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«No soy Lalo España, yo sí tengo una carrera»

Por Armando Casimiro Guzmán

Con esta frase en tono de broma, dicha por Ana Ofelia Murguía, dio inicio la charla con la prensa el elenco de la comedia Fecha de caducidad (2011), de la directora tapatía Kenya Márquez, quien prácticamente se autodescarta para ser una de las ganadoras del Festival Internacional de Cine de Morelia: “Es difícil entrar con una comedia, los jurados siempre premian el mismo tipo de historia”. Nadie con más aval que ella para decir estas palabras, ya que fungió durante muchos años como directora del Festival de Cine de Guadalajara.

Filmada totalmente en la capital jalisciense, Fecha de caducidad cuenta la historia de tres personas que cruzan sus caminos de la manera más descabellada posible: una anciana madre que busca a su hijo (Ana Ofelia Murguía), una chica que huye a Guadalajara después de haber matado a su marido golpeador (Marisol Centeno) y Genaro, un milusos que vive en un destartalado depósito de chatarra (un genial Damián Alcázar).

A decir de la propia Kenya Márquez, tomó once años poder llevar a la pantalla grande la idea original de la película: “Nació a partir de la poca resignación ante la pérdida de un ser querido. A partir de ahí la idea fue cambiando a una historia de amor con tres personajes que involucran tres diferentes tipos de amor”. Márquez insistió en la importancia de que la película debía contarse desde la perspectiva de cada uno de los personajes (un tanto al estilo de Amores perros) y no de una manera lineal.

Podríamos decir que la cinta cumple con su objetivo primordial: hacer reír. Kenya Márquez asegura que después de ver tanto cine en los festivales, lo menos que quería hacer era una película pretenciosa. Y lo logra, Fecha de caducidad es un ácido retrato de una sociedad que no parece marchar a ninguna parte, y lo hace sin pretensiones, sin falsas poses. Eso en sí mismo ya es ganancia. Solo nos queda una duda, ¿cómo mataron a Lalo España?

 

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