Aunque inició su circulación por el territorio nacional desde hace casi un mes, es por estas fechas que se presenta en la capital michoacana Relatos Salvajes (2014), tercer largometraje del argentino Damián Szifrón.
Por Armando Casimiro Guzmán
El director era más conocido por su labor como escritor y director de series de televisión. La película pudo verse hace unos meses en el FICM, donde fue uno de los estrenos internacionales más aplaudidos por el público, previamente la cinta formó parte de la Selección Oficial del Festival de Cannes y obtuvo el Premio del público en el Festival de San Sebastián. Su singular sentido del humor y su factura impecable le han valido para convertirse en el filme argentino más taquillero de todos los tiempos.
La película está conformada por seis historias, todas ellas escritas por el propio Damián Szifrón, en donde cada uno de los personajes se encuentra en situaciones que los ponen al límite de la cordura: los pasajeros de un avión que tienen como común denominador a un desdichado, los conductores que se enfrentan en una desolada carretera, la mesera que se topa con el personaje más aborrecible de su vida, el millonario que busca encubrir el crimen de su torpe hijo adolescente, el ingeniero que está harto de que siempre le remolquen el auto y los recién casados que hacen de su boda uno de esos eventos que ningún amante del morbo se querría perder.
Desde el rodaje de la comedia Tiempo de valientes en 2005, el director argentino se había mantenido al margen de los largometrajes. Absorbido por el mundo de las teleseries, Szifrón escribía de cuando en cuando pequeños relatos a modo de distracción, seis de los cuales (“los más salvajes”, en palabras de su autor), utilizó para conformar su más reciente producción.
Tal como cabría esperar, el reparto no solo es amplio sino que contiene algunas de las caras más reconocidas del cine argentino actual, tales son los casos de Darío Grandinetti y Leonardo Sbaraglia. Además no podía faltar Ricardo Darín, el referente inmediato y común denominador de todos los filmes argentinos de exportación, desde que hizo su aparición en la extraordinaria comedia de criminales Nueve reinas (2000), del desaparecido Fabián Bielinsky.
Es difícil no sentirse identificado con alguna de las situaciones que se plantean en Relatos salvajes, anécdotas que resultan cómicas por el simple hecho que sabemos que nunca las resolveríamos como lo hacen ellos, aunque no por falta de ganas. Hay en la película una fuerte carga de ira incontrolable contra la sociedad, contra la injusticia, contra la incapacidad de los propios personajes para manejar de mejor manera la violencia que ellos mismos invocan.
Damián Szifrón asegura que debido a la fuerte carga emocional de cada uno de los episodios le resulta muy complicado situar a su filme dentro del género de la comedia. Aunque el suyo no es un humor inocente y sin consecuencias, pero precisamente por eso resulta encantadoramente divertida. Sin duda, es una gran recomendación para comenzar el año.