Si usted, pese a toda recomendación, tiene que salir de su casa lunes 15 y martes 16 de febrero, o si, como su servidor, tiene que trabajar, le recomiendo cargar con buena música su memoria para el carro o su celular, y es que está comprobado que las esperas con música son más llevaderas.
¿La radio?, no, al menos en Morelia pocas veces es una opción ya que por lo regular las estaciones comerciales apestan, y dado que esos tres días el único tema será la venida del Papa (sin albur), mejor no sintonizar nada y escuchar música.
He aquí algo de lo que le voy a meter a mi USB por si le sirve de sugerencia, pues no hay que olvidar que aunque vayamos acompañados, después de cierto tiempo la charla se acaba y hay que entretenerse otra manera
Rockabilly boogie, Robert Gordon
No puedo negar la cruz de mi parroquia y en toda lista que arme debe haber un representante de cada uno de mis amores musicales. Hay muchas versiones de esta rolita, pero para estar en el tráfico, donde la música demasiado tranquila duerme y el estruendo termina por hartar, recomiendo la contenida en el disco Bringin’ the house down, que fue un concierto de Robert Gordon en el Lone Star Cafe, de Nueva York, el 29 de diciembre de 1982. Una interpretación impecable con la extraordinaria voz de este punketo redimido por el poder del rockabilly.
Soul man, Sam & Dave
Sin duda alguna, esta pieza de 1967 resulta representativa del soul. Los metales que con discreción constituyen el aderezo perfecto, la guitarra con toda esa cadencia y las extraordinarias voces de Sam & Dave, todo en un arreglo alegre y buena onda la vuelven una canción realmente encantadora, de esas con las que su servidor se pone de buen humor hasta en los momentos más tensos. La versión de Blues Brothers no desmerece ni tantito, y si usted va con adolescentes, póngales la que Drake Bell interpretó en la miniserie que lo lanzó a la fama (gusto culposo, muy culposo).
Catfish, Billy Boy Arnold
Aunque quizás el blues no sea la mejor opción para estar atorado en el tráfico, hay excepciones, y esta rolita de Billy Boy Arnold es una de ellas. En 1977 este maestro de la harmónica nos regaló un excelente disco titulado Chicago blues from Islington Mews, y efectivamente, Chicago blues pero en este caso con aires del Delta, una suerte de sureño en Chicago, ideal para mover la cabeza de un lado a otro mientras el conductor de a lado se saca los mocos.
Red iguana, California Guitar Trio
¿Funky acústico, con guitarra?, se puede, y esta agrupación lo demuestra apoyada con sintetizadores que le dan fluidez a la pieza, pues está tanm bien ejecutada que en realidad no se extrañan el bajo o la batería. En sí todo el disco Whitewater de 2004 está de lujo por si usted quiere agregar un apéndice; por ejemplo, el acoplado Ghost riders on the storm, en la que unen ese clásico del blue grass y uno de los temas emblemáticos de The Doors.
Me and you baby, Mongo Santamaría
Tú y yo, escuchando rumba en medio del tráfico… no sé, piénsalo. Eso parece decir esta delicia de Mongo Santamaría, uno de los percusionistas más importantes de eso que dio en llamarse “our latin thing” (imperdible documental también) y que devino en latin jazz junto a Poncho Sánchez, Tito Puente, Deodato, Irakere y muchos músicos más que le dieron otra identidad a la música latinoamericana. Ecualice su estéreo de tal manera que resalten los bajos y las percusiones, suba el volumen y aporree el volante.
Perro, Silverio
Música para bailar pero también para joder al vecino, eso es su majestad imperial Silverio, y qué mejor que una de sus rolas más conocidas, del disco Naylons, de 2013. Si usted no quiere escuchar el claxon o las mentadas de madre de los demás conductores, suba los cristales y el volumen y reclínese, chance y se pierda un rato, algo así como un viaje astral a Mordor.
Six bad brothers, Boo Yaa T.R.I.B.E.
Directo del disco de 1990 New Funky Nation, esta crew conformada por una familia de samoanos le puso flow al funky, logrando un disco fenomenal, y de ahí en adelante su rap sería algo así como música para machos alfa pelo en pecho, lomo plateado y pito de titanio por su rudeza, pasando poco a poco del gangsta rap al rap core. Pero como iniciación, Six bad brothers para poner cara de malo a la hora de increpar a otro automovilista.
We got the power, Peace & Love
De su disco homónimo, la canción que conmocionó al Festival de Avándaro, de los autores de otros clásicos de la época como Mariguana y Latin feellin’, que bien valdría agregar a esta lista por la enorme calidad con que fueron concebidas y ejecutadas, sobre todo We got the power (imagínese provocando una revolución de automovilistas encabronados gritando al unísono “¡tenemos el poder, tenemos el poder, tenemos el poder!” mientras al Papa le vale madre porque ni cuenta se da).
Down in Mexico, The Coasters
Grabada en 1957, esta pieza tiene una sensualidad, una cadencia y una fuerza que la hacen ideal para subir todo el volumen y evocar a la hermosa, sexy y divina Vanessa Ferlito en Death proof bailando para Stuntman Mike (Kurt Russell). Buen rocanrol.
Nitro, Dick Dale
Si hablamos de surf es de ley referirnos a Dick Dale, quien es más que Misirlou pues tiene cosas verdaderamente extraordinarias, y qué mejor que conocerlas durante un embotellamiento, donde lo que sobra es tiempo, de entrada Nitro y podemos seguir de paso Esperanza o de plano su disco Draggin’ and surfin’, de 1965.
En fin, le deseo a usted serenidad y paciencia si es que le toca manejar o transitar por Morelia en esos días, ahí están mis subjetivas y muy personales sugerencias, ya lo demás depende de usted. Salud.