Ya está listo el 28 Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF). Del 25 de julio al 4 de agosto, las ciudades de San Miguel de Allende, Irapuato y Guanajuato serán sedes de uno de los encuentros fílmicos más importantes de México. En esta tierra de historia y tradición, el festival dirigido por Sarah Hoch ha demostrado su músculo ante los embates de la pandemia y los desencuentros con autoridades municipales.
Esta edición marca el regreso del GIFF a la capital guanajuatense. Recordemos que desde el 2021 el festival abandonó la ciudad de las momias después de que su entonces presidente municipal, Alejandro Navarro, declarara que era un evento elitista que no justificaba la erogación de recursos públicos y que mientras durara su gobierno, el GIFF no pasaría por la ciudad. Mauricio Trejo Pureco, edil uruapense de San Miguel de Allende, también estuvo coqueteando con esa idea, incluso hizo serias declaraciones en contra del festival.
Al final, el equipo de Sarah Hoch decidió llevarse el GIFF a León y agregó una sede más: Irapuato. Mauricio Trejo hizo de tripas corazón y decidió acoger al festival, mientras que Alejando Navarro, ante las quejas de comerciantes y prestadores de servicios, decidió sacarse de la manga el Festival Internacional de Cine del Bajío (BJX FEST), utilizando fondos municipales.
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El resultado de estas decisiones deja mucho para la reflexión. León es una ciudad grande, de fácil acceso y con una importante infraestructura, parecía una apuesta segura. Sin embargo, no es una urbe turística y tiene una vida cultural, digámoslo así, muy limitada. Por alguna razón el GIFF no generó mucho interés entre la población leonesa. Aunque hubo buena organización y algunos eventos con mucho público, también me tocó ver funciones de cine con apenas una docena de personas, que hacían lucir desolado el enorme Teatro del Bicentenario.
En Irapuato la situación era más o menos similar, en el Cinemex Jacarandas me encontré con algunas salas semivacías y me di cuenta de que buena parte de los transeúntes miraban con desinterés las actividades que se anunciaban frente al Teatro de la Ciudad, sede principal del festival. Al final, después del anuncio del regreso a Guanajuato, León fue la ciudad sacrificada.
¿Y qué pasó con el BJX FEST? Tuvo tres desangeladas ediciones y desapareció por donde vino. La nueva alcaldesa de Guanajuato, Samantha Smith, esposa de Alejandro Navarro (la pareja sumará en 2027, ¡nueve años consecutivos en la alcaldía!), se tomó un año para pensarlo, pero al final aceptó que el GIFF debía volver a Guanajuato. ¿Los Navarro-Smith firmaron la paz con el equipo de Sarah Hoch? Ya lo veremos. De cualquier forma no debemos olvidar que estamos hablando de una cantidad importante de recursos públicos, cuya utilización a veces parece decidirse entre caprichos y aspavientos.
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A sus 28 años el GIFF luce robusto, pero algo se ha perdido en el camino. En sus inicios como Expresión en Corto, llegamos a ver invitados como Tim Burton, Gaspar Noé y Oliver Stone, incluso en sus primeros años como GIFF la ciudad albergó personalidades como Danny Boyle, Darren Aronofsky, Park Chan-Wook, Fatih Akin y Anton Corbijn. Lo cierto es que los invitados internacionales de las últimas ediciones han sido mucho menos interesantes. También la selección oficial de largometrajes mexicanos ha perdido fuerza, parece ser que la mayoría de las producciones mexicanas prefieren estrenar en los festivales de Guadalajara o Morelia.
Para el momento de escribir esta nota ya hay varios avances de la programación del 28 GIFF, que contará con India como país invitado. En los próximos días ahondaremos en el programa que nos tiene preparado el festival en este 2025, el año que marca el regreso del GIFF a su lugar de origen.