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Cómo aprovechar la visita del Papa para pagar las pinches placas

Ahora que viene el Papa a México, específicamente a Morelia, la gente consciente y que por sus juicios es superior a los demás ha puesto en claro sus rechazo a la visita papal a la tierra evangelizada por Vasco de Quiroga.

Y es que un evento de tal magnitud cuesta millonarias sumas que bien podrían aprovecharse en otros rubros, no diré cuáles para no discriminar. Lo que los detractores de tan carismático pontífice no entienden es que, más allá de la esperanza y el mensaje de paz y amor que Bergoglio nos trae, también se presenta la oportunidad de reactivar la economía en la capital del estado. He aquí algunas ideas para hacer de la visita del Papa una oportunidad para los negocios.

1. Calendarios. En realidad estos ya se venden en las inmediaciones de la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, pero acá podemos hacer lo propio con fotos del pontífice, desde las más solemnes y cargadas de espiritualidad hasta las más cotorras, editadas de tal manera que su santidad aparezca en los paisajes y lugares michoacanos más emblemáticos. Le podemos poner incluso un título de esos que gustan, no sé, algo así como Calendario de la fe michoacana para darle un toquecito regional. Imagínese usted, diez mil copias a 50 pesos cada una, medio milloncito, nada despreciable para pagarle sus pinches placas a Silvano.Papa Francisco calendario

2. La Ruta de la Fe. Del aeropuerto al Venus, pasando por el Libramiento y Acueducto, de ahí a la Catedral y por toda la Madero por la Décima hasta el Morelos y de vuelta al aeropuerto. Básicamente medio Morelia para crear un circuito comercial. Si cuando Juan Pablo II besó suelo mexicano esta tierra nahuatlaca adquirió plusvalía, visualice usted cuánto podría valer un tope pisado por el Papamóvil si se lanza una campaña similar a la de las astillas de la cruz. Para esto, el Ayuntamiento de Morelia deberá remover casi todos los topes dejando uno o dos en sitios estratégicos para crear altas expectativas y evitare la sobreoferta. 50 gramos de tope a 20 pesos, un tope promedio puede tener 100 kilos de material. Más o menos 400 mil pesos, muy buenos para pagarle sus pinches placas a Silvano.

3. La Ruta de la Fe bis. Si usted tiene una propiedad en alguna vialidad por donde vaya a pasar Francisco, considérese afortunado, pues durante todo el trayecto habrá personas esperando a verlo aunque sea dos segundos, en una de esas hasta una bendición les echa. Eso significa que los lugares estarán muy peleados, pero si los dueños de los predios y los inmuebles son inteligentes, pueden armar incluso paquetes; por ejemplo:

a) El Paquesperes: Por 50 pesos una familia de cuatro personas puede ocupar cómodamente un metro cuadrado de banqueta, sabemos que los niños van en hombros. No incluye nada más que el espacio para estar de pie.

b) El Paqueaguantes: Por sólo 100 pesitos una familia de cuatro personas tiene acceso a ese mismo metro cuadrado de banqueta pero el paquete incluye cuatro botellas de agua Santorini de 600 mililitros, mingitorio ilimitado y, por sólo 50 pesitos adicionales, un bonito banderín de plástico con los colores oficiales de la visita del santo padre.

c) El Paquelogoces: Por 20 dólares una familia o grupo de cuatro personas tendrá acceso a la azotea cubierta con una lona, donde además de sillas se les brindará una Coca Cola o una botella de agua de 600 mililitros con acceso ilimitado a mingitorio y escusado. Por sólo diez dólares más se les pueden alquilar binoculares para que vean al Papa desde lejos y a la distancia.

Aunque puede variar de acuerdo con la extensión y la zona, pues en Acueducto y la Avenida Madero puede ser más caro que en el Libramiento, échele lápiz: si el dueño de una de esas propiedades vende 20 Paquesperes, diez Paqueaguantes y diez Paquelogoces, previendo que para febrero el dólar estará en 20 pesos: ocho mil 500 pesos por propiedad, perfectos para pagarle sus pinches placas a Silvano.

Foto: EFE/ERIK S. LESSER 

4. El nombre importa. Mucha gente significa muchos comensales, y dado que no todos tendrán para los restaurantes donde comerán los obispos y cardenales, es hora de cambiar la nomenclatura de los negocios de comida para atraer al turismo religioso, que suele ser seducido por lo católico en este caso y por lo tradicional, así que podemos despedirnos de los Tacos de la Zamora y darles la bienvenida a Tacos Cardenal, Los Pioneros ahora serán Los Misioneros, La Burbuja deberá llamarse Hostal del Fraile, Doña Herme deberá ser renombrada Madre Hermelinda y El Infierno definitivamente tendrá que cambiar su nombre por algo más católicamente correcto, pues no habrá monjita ni sacerdote que quiera entrar ahí, los seminaristas sí, esos pueden ser un desmadre. Esos pequeños cambios pueden generar la derrama económica tan necesaria para pagarle sus pinches placas a Silvano.

Esas son algunas ideas que de momento se me ocurren para reactivar la economía de Morelia, pero hay un sinfín de afiches susceptibles de ser vendidos en esa época, desde los carteles hasta las playeras, llaveritos, la foto con su cardenal favorito. Lástima que el Papa sólo estará unas horas en Morelia y no se podrán hacer negocios a largo plazo, lo que sí quedará posiblemente sea una generación de niños llamados Francisco, y hablando de niños, recuerde que Morelia estará lleno de curas, obispos, cardenales, arzobispos y demás hombres de fe, así que no descuide a sus hijos o sobrinos, la seguridad de nuestros niños es responsabilidad de todos. Salud.

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