Icono del sitio Revés Online

De trols y otras criaturas fronterizas

Aunque desde hace tiempo ya se encuentra disponible en formato digital, por fin llegó a cartelera Criaturas fronterizas (Gräns, 2018). El segundo largometraje del iraní afincado en Dinamarca, Ali Abbasi, fue presentado oficialmente en la sección Un certain regard en Cannes, donde ganó el galardón más importante de la sección. Posteriormente estuvo presente en la ceremonia del Oscar en la categoría de mejor diseño de maquillaje. La película se estrena en México por medio de Cinépolis Distribución.

Hace algunos años pasó brevemente por las salas de cine Déjame entrar (Låt den ratte komma in, 2008), extraordinaria cinta de vampiros dirigida por Tomas Alfredson, basada en una novela homónima del escritor sueco John Ajvide Lindqvist (editada en español por Espasa Calpe). Viene esto a colación porque Criaturas fronterizas está inspirada en un relato del mismo autor: Border, que forma parte de un volumen de cuentos titulado Let the old dreams die que aún no cuenta con traducción al español.

Avalado por el autor, el cineasta iraní coescribió junto a la directora Isabella Eklöf (de quien vale la pena darle un vistazo al drama criminal Holiday), un guion basado en su texto. Tina, la protagonista, trabaja en la aduana de un pequeño puesto de Suecia. Sus rasgos poco agraciados no hacen juego con su extraordinaria capacidad para detectar sustancias ilegales y personas que llevan a cabo conductas dañinas para la sociedad. Su secreto no es otro que una extraña capacidad olfativa. Su vida rutinaria toma un giro cuando aparece en la aduana un extraño personaje que no solo pone a prueba sus capacidades, sino que comparte una serie de similitudes físicas. Dicho encuentro removerá secretos de su pasado que la llevarán a cuestionarse su verdadero origen y su lugar en el mundo.

TE PUEDE INTERESAR:

Jim Jarmusch y su película de zombies

La cinta comienza en tono convencional: una mujer que vive en una casa en medio del bosque, junto a un compañero que no siente el menor afecto por ella. Su soledad y falta de afecto se vuelcan en admiración por la naturaleza. Este sentimiento se acentúa debido al comportamiento de quienes le rodean, incluyendo a su propio padre: personas con un alto desapego emocional o de comportamientos abiertamente criminales. Tina se cuestiona su pertenencia a esto que conocemos como sociedad civilizada.

Es la aparición de Vore, quien hace que la narración se encamine hacia lo fantástico. Sus rasgos y comportamiento despiertan en Tina sensaciones reprimidas como alimentarse con gusanos, correr desnuda por el bosque o zambullirse en aguas heladas, acciones que nos revelan su verdadera naturaleza. En su búsqueda, la protagonista descubre no solo su identidad enmarcada en el folclore escandinavo, sino la peculiar relación de creación-destrucción que la une a la humanidad, no muy distante de la situación que enfrentan toda clase de minorías alrededor del mundo.

Es una apuesta interesante la de Abbasi, quien no se considera un amante del cine de género. Curiosamente, el elemento fantástico es el que funciona mejor, en contraste con la confusa subtrama policíaca que cobra importancia en el tramo final del metraje. Géneros aparte, Criaturas fronterizas nos habla desde los entresijos de la marginalidad y la búsqueda de aceptación, utilizando para ello elementos poco convencionales, lo que constituye por sí mismo, un gran aliciente para acercarse a esta película.

Salir de la versión móvil