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Nombres ridículos

Aceituno, All Power, Anivdelarev, Aguinaldo, Batman, Benefecia, Burger King, Caraciola, Caralampio, Cheyenne y Christmas Day. Aunque usted no lo crea, nombres como estos han sido plasmados en el Registro Civil Mexicano, condenando a inocentes criaturas a ser bulleadas el resto de sus vidas…

rambo

Por Jorge A. Amaral

Como ya lo había escrito antes en este espacio, vivo frente a un colegio, y de Legionarios de Cristo para acabarla de amolar. Por eso, en cuanto el reloj marca las dos y media de la tarde, en el sonido de la escuela comienzan a enlistar los nombres de los niños cuyos padres esperan a la salida. En esos momentos y como condimento a la hora de la comida, mi esposa y yo escuchamos cada nombre, que me hace pensar que en esa escuelita abundan los niños güeritos y de ascendencia extranjera, pero corroboramos lo contrario al escuchar los apellidos de Aylin Cervantes, Alison Domínguez, Jonathan Giovanni López, Bryan Alexander García, Nicole Martínez y joyas por el estilo.

¿En qué carajos estaban pensando?, pregunto a mi esposa cada vez que escucho nombres de ese tipo, ¿acaso creyeron que poniéndole Axel el niño de inmediato se volvería rubio, con ojos de color y cantaría como los dioses “November rain”?, y es que a muchos padres de familia se les olvida una cosa básica: que si al perrito lo nombran Chispa, no hay problema porque siempre va a ser un perro; pero si a la niña le ponen Candy, no siempre va a ser una niña de simpáticas coletas y curiosas monerías, sino que crecerá y se volverá adulta con nombre infantiloide, lo cual hasta le puede ocasionar problemas de bullying.

Por eso es que, gracias al dios que ustedes quieran, incluso Maradona, en varios estados ya se ha legislado como una cruzada contra los nombres ridículos, emitiendo incluso listados de nombres “prohibidos”, tal es el caso de Sonora y la relación de inutilizables: Aceituno, All Power, Anivdelarev, Aguinaldo, Batman, Benefecia, Burger King, Caraciola, Caralampio, Cheyenne, Christmas Day, Cacerolo, Cesárea, Circuncisión, Culebro, Delgadina, Diodoro, Email, Escroto, Espinacia, Facebook, Fulanito, Gordonia, Gorgonio, Harry Potter, Hermione, Hitler, Hurraca, Iluminada, Indio, James Bond, Lady Di, Marciana, Masiosare, Micheline, Patrocinio, Panuncio, Petronilo, Piritipio, Privado, Pocahontas, Procopio, Pomponio, Rambo, Robocop, Rocky, Rolling Stone, Terminator, Sonora Querida, Sobeida, Telésforo, Tránsito, Tremebundo, Twitter, Usnavy, Virgen, Verulo, Yahoo y Zoila Rosa. Nombres que definitivamente no encontraremos en ningún envase de Coca Cola, pero que si están prohibidos en Sonora, es porque ya hubo desgraciados que a su vez quisieron desgraciar a sus hijos con tales aberraciones.

¿Batman? Mejor Bruno, ese no está en la lista de nombres prohibidos…

Y es que considero que de entrada, el nombre que se le ponga al hijo ha de significar algo pues será la primera marca que, como padres, les haremos, por lo que no es nada recomendable registrarlos con el nombre del personaje que ni siquiera es nombre, simplemente porque se oye muy nice y nos queremos ver bien mamilas con un mote que el niño va a poder pronunciar bien hasta los seis años o que, al ser raro, no va a faltar quien le pregunte qué significa, a lo que el niño o adolescente simplemente responderá encogiéndose de hombros y pelando los ojos mientras mentalmente le mienta la madre a su papá que admiraba a Moderatto y por eso le puso Bryan Amadeus. Eso sin contar aquellos que quieren dar a sus hijos grandes dotes deportivos bautizándolos como a los grandes cracks del futbol europeo o del basquetbol de la NBA.

Hablando de otra tendencia, tengo una pseudo pariente cuyo nombre es la mezcla de los de sus padres, Faustino y Leticia; interesante e ingenioso, pensé, pero al checar el producto de otras mezclas que se han hecho en la Ciudad de México me fui de espaldas; van algunos según el Registro Civil del Distrito Federal: Feral, Sundury, Adaiah, Calebl, Yoem, Italivi, Hiwet, Yoem, Habib, Leah, Cointa, Yotuel, Eitansimja, Kobee, Duho, Mitzuo, Summer Helleny y Marley. Ideales si los niños son otakus o cos players, no si de mayores son Godínez.

Por eso, ante esos excesos, creo que si tenemos un bebé y no sabemos cómo ponerle porque los nombres comunes de la familia (de los padres o abuelos) ya los tienen sus primos, es más adecuado ir al santoral y, con base en la fecha de nacimiento, registrar al niño o niña para que si un día pregunta en qué se estaba pensando al ponerle Eustolia o Sotero, responderle “es el que te tocó en el calendario, ni modo”.

Por cierto, Dios bendiga ese méndigo mono veracruzano que mi tía abuela María Elena (la matriarca de mi familia materna) tenía como mascota, regalo de una de sus comadres, porque en su honor y por disposición de ella a mí me pusieron Jorge; si no, quién sabe qué se les hubiera ocurrido. Por eso no me escandalicé cuando mi hija me relacionó con el dibujo animado de Discovery Kids. True story.

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