Semana de plácemes para los fanáticos de Radiohead. Su gurú, Thom Yorke, ha estrenado un disco más de solista. Se trata de Anima, producción de nueve temas originales que además sale acompañado del cortometraje homónimo dirigido por Paul Thomas Anderson, ya disponible en Netflix.
No es la primera vez que la banda inglesa y el director estadunidense trabajan de la mano. Ya antes habían rodado videos como Daydreaming (donde dicen que hay un mensaje oculto), Present Tense y The Numbers. Además, Anderson colaboró en 2015 con Jonny Greenwood para realizar el documental Junun, donde se abordan las raíces de la música de la India.
El disco
El disco tiene toda la factura de Yorke: una producción impecable que poco a poco se desvanece entre los experimentos electrónicos, la melancolía y la alucinación. Pero si de alucinaciones hablamos, el cortometraje es la más viva representación de una pesadilla llena de simbolismos y cosas imposibles.
El mismo Thom es el protagonista de este sueño a bordo de un metro donde sus pasajeros parecen caer dormidos. Todos visten igual mientras bailan una coreografía montada por Damien Jalet y fotografiada por Darius Khondji, quien tiene en su CV películas como Seven y Medianoche en París.
El sueño de Thom
¿Qué significado le podemos dar a esta pieza que dura unos 13 minutos? Tal vez es la propia visión del esclavismo laboral, la presencia de seres humanos convertidos en piezas explotadas hasta la saciedad. Es el retrato de las ciudades convertidas en un infierno, el sueño de donde nunca pueden escapar. Y es que en los sueños todo es posible, es el momento en que podemos volar, en que vemos a gente desconocida y llegamos a laberintos sin salida.
El cortometraje se acompaña de las piezas Not the news, Traffic y Dawn Chorus, que desde luego pertenecen al disco que se lanzó gratuitamente este 27 de junio. Como dato curioso, la mujer que aparece como coprotagonista es Dajana Roncione, pareja de Thom en la vida real. En tanto, las locaciones se ubican al sur de Francia y en Praga.
Si quieres ver ya esta alucinante propuesta de Anderson y Thome, escucha el disco completo y luego mira el cortometraje, tal vez, acompañado de alguna sustancia prohibida.
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