En este 2022 que ya está por perecer, uno de los mejores discos en la escena independiente sin duda fue el de Walter Esaú. Bautizado como Mentiroso y firmado por Universal Music, ofrece 12 temas que son una dosis de sinceridad absoluta, en la que fluyen letras desoladoras y que sin pena alguna demuestran sueños y frustraciones de este compositor michoacano.
Tracks como Erizo son el ejemplo perfecto de esa sensación de no salir del maldito enamoramiento, pese a saber que un día antes ni conocías a la pareja en cuestión. “Como un adicto que no tiene droga, así me siento podrido por dentro, ya van semanas que muy poco duermo”, reza el verso de esta apertura que en la parte estrictamente musical es un tributo a las baladas ochenteras de Siempre en Domingo.
En cambio, Chamaco es una biopic donde Walter se asume como un fiasco en la escuela, un hijo que no cumplió las expectativas y el clásico adolescente que baila con vergüenza. La producción ofrece buenas participaciones, comenzando por Mejor sin mí, donde la voz de Magdalena Valencia va entrando tímidamente hasta asentarse en una historia que encierra resignación absoluta.
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Uno de los momentos épicos llega con Mentiroso, otra balada con olores retros que deja claro cómo alguien puede fingir alegría cuando en realidad muere de soledad. De ahí saltamos a un ejemplo que a quien esto escribe le recuerda pasajes de Rockdrigo González. Se trata de Soñar Despierto, frustración urbana de quien se queda dormido en las banquetas y sueña con ganar el Mundial. Ah, ¡el maldito Mundial!
Sigamos con las declaraciones: en Si no eres tú, el protagonista de plano se ve sin rumbo de no ser acompañado por su amante. Acá aparecen más riquezas melódicas que muestran el grado de complejidad para armar un disco sólido, serio y honesto. Qué decir de Maldito Amor, relato oscurísimo que narra cómo se concibe una criatura con cuernos, cola y alma podrida, pero amorosa al fin.
El disco termina con dos canciones tristes: Fuerzas Básicas, metáfora futbolera donde el jugador de la vida sabe que se viene un contragolpe letal. Y Del cielo al suelo, caída libre e inevitable donde se busca el bálsamo para curar el miedo, el final del juego, cuando ya todo acabó. Y de remate, una colaboración con El David Aguilar llamada La última canción, corrido de despedida que ratifica que el telón ya se cerró, que no hay más tequilas por tomar.
¿Y el show?
Todas estas canciones y otras podrán ser escuchadas este viernes en el Centro Cultural Universitario, en Morelia. Walter dará un concierto gratuito al que basta con llegar a tiempo, es decir, mucho antes de las 18:00 horas. Una cosa les garantizamos: se va a atascar, así que no se confíen y en verdad arriben temprano.