se teje a lo largo de 12 películas, tan absurdas como hilarantes.

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