Por Armando Casimiro Guzmán
Dentro de la sección de Estrenos Internacionales del FICM se presentó Behind the candelabra (2012), la última (literalmente) película del prolífico cineasta estadounidense Steven Soderbergh, quien decepcionado de los usos y costumbres de la industria fílmica norteamericana decidió retirarse de la dirección… al menos por ahora. Aunque fue hecha originalmente para el mercado de la televisión de paga (específicamente para la cadena HBO), la cinta estuvo nominada a la Palma de Oro en Cannes y tuvo estreno comercial en un reducido grupo de países europeos.
Behind the candelabra está basada en la novela homónima autobiográfica escrita conjuntamente por Scott Thorson y Alex Thorleifson, en donde se narra la tórrida relación homosexual que durante años sostuvo Thorson con el famoso pianista y showman estadounidense Liberace, quien murió por complicaciones derivadas del SIDA en 1987.
La cinta comienza en 1977, año en que Scott de 17 años, conoce a Liberace (que por aquellos años ya era un cincuentón) en su camerino después de una presentación en Las Vegas. La vida de excesos que llevan los dos amantes se ve aún más enturbiada por la adicción a las drogas de Thorson y el carácter excesivamente dominante del millonario pianista, quien desea moldear a su joven pareja a su imagen y semejanza, al grado de obligarlo a someterse a numerosas cirugías plásticas para convertirlo en una especie de versión más joven de él mismo.
Soderbergh eligió
La película se sostiene además de sus interpretaciones, gracias al gran trabajo de Soderbergh en la dirección, quizás podría haberla recortado unos diez minutos, pero en general es un trabajo muy disfrutable, alejado del amarillismo de las películas biográficas, incluso muestra cierta empatía por un par de personajes egoístas de comportamientos destructivos. Cabe aclarar que Behind the candelabra tuvo una sola presentación en esta edición del FICM y aún está por verse si llega a los cines.