El comienzo del tiempo (2014), tercer largometraje que dirige el mexicano Bernardo Arellano, fue la encargada de cerrar el primer día de competencia en la sección de Largometrajes Mexicanos.
Por Armando Casimiro Guzmán
Tras la función de prensa de la mañana del sábado (donde fue recibida con tibieza), su director, Bertha Olivia Ramírez (quien actúa en la película), la fotógrafa Sara Purgatorio y la productora April Shannon, ofrecieron una sesión de preguntas y respuestas donde explicaron algunos aspectos sobresalientes de la cinta.
La película nos presenta a la pareja de ancianos conformada por Bertha y Antonio, quienes sufren las consecuencias de una suspensión de pagos de las pensiones estatales. Ante la necesidad apremiante de solventar sus necesidades básicas, la pareja se ve obligada a deshacerse de una parte de sus pertenencias, vender tamales en la calle y hasta robar productos en el supermercado. Las cosas parecen cambiar cuando un inesperado y perezoso visitante, nieto del simpático par, llega a vivir con ellos por tiempo indefinido.
“Estoy obsesionado con los ciclos del tiempo, quería hablar de mi percepción de la juventud y los ancianos, ese choque generacional, situado en un momento social que está muy claro en la película”, dijo Arellano al hablar del origen de la producción. Y es que casi todos los personajes que aparecen en el filme son personas de edad avanzada, actores no profesionales quienes tratan de hacer su parte para que la narrativa funcione. De hecho el propio director cuenta que no escribió un guion para el filme, sino que condensó sus ideas en un argumento de seis páginas sin diálogos, al cual los actores le fueron agregando comentarios y situaciones que surgieron de manera improvisada.
Aunque tras ver el filme resulta poco claro, Arellano asegura que intentaba crear una comedia ácida, al respecto comentó: “No quería hacer un melodrama, quería trabajar en la zona de la comedia. Estamos viviendo un momento tan trágico que de verdad creo que necesitamos un poco de humor”.
El comienzo del tiempo contrasta de manera muy evidente la postura optimista e indoblegable de los ancianos, quienes hacen de todo para salir adelante y se dan el tiempo para participar en manifestaciones para “derrocar al gobierno”, con la actitud indolente de la juventud perezosa.
En verdad tiene aspectos positivos, entre ellos el rescate de personajes como el barbero poeta (quien declama animosamente mientras aplica sus cortes de cincuenta pesos), al igual que don Antonio, un simpático viejecito que cree ingenuamente que su hijo volverá para pagar una vieja deuda que aqueja a la familia. Pero la cinta pesa como una losa, bien se pudieron haber editado unos veinte minutos de metraje, sacando esos espacios muertos que en poco benefician a lo que se supone es una comedia.
Por lo pronto, parece que veremos El comienzo del tiempo en la próxima Muestra de Cine de la Cineteca, además de que tiene asegurado su lugar en el consabido circuito de arte, pero la productora April Shannon se aventuró a decir que pronto ocupará un espacio en la inclemente cartelera comercial. Ya veremos como le va.