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La Claqueta: otros datos curiosos

GLOSAS DE CINE

Santiago Ortiz-Monasterio

En este artículo les comentaré unos cuantos de tips más sobre el uso de la claqueta. Primero que nada comenzaré diciéndoles quién es el que opera este aparato. El que lo hace es el segundo asistente de cámara, quien a veces es llamado el claquetero (clapper).

El proceso para realizar la claqueta es el siguiente. El continuista le tiene que avisar al 2do asistente de cámara el orden correcto de la escena, plano y toma, así como cualquier otro detalle a considerar. Para saber cuándo poner la claqueta enfrente de la cámara es necesario platicar con el 1er asistente de dirección para llegar a un acuerdo de cómo va a dar las órdenes y así saber en qué momento presentar la claqueta. Generalmente se presenta justo después de que el 1er asistente de cámara anuncia que ya está filmando o grabando la cámara. Cuando el 1er asistente de dirección le pide al 2do asistente de cámara que presente la claqueta, es el momento de ponerla frente al lente, siendo muy precavidos en que se vea completa y que al momento de cerrar las bisagras y dar el clap esto sea capturado por la cámara. Si no se ve cómo chocan las bisagras no se puede sincronizar adecuadamente la imagen y el audio. El claquetero dice en voz alta el número de la escena y del plano. Como tip es importante decir a los actores que cuenten hasta tres antes de empezar a hablar, y como director es importante no cortar abruptamente la escena, ya que se debe dejar espacio (al editor para que pueda cortar en el momento del montaje y no tener muy junta la voz del claquetero y el diálogo del actor.

Cuando la escena se graba sin sonido las bisagras de la claqueta se deben de dejar completamente abiertas para que el editor sepa qué esa escena fue realizada sin sonido y no es necesario sincronizar. Hay quienes dicen que se debe presentar la claqueta con las bisagras cerradas cuando sea sin audio, pero esta acción puede confundir al editor si se llegan a abrir aunque sea un poco. Por esta razón es mejor presentar la claqueta completamente abierta.

Cuando notemos que hay un error en la claqueta después de ya haberla realizado, el 2do asistente de cámara debe de meter la claqueta al final nuevamente, pero volteada boca abajo y sin hacer el sonido de clap. Para poder hacer esto, debe de estar muy atento para que antes de que dejen de filmar o grabar, interrumpa diciendo “End Slate” (claqueta al final) o “Tail Slate” (cola de claqueta).

Cuando no es posible meter la claqueta al principio, como cuando trabajamos con bebés o animales, ya que se pueden asustar con el sonido, se hace una seña con la mano como si fueran las bisagras de la coqueta para advertirle al editor que al final se hará la claqueta.

Si se trabaja con varias cámaras se utiliza una claqueta por cada una, mismas que son identificadas para no confundir (ej. cámara A – claqueta A, cámara B – claqueta B, etc).  Cuando es viable se registra previamente en cada cámara la claqueta correspondiente y en el momento de dar el claquetazo se realiza un “common marker” o marca común, que consiste en que todas las cámaras se guían con una sola claqueta en vez de hacerlo independiente.

En ocasiones nos podemos topar con guiones que tienen en una misma escena algún flashback, montaje, punto de vista (point of view). Este error se origina cuando se formatea el guión y no se divide correctamente las escenas. Este hecho orilla al 2do asistente de cámara a tomar medidas al respecto durante el rodaje. Primero que nada no debemos alterar todo el orden de las escenas, ya que esto sería un desastre y una completa confusión. Lo que se hace es agregar una “M”, que hace referencia a montaje,  antes de la escena y agregarle una letra a cada plano que se realice. Ejemplo: M23-1A, M23-1B (M23AA, M23BA). Si es un flashbacks o un flashforward se le agrega la letra “F” y si es punto de vista una “P”.

