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La Rosetta de los Dardenne llegó a Morelia

Rosetta

Además de la película inaugural, Luc Dardenne presentó en el FICM un par de sus trabajos más significativos: El niño (L’enfant, 2005) y Rosetta (1999). Ambas fueron ganadoras de la prestigiosa Palma de Oro de Cannes.

La cinta tuvo una breve exhibición en nuestro país como parte de la 36 Muestra Internacional de Cine y desde entonces se convirtió en un una película un tanto difícil de conseguir. Es por ello que no se podía dejar pasar la oportunidad de verla en una sala de cine, en versión restaurada y con presencia del codirector. Además, antes de la función, Luc Dardenne recibió la medalla de la Filmoteca de la UNAM (se entregó también una para su hermano Jean-Pierre, quien no pudo asistir a Morelia).

Rosetta es una joven que vive junto a su madre alcohólica en un parque de remolques. Después de haber vivido una serie de situaciones muy difíciles, la joven solo aspira a llevar una vida normal. Para ello considera como una condición indispensable la obtención de un trabajo estable. Y está dispuesta a todo para conseguirlo.

Antes y después de la función, Luc Dardenne habló sobre la película, de las cosas que se quedaron en el tintero, personajes que no funcionaron y que al final no formaron parte del guion final. Mencionó en tono de broma la reacción de Fabrizio Rongione cuando después de leer el guion se quejaba de la reacción de su personaje ante el comportamiento de Rosetta. El cineasta de origen belga mencionó también la importancia de los ensayos para lograr que el efecto de la cámara en mano, que todo el tiempo sigue a la joven protagonista, se sintiera como lo más real posible. Una técnica que a la postre se convertiría en un sello distintivo de su filmografía.

Habló también de sus orígenes en el cine junto a su hermano Jean-Pierre, quienes bajo la tutela inicial de un director de cine, decidieron hacer películas que reflejaran la vida habitual de la región de Valonia, en Bélgica. En todo momento afable y comunicativo, la presencia de un cineasta como Luc Dardenne es indudablemente uno de los grandes aciertos de la 17 edición del FICM.

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