Icono del sitio Revés Online

La vida es grande: o cuando el dealer estudia en la primaria del barrio

Seleccionada para cerrar la Semana de la Crítica del Festival de Cannes el año pasado, La vida es grande es la ópera prima del director Mathieu Vadepied y ya está en varias salas mexicanas bajo la distribución de Cine Caníbal.

El francés ya tiene una amplia trayectoria como fotógrafo de las cintas Intocable (2011), Samba Troaré (1992) y Lee mis labios (2001), además de una amplia experiencia en cortometrajes y documentales. Su debut en el terreno del largo aliento aborda la historia de Adam y Mamadou, dos niños pobres que viven en los suburbios franceses y no tienen expectativa alguna, sobre todo en el caso de Adam, quien pertenece a una familia donde el padre está ausente y cuya mamá debe trabajar horas extra para mantener al resto de los hermanos.

Con todo y eso, la única obligación de Adam es sacar buenas calificaciones en la escuela, pero su preocupación por aportar a la canasta familiar lo lleva a un escenario impensado: distribuir drogas en su misma escuela, para lo cual encontrará la ayuda de su mejor amigo y ambos correrán los riesgos que esto implica.

Lejos de caer en el drama sangriento y amarillista, La vida es grande mantiene un ritmo adecuado y hasta tiene ligeros toques de comedia, sobre todo cuando Adam debe sobrellevar su actividad como dealer y al mismo tiempo convencer a sus profesores de que es un buen estudiante.

Si en las películas mexicanas o norteamericanas promedio este tipo de relatos son llevados al tremendismo con finales atroces, en la cinta de Vadepied las muestras de solidaridad y empatía dejarán otro tipo de desenlace.

 

Salir de la versión móvil