Hay dos formas de poner los planos de las escenas. El primero es con letras mayúsculas (26B, 43F) y el segundo es con números (26-2, 43-6). En lo personal prefiero con números, ya que cuando se terminan las letras del alfabeto se recurre a empezar de nuevo el alfabeto las veces que sean necesarias. Pero si son muchos los planos puede llegar a haber escenas con varias letras (26AAK, 43KKL) y puede llegar a ser confuso. Cuando son letras se pronuncia con un nombre que empiece con esa letra para no caer en confusiones, como por ejemplo escuchar una D y en realidad es B, por esta razón se dice Daniel, Barrera o cualquier nombre que aclare qué letra es.

Hoy en día es común grabar el sonido de todo lo que se hace, independientemente si va a ser sincronizado o no. Como ya mencionamos en el artículo anterior que es necesario poner MOS o SIL para que el editor sepa que no se tiene que sincronizar, pero además el sonidista debe de avisarle al claquetero que anuncie “Sin sonido de claqueta, grabación libre solo para efectos” (No clap sticks, rolling wild for effects only).

Cuando el sonidista realiza grabaciones que no van a ir sincronizadas con ninguna imagen en particular se le llama “wild tracks” (pistas libres). Parte del trabajo del sonidista es captar la atmosfera de cada locación por lo que debe de hacer sonidos ambientes o sonidos de los cuartos, común mente llamado “room tone”. Por su parte, el término “wild sound” (sonido libre) hace referencia a todos los sonidos que no venían especificados en el guión.

Las escenas que no estaban contempladas en el guión pero que son realizadas durante la grabación son denominadas “wild footage” (pietaje libre). Estas pueden ser escenas casuales de calles, paisajes, etc. Para especificarlas en la claqueta es necesario ponerle las siglas “WF” y algún número muy grande como por ejemplo WF500, WF501.

Es importante apuntar cualquier detalle en el reporte de cámara, de sonido y los de continuidad (daily continuity log y daily editor’s log) que van a ser utilizados por el continuista y posteriormente por el editor.

Cuando sea necesario volver a hacer una escena que ya había sido previamente realizada en otro día de rodaje, se le denomina “retake” y en la claqueta se pone la letra “R” antes del número de la escena (eje. R53-2).

El tip que les puedo dar para que no se borren los datos que se ponen con el plumón de agua en la claqueta, es el ponerle cinta blanca y encima escribirle los datos. Incluso podemos hacer los números en pequeños trozos de cinta blanca y tener cuatro o cinco juegos del 1 al 10 pegados en la parte de atrás de la claqueta y vamos cambiando la numeración conforme se necesite pero teniendo todos los números a la mano y sin el peligro de que se borren.

Una claqueta debe de ir acompañada de mínimo dos plumones negros, papel de baño o algún pañuelo, cintas de colores claros (blanca, verde, rosa, etc), hojas de reporte de cámara, tabla de madera con pinza para detener las hojas y si es posible adjuntarle a la claqueta un aditamento en la parte de atrás donde se pueda detener el plumón.

Otro tip para cuando no contemos con este bello aparato llamado claqueta, es conseguir un pizarrón para plumones de agua donde apuntemos la información. Al no tener bisagras se puede dar el claquetazo dando un aplauso con las manos de forma que se vea el chocar de estas ante la cámara.

Para terminar, y gracias a los avances tecnológicos, hay también una claqueta electrónica. Ésta se sincroniza con un código de tiempo que muestra hora, minuto, segundo y fotograma (frames). En el momento que se abren las bisagras comienza a avanzar el código de tiempo, y cuando se cierran se para justo en el fotograma en que debe de sincronizarse imagen y audio.

El trabajo del 2do asistente de cámara, mejor conocido como claquetero, es muy minucioso y detallista, lo cual requiere mucha atención para no perder el hilo de lo que se está haciendo. Además, así como todos los puestos, es muy importante su labor, ya que un buen trabajo repercute directamente en la post-producción de toda la película.

 

Santiago Ortiz-Monasterio es Productor de Cine

glosasdecine@gmail.com

 

Bibliografía:

1. P. MILLER, Pat. Script Supervising and Film Continuity. Burlington, Inglaterra, 1999. Editorial Focal Press. Tercera Edición. Pag. 71-84.

 

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