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La Ballena: el cine que se quedó en el teatro

La Ballena

Desde su estreno en Venecia, La ballena (The whale, 2022), ha dado mucho de qué hablar. Al margen de sus cualidades y defectos estéticos y narrativos, los medios han centrado su atención en el notorio aumento de peso al que tuvo que someterse Brendan Fraser para lucir como la persona con obesidad mórbida sobre la que gira la película.

Dicho personaje es Charlie, un profesor de literatura que vive confinado en su departamento debido a que su peso le impide aventurarse al mundo exterior. Conforme avanza el metraje nos adentramos en situaciones del pasado que repercuten en su actualidad: la muerte de un ser querido que no ha podido superar, un matrimonio que terminó mal y una hija adolescente que lo detesta. En un intento de redimirse y ante un final que se ve cada vez más cercano, Charlie decide hacer un último intento para reconciliarse con su única descendiente, aunque en ello se le vaya la vida.

El guion del dramaturgo Samuel D. Hunter está basado libremente en la obra homónima de su autoría, que se estrenó en 2012. La pieza teatral contiene varias referencias autobiográficas, Hunter creció en una pequeña ciudad de Idaho, en relativo aislamiento debido a su homosexualidad y sobrepeso. Esta situación lo llevó a comer sin control durante años hasta que conoció a quien ahora es su esposo y resultó un gran apoyo para salir adelante.

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La obra podría interpretarse como una visión de lo que habría sucedido de no haber encontrado los mecanismos y las personas adecuadas para escapar de la espiral autodestructiva a la que estaba sometido.

Durante algún tiempo se rumoraba que Tom Ford dirigiría la adaptación y que el comediante y presentador James Corden interpretaría el papel principal. Al final, el papel quedó para Brendan Fraser y la dirección para Darren Aronofsky. No es extraña esta elección, es posible encontrar varios puntos en común entre esta película y El luchador (The wrestler, 2008), del propio Aronofsky, en donde un actor de los cuadriláteros venido a menos, decide llevar su pasión hasta las últimas consecuencias. En ambos casos los protagónicos han sido para actores que en ese momento estaban en el olvido. Mickey Rourke estuvo cerca de alzarse con un Oscar, ¿lo logrará Brendan Fraser?

El título de la película juega en dos sentidos, ambos muy obvios, el primero de ellos alude al sobrepeso del personaje principal y el segundo a la novela de Herman Melville, una pieza emblemática de la literatura norteamericana. Charlie imparte clases en línea de literatura creativa (un rasgo que comparte con el propio Hunter),  y su tabla de salvación es una breve reseña de Moby Dick, escrita años atrás por su hija, un texto que lee una y otra vez a manera de mantra de sanación.

Charlie abandonó a su esposa e hija cuando se enamoró de un joven estudiante y se fue a vivir con él, pero la muerte repentina de su nueva pareja lo sumió en una profunda depresión que alimentaba con cantidades estratosféricas de comida. Desde entonces, solamente su cuñada, una enfermera piadosa, le ofrece apoyo y amistad.

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El protagonista se yergue en su andadera cual Moby Dick en los mares del sur, su capitán Ahab no es su sobrepeso sino su deseo de autoinmolación, es una ballena encerrada entre las tres paredes de un escenario teatral. Y es que eso es lo que vemos en la pantalla, un escenario en donde los personajes secundarios entran, dicen sus parlamentos y salen al estilo del teatro, solo falta el intermedio. La obra de Hunter no logra salir del teatro y no se atiborra de comida sino de llanto.

Hollywood siempre ha tenido fascinación por las transformaciones físicas de sus actores, por transformar lo convencional en desagradable. Pero el cambio debe ser momentáneo e inofensivo para no incomodar a la audiencia. Ahí tenemos a John Hurt convertido en El hombre elefante (The elephant man, 1980), a Charlize Theron subiendo 15 kilos para Monster (2003) y Nicole Kidman usando una prótesis nasal en Las horas (The hours, 2002). Ambas actrices se llevaron el Oscar, John Hurt estuvo cerca, Brendan Fraser, es tu turno.

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La Ballena, actualmente en las cadenas Cinépolis y Cinemex. 

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