Este lunes 3 de diciembre, el Ayuntamiento de Morelia desalojó el lugar donde había venido operando el Foro de Experimentación Plástica y Artística, la antigua Central Camionera. Esto es curioso porque se da justamente en la semana en que el artista escénico Said Soberanes pone el dedo en el renglón del presupuesto para las actividades culturales en cada estado, señalando partidas presupuestales asignadas pero que, como sucede en otros rubros, no se tiene la certeza de si llegan, y si llegan, a dónde se van, con prioridad para quien, y esto a raíz del recorte presupuestal que sufrirá el rubro cultural en el Presupuesto de Egresos de la Federación en 2017. En fin.
Así las cosas, lo que ya había dicho el mismo alcalde, Alfonso Martínez, en cuanto a que habría diálogo, que a los encargados del CEPA se les darían opciones para seguir operando, se fue por el caño cuando a la central llegaron policías y burócratas municipales prestos a desalojar un inmueble que desde hace años ha estado en controversia porque, entre otras cosas, se hizo un estacionamiento que al final le sale más caro al gobierno pues el concesionario no ha obtenido las ganancias esperadas.
Enclavado en una zona históricamente calientita del Centro, a donde los turistas no van, donde el Ayuntamiento no pone alumbrado navideño, el CEPA venía desarrollando esa labor que corresponde a los artistas: sin pedir nada al gobierno más que el lugar para trabajar, con una dinámica de autogestión, generaron un público, un “mercado” por así decirlo, para desarrollar diferentes proyectos. Vaya, con los talleres y actividades que se generaron en el CEPA muchos outsiders encontraron un nicho dónde crear y exponer su trabajo, dónde contagiar a otros mediante talleres.
Pero todo gobierno tiene compromisos que cumplir, toda administración tiene a quién rendirle cuentas y no hablo de los ciudadanos; no, no seamos ilusos, y es que el secretario municipal, Jesús Ávalos Plata, en una confusa declaración dejó entrever la premura de la administración moreliana por cumplir a los empresarios amigos: “Tienen que iniciar los trabajos ya del Centro de Atención a Víctimas, ya está contratado, se hizo una licitación pública, los constructores tienen ya posesión del lugar, se les compartieron escrituras, proyecto, metros y demás, ese espacio en esas condiciones; quedó claro y, adicional, buscamos que puedan, en conjunto con la administración, escoger otro para que puedan realizar su labor”.
Ese es el punto: no retrasar a los empresarios que quieren ya desarrollar ese proyecto pues el dinero no se gana solo. Así que se trata, al fin administración de yupis emprendedores y empresarios exiliados del PAN, de cumplir compromisos comerciales. En cuanto a la comprometida instalación de un Centro de Atención a Víctimas, una comandancia de policía y demás espacios para dependencias estatales, además de las municipales que se pretende instalar ahí, es de entenderse pues no sabemos hasta qué punto tenga el Ayuntamiento compromisos con el gobierno estatal, recordemos que el independiente, al no tener legisladores afines, debe llevar muy buena relación con el gobernador y con quien se pueda o de lo contrario estará solo, y tomando en cuenta que Morelia es de los municipios con declaratoria de Alerta por Violencia de Género, el Centro de Atención a Víctimas es un requerimiento.
En vista de lo anterior, lo de menos es un espacio cultural, y aunque ahora se diga que les ofrecerán otro lugar en cualquier otro lado de la ciudad, no será así y con el tiempo este asunto se irá enfriando.
Ya para concluir sólo una cosa: en Internet, específicamente en el portal de Cambio de Michoacán, al principio la nota se cabeceó informando del desalojo, porque a final de cuentas fue eso, y hoy, al consultar de nuevo la nota, veo un encabezado que dice: “Elementos policiacos retiran acervo cultural del CEPA”. No me extrañaría ni tantito, dada la situación de los medios estatales, que el Ayuntamiento hubiera presionado para que se descafeinara la información y no hacer ver a la administración de Poncho como arbitraria y que desaloja artistas, sino como un gobierno que se preocupa por el desarrollo económico de la capital. Entonces, atendiendo a ello, de una vez le hubieran puesto: “Ayuntamiento rescata inmueble tomado de forma ilegal”, lo cual obviamente nadie hubiera creído.
En fin, ese es el gobierno de Alfonso Martínez, para quien Morelia es sólo el Centro, para quien las únicas tenencias son Capula y San Nicolás Obispo, quien va a China a buscar inversiones pero no se preocupa por que los negocios locales, los de la gente de aquí, que le dan empleo a la clase media y media baja, puedan funcionar sin ser asaltados con total facilidad e impunidad. Pero bueno, sólo esperemos que con la marabunta de burócratas que en el futuro llegarán a trabajar a la rimbombante Ciudad Administrativa la zona tenga por lo menos más seguridad y que aquello no se vuelva un elefante blanco o una especie de Teatro Matamoros: la gallina de los huevos de oro para los amigos.