Revés Online

Alfombra negra y tlalpuchairos

Por Omar Arriaga Garcés

“¿Quién pertenece a la tierra, dios, el diablo o los espíritus encarnados?”, expresó el nihilista actor brasileño Zé do Caixao, mejor conocido como José Mojica Marins, antes de que el Feratum Film Festival de Tlalpujahua (Festival Internacional de Cine Fantástico, Terror y Sci-Fi) en manos de su director, Miguel Marín, le entregara el Nosferatum de Bronce como homenaje por su trayectoria de 50 y 60 años, respectivamente, como actor y director, máximo reconocimiento que se otorga en este evento.

01 El Feratum

Esto se llevó a cabo en el Teatro Obrero, luego una interminable pasarela de funcionarios estatales, municipales e, inclusive, de Nigeria y Brasil; pero antes, en el Museo Hermanos López Rayón, las mismas autoridades encabezadas por Alfredo Federico Muñoz Ruiz, presidente municipal tlalpujahuense y el propio Miguel Marín, inauguraron cuatro exposiciones plásticas de Eduardo Santaella (alias Guro), el canadiense Gary Pullin y los colectivos Deletereo y Gallery of horrors, basadas en motivos de horror, películas de suspenso y carteles de cine de muertos y zombies.

Afuera del recinto, a eso de las seis y media de la tarde, un hombre entrado en años cantaba unas coplas populares de que la vida no vale nada sin mucha atención por parte de los tlalpuhipsters y los tlalpuchairos que rodeaban el inmueble, antes de que los policías le indicaran amablemente que tenía que irse de la plaza.

Ante pregunta expresa sobre cuál era el significado del término “chairo”, un joven turista de la Ciudad de México comentó que éste se refería a “aquellos entes de la sociedad que pretenden todo lo ser izquierdosamente anticipado para determinar situación alguna a sus no-circunstancias; es decir que se trata de ninis izquierdosos que critican más que hacen, desde un plano estático”.

Entre 15 y 17 mil de esos tlalpuchairos habría comentado el gobierno del estado que se esperaban para esta segunda edición del Feratum Film Festival, ya que luego de cuatro emisiones del Festival de Cine Mórbido, que terminó por ser trasladado a Pátzcuaro, parece que la primera cifra habría sido la de la asistencia de los eventos anteriores, esperando que el público subiera en al menos dos mil personas.

En el Teatro Obrero, tras la Alfombra Negra y tras el desfile de luminarias burocráticas, fue proyectado el cortometraje Honeymoon suite, en el que el señor Hirschfield llegaba a un hotel oriental para ocupar un cuarto de lujo en el que todo el personal atendía los momentos más delicados en los que éste devenía hombre lobo con la luna llena.

Casi para finalizar, Zé do Caixao señaló que se sentía orgulloso de estar en México, pues el Santo había sido una de sus influencias cinematográficas más poderosas. Asimismo, exteriorizó que se encontraba filmando una película que terminaría de rodar a fines de 2013, y apuntó hacia el público cuando recibió su reconocimiento, comentando en portugués que eso era lo que le daba “la fuerza que todo cineasta necesita para realizar”. Luego de lo cual, dio inició la fiesta de inauguración.

Foto: Imagen Latente

Salir de la versión móvil