Días malos y días buenos han alternado en la sección de largometrajes en competencia, afortunadamente este martes tocó un día bueno. Inició la jornada con Hilda, ópera prima del regiomontano Andrés Clariond, que gracias a la sutileza de su humor, logró arrancar algunos aplausos al término de la función de prensa.
Por Armando Casimiro Guzmán
Visiblemente emocionado, su director anunció que ya tienen amarrado un convenio de distribución con Cinépolis, cadena que la exhibirá a principios de 2015 con una cantidad aproximada de 120 copias.
Clariond escribió el guion para su primer largometraje basándose en la obra de teatro homónima de la escritora francesa Marie NDiaye. El joven director cuenta que pudo ver la puesta en escena mientras estudiaba cine en Nueva York y de inmediato pensó que la situación que se planteaba podría aplicarse muy bien a la realidad mexicana.
La historia gira en torno a Susana, una mujer madura esposa de un acaudalado empresario. Cuando su único hijo llega de visita a la mansión, deciden contratar a una nueva empleada, para ello recurren a Hilda, esposa de un antiguo trabajador. Los recuerdos del pasado izquierdista de Susana se van haciendo más notorios al tiempo que su necesidad de compañía la obliga a ejercer un control casi tiránico sobre la nueva empleada, una situación que inevitablemente la pone al borde de la locura.
La cinta es un drama sobre la dependencia, a la par que aborda temas muy presentes en nuestro país como el clasismo y la desigualdad. Curiosamente el propio Andrés es hijo del adinerado empresario Eugenio Clariond, al respecto comentó: “Crecí en esa sociedad pero siempre me mantuve externo, me rodeé de gente distinta, la clase alta de Monterrey tiene muchos de esos rasgos de incongruencia”.
El joven director asegura que en todo momento quiso imprimirle un tono de humor negro a su película, pero sin llevarlo a los extremos de la farsa o la comedia chusca, aunque es un hecho que peligrosamente se acerca a ellos en algunos instantes de la narración.
Verónica Langer, quien personifica a la ama de casa menospreciada por su marido, ve a su personaje como alguien que ha perdido la lealtad consigo misma y eso mismo la ha llevado a la locura. También estuvieron presentes en Morelia, los actores Fernando Becerril y Adriana Paz, ésta última interpreta a la empleada que da nombre a la película.
“Me parece apasionante que Ernesto Zedillo estuviera lanzando piedras en las manifestaciones y años después se convirtiera en presidente”, dijo Clariond. Y es que Hilda también funciona como una crítica a la llamada “izquierda caviar”, a los “burgueses bohemios”, esas personas que se presentan como izquierdistas, pero que de ninguna manera están dispuestos a renunciar a los beneficios que les ha traído el capitalismo.
Hilda es un acercamiento interesante e irónico a una serie de temas que en otras manos serían un potencial fracaso. Un sólido grupo de actores y un meticuloso diseño de arte complementan una historia que da mucho para reflexionar sobre lo difícil que es ser coherente con todos los principios que rigen nuestra vida.